Podrían ser entre 800 y mil 200 metros cuadrados (o más), la concesión que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) concesionó a los dueños de las propiedades de las torres uno, dos y tres de Península, complejo inmobiliario desarrollado por el empresario Felipe Tomé y vendido en gran parte por su bróker favorito, Miguel Ángel Lemus Mateos.
De acuerdo con documentos y correos obtenidos por VALLARTA UNO, el siete de marzo de este año 2020, el condómino José Vilarino Penas –quien también es vocal del Consejo de Administración de la Torre II-- informó a sus vecinos que en la asamblea del día 14 del mismo mes, se discutirían diversas mejoras para obtener mayor plusvalía por metro cuadrado de las unidades privativas, así como mejor calidad de vida. Entre otros puntos, se abordarían temas como el obtener la concesión de la zona federal de las áreas frente a las Torres Península I, II y III “para obtener el control de la playa adyacente a las mismas, obteniendo mayor privacidad y mejor plusvalía por las propiedades”.
En esa carta, Vilarino Penas exhortó a los condóminos de la Torre II a aprobar dichas mejoras que vienen especificadas en un autodenominado “Plan Península 2020”.
EL VO. BO. DE BAKER & MCKENZIE
El 10 de marzo, el despacho de abogados Baker & McKenzie a través de los licenciados Oscar Hernández Corona y Fabián Monzalve-Agraz, enviaron una carta al condómino Juan Carlos Pérez Aceves, a quien le manifestaron que si el 75 por ciento de los propietarios de una sola torren aprobaban cambiar un “espejo de agua” por jardineras de uso común que lo podían hacer, y que también era procedente solicitar la concesión de la zona federal marítimo terrestre.
Todo iba bien en Península, hasta que la administración de la Torre III difundió un mensaje entre sus condóminos para informar que gracias a ellos se había obtenido la concesión de la zona federal y otras cosas que habrían provocado miedo entre algunos dueños; esto causó un enorme malestar a los propietarios de la Torre II, que fueron los que realmente consiguieron dicha concesión.
Los condóminos de la Torre II no se quedaron callados y acusaron a la administración de la Torre III de descuidar los intereses de toda la comunidad de propietarios, toda vez que los culpan de que por su negligencia y apatía se haya construido un club de playa denominado “Chicabal” que está al lado del río –en la desembocadura del río Pitillal—y que ocasiona ruidos y molestias a los residentes de Península.
En otra carta, a la que este medio tuvo acceso, los administradores de la Torre II informaron a sus vecinos la obtención de la concesión de la zona federal, pero también externaron su molestia contra los administradores de la Torre III bajo la siguiente tesitura:
LOS RECLAMOS
“En cuanto a la obtención de la concesión de la zona federal marítimo terrestre (ZFMT) nos movimos rápido y creemos que fue lo correcto. Teníamos información de que alguien quería adelantarse y quitarnos el derecho de pedir la ZFMT. Finalmente, después de 15 años, logramos obtener la concesión”.
“¿Por qué ahora manda la administradora de la Torre Tres un comunicado con información que saben que es falsa? 15 años trató la administración de Torre Tres sacar la ZFMT y lo único que se logró en ese tiempo es que Chicabal (el club de playa al lado del río) fuera un a realidad. Torre Dos y sus líderes se movieron rápido y solucionaron para todos, este tema tan añejo”.
“¿Por qué esto se usa ahora para deliberadamente desinformar a nuestra comunidad? Es delicado que la administración de la Torre Tres haga esto. ¿Querrán acaso cubrir el error que hicieron? Es gracias a la falta de actuación de la administración de la Torre Tres que existe el club de playa llamado Chicabal”, reiteraron en su acusación.
Y ya en tono conciliatorio, escribieron: “Es a través de la buena fe que se forman puentes y podemos unir a nuestra comunidad, no dudamos en la buena fe que siempre tendrán los condóminos de Torre Tres y queremos acercarnos a ustedes, si se deja este esfuerzo de acercamiento a la administración de su Torre, tememos que será muy difícil unirnos como comunidad”.
Pero después volvieron a cuestionar: “Con honestidad les decimos, no entendemos esta carta que mandaron que solo confunde a los propietarios ni cuál sea el motivo, querer crear una pandemia de miedo en medio de la crisis sanitaria que estamos pasando, es algo moralmente muy cuestionable”.
Esta carta fue firmada por el presidente del Consejo de Administración de la Torre II, Alfonso Márquez González; el secretario, Juan Bremer y el tesorero Dewey Desler en el mismo mes de marzo pasado.
El pleito y la división entre propietarios de Península no es nuevo, pero por lo pronto, los de la Torre II ya consiguieron la concesión de la zona federal, por lo que habrá que estar atentos a que no se violenten los términos de esta ni se vaya a privatizar parte de la playa.
