De acuerdo con testimonios de las víctimas de Gudiño Cueto, éste les hizo creer que les conseguiría permisos de taxis con nuevas placas; que sólo tendrían que pagar 200 mil pesos y comprar coche nuevo y listo, que en breve tendrían su auto de alquiler en orden y sin que ninguna autoridad los pudiera molestar.
Para fortalecer sus promesas –que más bien fue un engaño bien maquinado—Alberto Gudiño, quien en sus tiempos libres también maneja un carro de alquiler, se autonombró Subdelegado Regional de la desconocida Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), con cuyo membrete y siglas cubrió algunos taxis que ya circulan en Puerto Vallarta, pero que en cualquier momento pueden ser retirados por no cumplir con permisos oficiales.
Con esa ostentación “sindical”, Gudiño Cueto comenzó a embaucar a personas de buena fe que confiaron en él y a quien le depositaron cientos de miles de pesos en un periodo de tiempo relativamente corto, ya que las promesas para realizar los trámites correspondientes y obtener permisos y placas para taxis los comenzó a hacer desde el año pasado.
LUCRO INDEBIDO
De acuerdo con testimonios de las denuncias que se han interpuesto en la Fiscalía Regional del Estado por el delito de fraude, Gudiño Cueto actuó de forma sistemática para obtener un lucro indebido, ya que prometió algo que no cumplió o que hasta el momento no ha cumplido, que son los permisos de operación de automóviles de alquiler.
Lo más triste para aquellas personas que actuaron de buena fe frente a Alberto Gudiño Cueto, es que quizás jamás obtengan un permiso de taxi y mucho menos placas, toda vez que el señor Gudiño ha utilizado oficios y documentos que han resultado totalmente falsos como el que se muestra en la fotografía de este artículo), según pusieron en alerta a los afectados las mismas agencias de venta de vehículos al momento de querer tramitar un crédito para la compra de un carro.
Con documentos “patito” en mano, los timados por Gudiño Cueto acudieron a varias instituciones de crédito para comprar un coche y ponerlo a trabajar como taxi, pero los ejecutivos de ventas rápido se dieron cuenta de que los papeles no servían, es decir, que no se trataba de una concesión o permiso de taxi real y que, como tal, no podían darles ningún tipo de financiamiento.
LOS DEPÓSITOS
Aquí fue donde las víctimas de Gudiño Cueto abrieron los ojos, comenzaron a buscarlo para exigir una explicación, luego de haberle depositado cantidades que van de los 20 mil, los 50 mil, los 120 mil hasta los 180 mil pesos en diferentes cuentas bancarias para comprar un permiso de taxi, pero el señor Gudiño ya no les contestó las llamadas.
Alberto Gudiño Cuesto está inspirado en otro sujeto que se autonombra líder de organizaciones sindicales y cuyo nombre es José Rigoberto Vázquez Brambila, quien en su página de Facebook presume manejar el Sindicato Libertad de Trabajadores de Transporte de Jalisco y también la Cooperativa de Transportes Comunitarios de Tlajomulco.
De hecho, este señor José Rigoberto Vázquez Brambila, es uno de los beneficiados de las transas de Alberto Gudiño Cueto, pues les pidió a sus víctimas que también le hicieran depósitos varios por 20 mil pesos cada uno. Si se presume que hay 100 defraudados, imaginen ustedes las cantidades de dinero que les quitaron a los pobres incautos de este fraude.
Y bueno, de acuerdo con los dichos de los afectados, como Marco Antonio Flores Cortés, su esposa Maribel García, el 18 de noviembre del 2018, se encontró a Gudiño Cueto en las oficinas de la Secretaría de Movilidad (hoy Secretaría del Transporte) en Guadalajara, ya que estaba realizando un trámite de placas para su papá, y que éste la abordó para decirle que él podía darle celeridad a dicho trámite.
LOS PERMISOS
Que los citó otro día para platicarles que debido a su nombramiento (de subdelegado de CATEM) él podía tramitar rápido las placas y que además si les interesaba hasta les podía conseguir permisos para taxis.
De esta manera, Marco Antonio Flores y su esposa se interesaron por dos permisos, por lo que Gudiño les dijo que, si aceptaban, el trámite les costaría 200 mil pesos, sobre todo –les comentó—por los gastos de traslados, porque eso de “andar vuelta y vuelta sí costaba”.
También les dijo que al menos consiguieran la mitad del dinero –100 mil pesos—para poder pagar las placas “y los demás gastos que se generaran”, y que el resto se lo dieran ya que les entregara las placas y los permisos.
Los esposos, muy animados, le llamaron a Gudiño para informarle que sí iban a querer dos permisos, por lo que de inmediato el sedicente abogado les pidió que hicieran los pagos en tres diferentes cuentas bancarias a nombre de José Rigoberto Vázquez Brambila. Y así lo hicieron, comenzaron depositando 25 mil pesos el 14 de diciembre.
Posteriormente, entre el 15 y el 20 de diciembre, Gudiño fue a la casa de los Flores donde le entregaron 120 mil pesos más para adquirir dichos permisos.
EL CUENTO CHINO
Luego, el 17 de enero, Gudiño se hizo presente en casa de los suegros de la señora para entregar constancias de vigencia de permisos y reconocimientos de derecho de sitio, además de asegurarles que sus permisos ya estaban listos, que sólo faltaba que compraran los coches para ponerles placas.
Y aquí fue donde la puerca torció el rabo, pues los Flores acudieron a varias instituciones de crédito para comprar sus futuros taxis, pero les negaron el financiamiento al señalarles que eso (los documentos que llevaban) no eran un permiso ni concesión de taxi.
Una de las ejecutivas les mostró una verdadera concesión de taxi, que consta de 11 hojas, de un oficio, número de folio y concesión señalando el sitio al que corresponde, así como un acuerdo publicado en el Periódico Oficial del Estado de Jalisco etc., por lo que se fueron por donde vinieron sin conseguir nada.
Después fueron a otras agencias automotrices y les dijeron lo mismo, que sus documentos no eran verdaderos, por lo que de inmediato trataron de comunicarse con el susodicho Alberto Gudiño Cueto, pero éste de plano ya no les contestó ni las llamadas ni los mensajes.
Así pasaron los días y hasta el 03 de abril pasado, Gudiño contestó un mensaje de texto, solo para decir que necesitaba las facturas de los carros para proceder con las placas, que, si les tenían los documentos, que en unos días ya estarían listos sus permisos.
Así como Los Flores, hay decenas de afectados por las promesas de gestoría de Gudiño Cueto, que con el membrete de un sindicato equis, se la lleva defraudando a quien se deje.
Por ello, las denuncias comenzaron a lloverle desde el pasado 30 de mayo y será la Fiscalía de Justicia, la que lo llame a cuentas, pues mucha gente perdió bastante dinero al creer en las promesas de este singular personaje.