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Lunes, 21 Octubre 2019 09:18

A sabiendas de que ITV no tenía la posesión de un terreno en Marina, Felipe Tomé se prestó a una transacción para despojarlo

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Por Jorge Olmos Contreras

A sabiendas de que la Impulsora Turística de Vallarta (ITV), no tenía (no tiene) ni ha tenido la posesión física de un terreno marcado como CG-18 ubicado dentro del desarrollo turístico Marina Vallarta, en la zona del condominio Club de Golf, de siete mil 665 metros cuadrados, el empresario Felipe Tomé Velázquez se prestó a una transacción, dentro de la escritura de fideicomiso número 44,169 pasada ante notario, para tratar de despojar de este inmueble al vallartense Rubén Figueroa López, apoyado además con agentes del Ministerio Público de la Fiscalía Regional.

Uno de estos es el Agente del Ministerio Público Santiago Ramírez, que persigue delitos de Alto Impacto, quien incluso archivó y pretendía hacer perdediza una Carpeta de Investigación donde el poseedor del predio, esto es, Rubén Figueroa, denunció actos ilícitos en su contra, como despojo y daños

Sin embargo, este medio tuvo acceso a la escritura pública número 44,169 en donde el 28 de noviembre del año 2017 se formalizó un fideicomiso entre la Impulsora Turística de Vallarta SA de CV, por conducto de Banamex división fiduciaria y las empresas Península Marina Vallarta SA de CV y Piso 30 SRL de CV, en favor de la Dirección Fiduciaria de Banco Azteca, donde se puede leer claramente que la “adquiriente”, es decir, las compañías de Felipe Tomé y José de Jesús Hernández Fonseca (de Piso 30) sabían que quienes les estaban vendiendo no tenían la posesión física del terreno, pero aún así continuaron con la transacción de compra venta, quizá con la clara intención de despojar del inmueble a su verdadero dueño o poseedor.

EL FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN

En la cláusula quinta del fideicomiso de administración pasado por el notario público número 18 de Guadalajara, Luis Robles Brambila, se estipula que en la “Recepción del Inmueble” “la parte adquiriente manifiesta que, con anterioridad a este acto, Península Marina Vallarta se dio por recibida por parte del Fideicomisario, de la posesión del inmueble con todo cuanto de hecho y por derecho corresponde, por lo que conoce el estado que actualmente guarda y acepta (sic) que el transmitente no tiene ni ha tenido la posesión física del mismo; por lo que reconoce que el transmitente no conoce el estado actual que guarda el inmueble objeto de la presente operación”.

No solo eso, sino que en la misma cláusula quinta de la escritura en que se creó dicho fideicomiso de administración, se indica que el fideicomisario y la parte adquiriente liberan al transmitente por los posibles vicios ocultos del inmueble, incluyendo cualquier responsabilidad que en materia ambiental y de responsabilidad civil pudiera serle reclamada.

En este sentido, tanto Península Marina Vallarta (Felipe Tomé), como el Fiduciario (Banco Azteca), quedaron obligados solidaria e ilimitadamente a sacarlo (la transacción de compraventa) en paz y a salvo de cualquier reclamación de terceros por tales conceptos, autoridades e inclusive pago de honorarios de abogados.

Con lo anterior, la Impulsora Turística de Vallarta se lavó las manos y dejó en tremendo lío tanto al Fiduciario (Banco Azteca) como al adquiriente, es decir, a Felipe Tomé, quien ahora es señalado por cometer presunto despojo en perjuicio de la empresa Instalaciones Fica SA de CV, cuyo dueño es el también empresario Rubén Figueroa López.

CONTUBERNIO Y CONTRAPRESTACIÓN

En este caso llama la atención el posible contubernio que pudo existir entre los empresarios inmobiliarios Elías Saccal y Felipe Tomé para llevar a cabo una operación presumiblemente fraudulenta en la que se llevaron entre las patas a Banco Azteca, institución de Banca Múltiple, a la que incluyeron como fiduciaria para administrar el citado fideicomiso.

