El vinculado, Héctor N, permanecerá en prisión durante ese tiempo mientras el Ministerio Público reúne más pruebas para que el juez de control y oralidad dicte sentencia en su contra por su probable participación en los delitos de homicidio calificado en su modalidad de alevosía y ventaja, así como homicidio calificado en grado de tentativa (al dejar gravemente lesionada a la señora Lourdes Magdalena Enríquez), además del hecho delictivo conocido como robo calificado.
La defensora de oficio de Héctor N fue la licenciada Blanca Mendoza Rentería, y por decisión propia del vinculado a proceso, quiso que se resolviera su situación jurídica hoy y renunció a los plazos constitucionales previstos en la ley, por lo que ya no habrá audiencia de continuación.
Y por tratarse de un delito grave, el juez le impuso como medida cautelar la prisión preventiva oficiosa
Como se manejó en este medio, la tarde noche del sábado 30 se supo que Héctor N había sido detenido supuestamente en el interior del centro de Rehabilitación de Alcoholismo “Husania” ubicado en la colonia Independencia de este puerto.
Asimismo, que en una casa de la calle Italia de la colonia Lomas del Coapinole, donde vivía el sujeto, los policías ministeriales encontraron objetos que se presumen involucran a Héctor N con el crimen y lo ubican en el lugar de los hechos, ya que tenía en su poder la licencia de la señora Lourdes Magdalena, un bolso de dama, un reloj y dos recibos, uno de agua potable y otro de energía eléctrica, a nombre del hoy occiso Felipe de Jesús Peña Contreras.
Héctor N es hermano de otro presunto delincuente, de Uriel Juárez Bautista de 23 años, alias “El Sapo”, quien fue hallado muerto en la parte trasera de una camioneta Ford Explorer el pasado 24 de mayo.
A “El Sapo”, una o más personas le habrían dado una salvaje golpiza hasta matarlo. Esta persona, Uriel Bautista, era un conocido ladrón de Lomas del Coapinole, y días después de su muerte, fue que la policía investigadora detuvo a su hermano por ser el presunto asesino del niño Ricardo y su papá, muertos en la colonia Magisterio de esta ciudad.
En este contexto, una de las dudas que surgen es si en realidad el hoy vinculado fue a refugiarse o a esconderse al Centro de Rehabilitación de Alcoholismo “Husania, toda vez que este lugar es una lujosa residencia donde para ingresar cobran hasta 15 mil pesos; y supuestamente ahí fue detenido por agentes judiciales de la Fiscalía Regional.
Otra duda es por qué, si los policías ministeriales descubrieron objetos que incriminan a Héctor N con este caso, como recibos, bolsa, reloj y licencia de conducir de una de las víctimas, no tenía en su poder o en su casa, las cámaras de seguridad de la residencia donde habría cometido el doble homicidio, aparatos que supuestamente habría robado.
Lo que más reclama en estos momentos la sociedad vallartense es que se haga justicia en este y en otros casos, por lo que también se desea que la Fiscalía haga bien su trabajo para evitar que, por algún error en el proceso, el presunto culpable pueda obtener su libertad.