Y es que se han encontrado irregularidades de tamaño monumental, es decir, muy, pero muy grandes, en que se levantaron inmuebles de varios pisos que no corresponden a lo autorizado en las licencias de construcción, sobre todo en zonas de alta plusvalía como la colonia Versalles y en puntos vulnerables de construcción como el área de Amapas y Conchas Chinas.
Las baterías se van a enfocar hacía ex funcionarios de la pasada administración, pero, sobre todo, a un grupo que controlaba todo lo que oliera a permisos de construcción de grandes desarrollos como lo son Guillermo Salcedo Contreras y su hijo Memo Salcedo Jr., quienes eran los que al final decidían a quién sí y a quién no le daban licencias.
La omisión en algunos casos salta a la vista porque se presume que se hicieron millonarios negocios por permitir la construcción de este tipo de edificios sin respetar las normas elementales de desarrollo urbano e incluso, algunos ni siquiera tenían permisos de ningún tipo y aún así, dejaron que los desarrolladores hicieran lo que se les pegara la gana.
Entre otros, apunte usted al actual presidente de la Coparmex, Juan Pablo Martínez Torres, uno de los beneficiados con permisos provisionales para que levantara una torre de departamentos en la colonia Versalles y que finalmente violó varias disposiciones de índole legal.
Este señor no debería representar a los empresarios de Puerto Vallarta, pero ahí está, en el seno del llamado Consejo Patronal de la República Mexicana, así se llama la Coparmex, pero capítulo Vallarta, pues al prestarse a todo tipo de cochupos para beneficio personal, debería renunciar a este importante organismo empresarial, ya no es bien visto.
Quizás el director del Seapal, y ahora también coordinador del gabinete del profesor Luis Michel, Salvador Llamas Urbina, haya sido un poco exagerado al sostener que en Puerto Vallarta operó un cártel inmobiliario, una mafia que se enriqueció a la sombra del Ayuntamiento; pero quizás no, pues lo que viene de aquí a septiembre va a cimbrar a todo Puerto Vallarta.
Expediente por expediente, se va a demostrar cómo la corrupción se enquistó en la anterior administración municipal y cómo un reducido grupo de personas se enriquecieron con los permisos de construcción, algunos con claras ilegalidades que, créanme, más de algún ex funcionario municipal no debe estar durmiendo tranquilo y van a necesitar más que un simple amparo.
Y es que Salvador Llamas ya trae todas las evidencias de dicha corrupción; pero trae algo más grave, gravísimo diríamos nosotros, y es esto es la delicada y compleja situación que se registra en la zona habitacional, turística y hotelera sur de Puerto Vallarta, donde algunos ingenieros han alertado al mismísimo director del Seapal de un riesgo de desplazamiento de grandes proporciones de tierra, sobre todo en la zona de Conchas Chinas en caso de una precipitación pluvial, sismo u otro tipo de evento o desastre natural.
De hecho, el gobierno municipal no sabe cómo hacerle para dar a conocer esta información sin causar alarma entre la población y entre los propietarios de casas, departamentos y residencias en Conchas Chinas; pero se ha deslizado la intención de que sea incluso el mismo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, con datos duros e información 100 por ciento corroborada por expertos, el que declare o dé a conocer el riesgo que puede correr toda esa zona montañosa, donde las construcciones no se han cuidado del todo, en caso de que haya un desplazamiento del terreno.
Y esto mismo pasa más hacía el sur, donde también han registrado como zona de alto riesgo en caso de fuertes lluvias, ciclón o huracán, donde en menos de 10 años se han levantado grandes edificios hoteleros, entiéndase los recientes de Garza Blanca, donde el desarrollador modificó el trazo de la carretera federal 200 por sus pantalones y en complicidad con ex funcionarios del centro Jalisco de la SCT.
Pero bueno, esperemos que Salvador Llamas siga en esta tesitura, pero, sobre todo, que no queme su pólvora en infiernitos, sino que de a conocer, de una vez por todas, qué fue lo que nos heredaron los anteriores funcionarios y a qué nos enfrentamos en materia de desarrollo urbano en toda la ciudad y, principalmente en la zona de Amapas y Conchas Chinas.