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Sábado, 20 Julio 2024 01:19

“La dentista” … El caso de la mujer que fingió ‘ayudar’ a hombre de 80 años para vaciar su cuenta bancaria y despojarlo Destacado

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Por Jorge Olmos Contreras

Otro caso oprobioso cometido en contra de una persona de la tercera edad ocurrió en uno de los departamentos del popular fraccionamiento “La Aurora”, donde una mujer que se dijo ser dentista se ganó la confianza de un señor de 80 años solo para robarle más de un millón de pesos y despojarlo de sus propiedades que tiene en Zacatecas.

Se trata de Irma Magdalena Persino Chávez, una señora oriunda del estado de Veracruz y vecina de la delegación El Pitillal, quien supuestamente trabajaba en un consultorio dental como asistente de un odontólogo, y en donde conoció al señor Eduardo Fraire Contreras, quien a su vez se fue a atender a ese lugar por una dolencia.

Irma Magdalena le dijo al señor Fraire que ella también era dentista, que lo podía ayudar cuantas veces quisiera, y así se fue ganando su confianza, al grado de que en poco tiempo se convirtió en su sombra y tenía acceso a la vivienda de don Eduardo.

Eduardo Fraire, oriundo de Zacatecas, hoy tiene 80 años, pero a los 65, mientras vivía en Estados Unidos, a donde se fue a radicar y a trabajar junto con su esposa Susana Castro, sufrió un derrame cerebral y regresó a México con una pensión mensual de 800 dólares que el gobierno norteamericano le otorgó.

EL GUSTO POR VALLARTA, PERO…

Don Eduardo vacacionaba mucho en Puerto Vallarta, le gustaba la ciudad y en el 2017 decidió mudarse al puerto, entre otras cosas porque el clima le caía muy bien para su problema de salud. Aquí compraron un departamento en La Aurora y con sus 800 dólares al mes, más los bonos que hacían la cantidad de mil 500 dólares mensuales, vivía en forma cómoda, sin problemas, relajado, solo arrastraba las secuelas que le dejó el infarto cerebral.

Muy apegado a un vehículo Chevrolet Corsica que compró en Birmingham, Alabama en tres mil dólares, don Eduardo, a sus 73 años, también decidió traer su coche a Puerto Vallarta, y desde aquel lejano lugar manejó hasta este destino turístico.

Todo iba bien para Fraire, se sentía a gusto en Vallarta, pero en el 2019 vio un letrero de “Dentista” en El Pitillal y fue a checarse la placa de sus dientes. En este lugar conoció a la señora Irma Magdalena Persino Chávez, una señora ya mayor, “pero muy amable”, le contó a su Irma Irene Fraire en una llamada telefónica, quien radica en la Ciudad de México.

Total, que Eduardo Fraire le dijo a su hija que había entablado amistad con Irma Magdalena, que ella vivía con su esposo, su hija y sus nietos y que a veces salían a comer y que en otras ocasiones lo visitaba al departamento de La Aurora para ver cómo estaba y le llevaba algo de comida.

LA SOSPECHA

Sin embargo, Irene notó algo en la voz de su padre, algo que no le pareció bien, algo no cuadraba, por lo que en el 2020 vino a visitarlo y su sorpresa fue mayúscula al ver las condiciones en que vivía, lo enfermo y descuidado que estaba, que no correspondía al dinero que le llegaba cada mes. En este punto, la hija se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, que su papá estaba siendo víctima de abusos por parte de la señora Irma Magdalena.

Eduardo Fraire estaba hacinado en su propio departamento en condiciones casi de pobreza extrema, no se explicaba su hija el por qué estaba así, pues ni siquiera tenía su placa dental, solo dos muelas y se suponía que Irma Magdalena lo había atendido en el consultorio dental de El Pitillal.

Mientras estaba de visita en La Aurora la hija de don Eduardo, llegó repentinamente Irma Magdalena, se presentó como “dentista cirujano dental”, pero no supo explicar el por qué el señor estaba en esas condiciones, ya que a él le llegaban mil 500 dólares mensuales de su pensión.

Bajo este escenario, la hija de don Eduardo descubrió que a finales de cada mes Irma Magdalena acudía, rauda y veloz, al departamento del señor Fraire porque sabía que iba a recibir la pensión y le pedía que le comprara el súper en tiendas como Costco, Walmart, Sams, etc.

LA TENEBRA DE LA “DENTISTA”

En el año 2022, la “dentista” Irma Magdalena armó un plan para sacarle dinero a Eduardo Fraire, ya que lo invitó a formar parte de una sociedad –la cual se hizo de manera verbal-- que consistía en poner un consultorio dental, en la que ella se comprometió a rendir cuentas de los dividendos mes con mes.

Fue así cómo don Eduardo le soltó cierta cantidad de dinero a Irma Magdalena, quien para pronto compró una camioneta Ford Ecosport 2007, con el cuento de que se ocupaba para manejar el negocio, con el agregado que le pidió a Fraire que le endosara la factura del automotor a su nombre; ella se quedó con la original y le dejó una copia en blanco y negro al señor… “para que no desconfiara”.

No conforme con esto, Irma Magdalena continuó abusando de la confianza de don Eduardo, al vender, sin que él lo haya aprobado, el coche Chevrolet Corsica en 20 mil pesos a un sujeto que tiene algo que ver con la charrería –le manifestó a su hija—, pero el dinero nunca se depositó a la cuenta de Fraire.

