Y es que dicen que para ser bocón hay que tener la lengua larga (como la de Venom) y la cola muy, pero muy corta, y pues nuestro flamante regidor no tiene ni lo uno, ni lo otro.
Luis Munguía, sí el mismo que perdió la elección con todo y el dinero que le metieron a la campaña del Partido Verde, se lanzó a la yugular del profesor Luis Alberto Michel Rodríguez, para exigirle al alcalde --a gritos y con una postura de verdulera que no le conocíamos al ex diputado naranja—que le explicara en qué se habían gastado más de tres millones de pesos que se destinaron a la villa navideña del malecón; en específico a la pista de hielo que se montó a unos metros de la estatua del caballito de mar.
Los que acudieron a la sesión del pleno del Ayuntamiento dicen que hubo momentos en que la postura grosera de Luis Munguía incomodó al presidente municipal, sobre todo porque el ineficiente e incapaz tesorero, Manuel Palafox, no le entregó una ficha informativa al profesor para taparle la boca al regidor del Partido Verde.
EL DESCUIDO DE MANUEL PALAFOX
Por este descuido, es probable que Manuel Palafox tenga los días contados en el Ayuntamiento de Puerto Vallarta, pues al profesor Luis Michel no le gustan los tontos, y el tesorero ya lleva varias regadas como esta.
Pero bueno, decíamos que la sesión de Cabildo se puso buena, por el numerito que montó Luis Munguía en la etapa de asuntos generales, poco después de las 20:00 horas ocho de la noche, cuando todos ya se querían ir a descansar, pues la reunión comenzó alrededor de las 14:00 horas dos de la tarde.
Y es que Luis Munguía intentó atemorizar al presidente municipal, lo quiso pisotear, aplastar si hubiera podido; pero nunca contó con la oportuna reacción del coordinador de regidores de Morena, José Rodríguez González, mejor conocido como “El Chato”, pues en forma tajante le pidió que no le faltara al respeto al profesor, y le lanzó un petardo que retumbó, y fuerte, en los oídos de Luis Munguía, pues le recordó su pasado como regidor en tiempos del Mochilas. “Ojalá así hubieras actuado cuando fuiste regidor y votaste la venta de varios predios que pertenecían al municipio”, le espetó.
Dicen que Luis Munguía se puso blanco… Pero todavía faltaba lo mejor, pues dos regidoras de Morena pidieron la palabra y lo que dijeron en la sesión aplastó, ahí sí, a Luis Munguía, quien de color blanco pasó a pálido y ya no supo qué decir, se fue haciendo chiquito, chiquito.
LA DEFENSA DE LAS MORENISTAS
Una de estas regidoras, Eva Griselda Castellanos, palabras más, palabras menos, le recordó a Luis Munguía que él le debía a ella 20 mil pesos, que cómo se atrevía a hablar de esa manera al presidente, si no tenía calidad moral para hacerlo. “Y le debes a mucha gente”, habría dicho la edil morenista.
Otra regidora, también de Morena, Claudia Alejandra Iñiguez Rivera salió al quite y también le recordó a Luis Munguía su falta de calidad moral. “Tú ya estás etiquetado en Puerto Vallarta, te conocen como vende calles”.
Total, que Luis Munguía quiso ser el regidor rudo que no es, y salió vapuleado; por eso decimos que, para ser bocón, hay que tener la lengua larga y la cola muy corta y el señor Munguía tiene muchos, pero muchos cadáveres en el closet.
PENA AJENA
Comentan que fue tan vergonzosa la actitud de Munguía, que, hasta una regidora de oposición, que comparte banca con Luis, estaba muy, pero muy apenada. Y alguien alcanzó a ver y a escuchar que al término de la sesión de Cabildo –ella, una jovencita-- corrió a buscar al regidor José Rodríguez González, para disculparse por los desfiguros del señor Munguía.
Para quien no lo sepa o crea lo contrario, ahora sabemos que el profesor Luis Michel no está solo, tiene equipo y lo van a defender cada que sea atacado de forma indecente.