El contrato –cuya copia simple está en poder de VALLARTA UNO--, fue firmado por síndico Roberto Ascencio Castillo y avalado por el Oficial Mayor Administrativo, Ignacio Guzmán García, y según e puede leer en el documento, es por el servicio de “Asesoría Contable y Administrativa”.
Sin embargo, se indagó entre personal de la tesorería municipal para saber las funciones de Héctor Gallegos, y el resultado es que no asiste a laborar y tampoco brinda ningún tipo de asesoría, por lo que sería un “aviador” más en la administración del gobierno del Movimiento Ciudadano.
Dicho contrato tiene vigencia de seis meses, termina el 31 de marzo del 2014 y aunque no es prorrogable, sí puede suscribir uno más en caso de que el síndico lo autorice, ya que es el funcionario que tiene la facultad para ello, según el acuerdo de Ayuntamiento 0079/2004 aprobado el 10 de marzo del año 2004, donde se autoriza al síndico a celebrar todos los contratos de prestación de servicios profesionales, hasta por un monto que no exceda de la cantidad de 20 mil pesos.
Los servicios que supuestamente presta Héctor Gallegos al Ayuntamiento es por “honorarios asimilados a salarios”, lo que quiere decir que el ex panista ni siquiera se tomará la molestia de presentar sus declaraciones mensuales y anuales del pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR), sino que será el gobierno municipal el ente que lo retenga y lo entere al Servicio de Administración Tributaria.
Llama la atención que tan sólo hace unos meses, Héctor Gallegos despotricó contra el presidente municipal, Ramón Martínez Guerrero, le dijo de todo y ahora, en lo oscurito, firma un contrato para seguir pegado al presupuesto municipal, con el agravante de que cobra sin hacer nada y se embolsa al mes 32 mil pesos del erario municipal, cuyos recursos son netamente públicos.
De esta manera, Héctor Gallegos cobra 16 mil 406.70 pesos a la quincena menos el impuesto correspondiente, por lo que le vienen quedando 13 mil 300 pesos libres de polvo y paja. Contabilizados mensualmente, se embolsa 26 mil 600 pesos, sin hacer nada.
Ni el síndico, Roberto Ascencio ni el Oficial Mayor, Ignacio Guzmán, han fijado una postura sobre este descarado robo a las arcas municipales. Se ignora si el alcalde sabía de este contrato, porque en los documentos obtenidos no existe copia para el presidente municipal.