Y es que la contraprestación por la transmisión del inmueble, es decir la compraventa fue de 21 millones de pesos, (algo así como un millón 50 mil dólares) y se hizo en el año 2017, mientras que Instalaciones Fica lo adquirió en un millón 500 mil dólares en el año 1993.

Es ilógico, desde luego, que el mismo terreno que en 1993 valía un millón 500 mil dólares, haya sido vendido en un millón 50 mil dólares en el 2017, es decir, 24 años después. Y más incongruente si se trata de predios en la exclusiva zona de Marina Vallarta, cuyos valores no se han depreciado, por el contrario, han subido como la espuma.

Pero bueno, decíamos que en todo esto hay funcionarios de la Fiscalía Regional de Justicia metidos hasta el tuétano, como el tal MP Santiago Ramírez, quien curiosamente escondió la Carpeta de Investigación número 1082-18 –donde los abogados de Rubén Figueroa denunciaron el despojo—para tratar de darle más tiempo a que la empresa de Felipe Tomé siguiera construyendo y continuara adelante con el despojo.

LA MANO NEGRA DE SANTIAGO RAMÍREZ

De hecho, trascendió que el MP Santiago Ramírez tuvo intercambio de llamadas con abogados de Felipe Tomé el día en que le regresaron la propiedad a Rubén Figueroa; incluso se habla de amenazas por no proteger –como quizá se acordó—los intereses del señor Tomé.

En cambio, el Agente del Ministerio Público Investigador de Delitos Patrimoniales, José Carlos Peña Chavarín, al ver que lo habían engañado con mentiras y demás, corrigió su actuar y al ver la versión de las dos partes, decidió entregar la posesión a Rubén Figueroa, sobre todo porque una autoridad federal así lo ordenó.

Y aunque el MP Peña Chavarín ya enderezó su postura, debido precisamente a un amparo y a la resolución de un Tribunal Colegiado de Distrito en favor de Instalaciones Fica, será muy valioso lo que responda o pueda decir el Notario Público número 18 de Guadalajara, Luis Robles Ramírez, con respecto a la escritura 44,141 que crea el fideicomiso de administración y donde se refleja la operación de compraventa del terreno desposeído.

Bajo este escenario, salta a la vista un dato sumamente interesante en los documentos públicos a los que este medio tuvo acceso. Y es que la empresa Península Marina Vallarta SA de CV –el 21 de noviembre del 2017 en que fue asegurada la propiedad, debido a la presentación de la escritura falsa o simulada número 44,141—no tenía ningún derecho sobre este inmueble.

LA ESCRITURA FALSA

Lo anterior es así porque el 21 de noviembre del 2017, la abogada de Península, Wendy Beltrán, se apersonó con dicha escritura número 44,141; y la misma escritura se constituyó el primero de diciembre del mismo año 2017, es decir, 10 días después, lo que a todas luces resulta sorprendentemente irregularidad.

Para que mejor me entienda, la abogada de Península alegó que su representada, la empresa de Felipe Tomé era la posesionaria del terreno en comento, y para esto ofreció como prueba una escritura (el 21 de noviembre del 2017) que todavía no estaba legalmente constituida, sino que se constituyó 10 días después, esto es, el 01 de diciembre del mismo año.

En este asunto hay tantos intereses metidos y, sobre todo tráfico de influencias y amenazas (como suelen manejarse estos empresarios de apellido Saccal y Tomé), que incluso hay mensajes y llamadas telefónicas que le han hecho a Rubén Figueroa López, donde lo llaman a “negociar por las buenas” y cuyo contenido y personajes daremos a conocer en otro artículo.

Por lo pronto, ayer el reportero fue al inmueble que intentan despojar las huestes de Felipe Tomé, y nos encontramos con que la constructora “Anteus” está sacando la cimbra que habían puesto y van a retirar la grúa y el agua de lluvia que inundó la parte de los cimientos; trabajos que se hacen en común acuerdo entre las partes del asunto y la autoridad, en este caso con la Fiscalía Regional de Justicia.

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