En un oficio que la delegación Jalisco de la Semarnat envió a Carlos Gerardo de la Garza Elizondo –representante legal del empresario Adrián Guadalupe Sada González, dueño del proyecto inmobiliario—el 20 de marzo del año 2019, le informa que la dependencia exenta a la empresa para no presentar una MIA y le otorga el visto bueno para demoler inmuebles y establecer un condominio plurifamiliar vertical en el número 426 de la colonia Conchas Chinas (sic).
El permiso para demoler dos fincas y exentar a la vez a Adrián Guadalupe Sada González de la Manifestación de Impacto Ambiental, fue firmado por el jefe de la Unidad de Gestión Ambiental de la Semarnat Jalisco, José Valencia Morfín.
UN PERMISO MUY CUESTIONADO
No sabemos hasta dónde los gestores de Sada González tuvieron que cabildear para que la autoridad ambiental les exentara la presentación de la MIA. Sin embargo, esta omisión basada en argumentos legales que ahora a nadie convencen por lo sucedido en el predio, conlleva una responsabilidad implícita, tanto de funcionarios como de los desarrolladores, cuya voracidad no midió las consecuencias de sus actos.
El jefe de la Unidad de Gestión Ambiental extendió un permiso que puede ser muy cuestionado, en virtud de que el desarrollador sólo presentó un expediente donde señaló lo que le convenía para obtener la exención de la MIA, como decir que en el terreno a construir solo había cinco o siete árboles, que se demolerían dos casas y que como en el predio ya había dos fincas, no se requería hacer un estudio de Impacto Ambiental.
El principal pretexto de la Semarnat para exentar a Sada González de este requisito --que se pide a todos los desarrolladores-- es decir, la MIA, fue porque el artículo sexto de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente señala, entre otras cosas, que las ampliaciones, modificaciones, sustitución de infraestructura, rehabilitación y el mantenimiento de instalaciones relacionadas con obras, podrán ser exentadas de la presentación de la MIA “cuando se demuestre que su ejecución no causará desequilibrios ecológicos ni rebasará los límites y condiciones establecidos en las disposiciones jurídicas relativas a la protección al ambiente y a la preservación y restauración de los ecosistemas”.
DAÑO AL MEDIO AMBIENTE Y AL ECOSISTEMA
Pero como ya vimos, la ampliación, modificación y sustitución de infraestructura, sí dañó el medio ambiente de la zona con el deslave del cerro ocurrido el martes 10 de agosto (el escurrimiento de aguas negras fue más que suficiente); y por supuesto, afectó el ecosistema del área a varios metros a la redonda.
Desde luego, es imperativo que la Secretaría de la Función Pública exija una explicación e investigue a los funcionarios federales que, en Jalisco, otorgaron una exención de la MIA a un empresario que nunca imaginó lo que su proyecto inmobiliario ocasionaría, tanto por la omisión de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa) al clausurar las obras de manera prolongada, como el de no establecer una MIA que permitiera un estudio de impacto ambiental más profundo en la zona a demoler y a construir.
RENDICIÓN DE CUENTAS
La Ley General de Responsabilidades Administrativas es muy clara al respecto y es probable que a través de esta figura se llame a cuentas al jefe de gestión ambiental, José Valencia Morfín.
Ahora bien, no se entiende cómo la Semarnat Jalisco exenta de la MIA al empresario Adrián Guadalupe Sada González y meses después la Profepa –que depende de la Semarnat—clausura la obra de lo que sería el edificio Serena.
En la zona de Amapas y todo lo que comprende la parte baja de Olas Altas en la colonia Emiliano Zapata, pulula un abogado que, apoyado por una periodista, pretenden repartir culpas de lo sucedido con el deslave del cerro, siempre y cuando se proteja a funcionarios federales que, como ya lo demostramos, también incurrieron en excesos y omisiones.
La Asociación de Vecinos de la colonia Emiliano Zapata tiene mucho qué ver en esto de los “permisos”, “vistos buenos” y “autorizaciones” de nuevos edificios que, como el de Sada González, burlan con la mano en la cintura hasta la Manifestación de Impacto Ambiental.