No solo eso, sino que en ese mismo año 2022, ocurrió que supuestamente un cajero automático se “tragó” la tarjeta bancaria de don Eduardo, que es la que utilizaba para sacar el dinero de su pensión, por lo que quería ir a Estados Unidos a pedir otro plástico, pero… ¡oh sorpresa¡, en eso apareció la señora Irma para informar que ella ya había solicitado otra tarjeta y que el banco ya se la había enviado.

TEJIENDO LA TELARAÑA

En realidad, Irma Magdalena ideó todo –como un arácnido que teje cuidadosamente su telaraña para atrapar a sus presas-- pues ella argumentó que el cajero se “tragó” la tarjeta para tramitar otra a nombre de Eduardo Fraire y poder cobrar a su antojo las pensiones.

En esos días la salud, incluso mental de Eduardo Fraire comenzó a deteriorarse, al grado de que decía ver gusanos en su departamento y cosas raras, por lo que le llamó preocupado a su hija para contarle que, a finales del 2022, Irma Magdalena lo llevó dos veces a Sombrerete, Zacatecas, para ver las propiedades que él tiene por allá, un rancho heredado.

Se trata de 24 hectáreas de tierras de cultivo que están en Sombrerete, unos manzanares valiosos.

Pero que, a principios del 2023 --le siguió contando a su hija--, Irma Magdalena lo llevó otra vez a Zacatecas, donde esta mujer contactó a un sobrino de don Eduardo de nombre Pedro Fraire Velázquez, y entre los dos convencieron al señor de 80 años para llevarlo a una Notaría, donde le dijeron que debería entregar un poder notariado a Pedro Fraire para que se encargara de “cuidar el rancho”.

EL SOBRINO INGRATO

Ese mismo año, la hija de don Eduardo, al revisar unos papeles en el departamento de La Aurora, se topó con la escritura pública 1271 pasada ante la fe del notario número  56 de Zacatecas, en donde Pedro Fraire e Irma Magdalena Persino Chávez, con engaños, le hicieron firmar a su padre un “Poder General en sus efectos” y “Especial en cuanto a su objetivo para Pleitos y Cobranza, Actos de Administración y Actos de Riguroso Dominio”, lo cual fue hecho de manera dolosa, pues la incapacidad física y mental de don Eduardo era obvia como para para dar su consentimiento y estampar su rúbrica en un documento.

Después de obtener dicho poder, el primo de la hija de don Eduardo, Pedro Fraire Velázquez, no le contesta las llamadas, por lo que ella teme que hayan vendido el patrimonio de su padre o lo hayan cambiado de nombre.

EL DESENLACE

Así las cosas, apenas el 27 de mayo de este 2024, Irma Magdalena Persino Chávez le llamó a Irene Fraire para decirle que su padre estaba muy enfermo, pero no le dijo de qué, ni le pasaba las llamadas, por lo que la hija vino a Vallarta el 30 del mismo mes y encontró a su papá peor en todos los sentidos, viviendo en la miseria, sin camisa y sentado en un sillón. Ya no reconoció a su hija, estaba como asustado, ido, y en seguida comenzó a tener convulsiones, por lo que ella tomó video para tener evidencia de cómo estaba y encontró a su progenitor.

La autora material de todo esto, Irma Magdalena, le dijo a Irene que su padre “tomaba” muchas pastillas, lo que era incongruente, ya que su papá estaba imposibilitado de ingerir medicamentos a raíz de su derrame cerebral, pero la “dentista” cortó la charla de tajo y llamó una ambulancia para que lo llevaran, dijo, “al hospital más cercano”.

Ese “hospital más cercano” no fue el IMSS o el Regional, sino que la “dentista” ordenó que lo llevaran al hospital La Joya, donde el cobro era muy excesivo, pero como la hija pensaba que su papá tenía su dinero en el banco por las pensiones recibidas, fue a buscar su cartera al departamento de La Aurora… y no encontró nada.

LAS TARJETAS BANCARIAS…

Las vecinas de don Eduardo, que de todo estaban enteradas, le comunicaron a la hija que la señora Irma Magdalena tenía todas las tarjetas bancarias de su padre, que esta señora, aprovechándose del estado de salud de su papá, cobraba las pensiones y que solo le dejaba 10 o 20 dólares cada mes “para sus necesidades”.

Incluso, las vecinas le dijeron a Irene que la “dentista” hizo que don Eduardo abriera una cuenta en Banorte de forma mancomunada, para que ella fuera quien manejara dinero y el señor se quedara a descansar, pues ya casi no podía caminar.

Por ello, la hija regresó al hospital La Joya, y molesta, le pidió a Irma Magdalena las tarjetas de su padre, pero esta mujer solo le dio la de Banorte, las otras, manifestó “que eran de ella”, “que su padre se las había regalado”, y se fue rápido del nosocomio privado.

En la Joya, por un día que estaría don Eduardo ahí, querían cobrarle a la hija 150 mil pesos, por lo que ella solicitó de manera urgente que lo llevaran al hospital Regional, donde un médico le informó que a su padre le dieron “convulsiones no clasificadas”, que incluso un día antes ya había sufrido otra, cosa que nunca informó la “dentista”.

Al parecer, el señor Eduardo Fraire estaba siendo “envenenado” o sobremedicado por Irma Magdalena, ya que en el Regional le informaron a la hija que su padre tenía ciertas sustancias en la sangre y que no era normal.

Irma Magdalena Persino Chávez actuó con alevosía, abrió cuentas en Citibanamex, Banorte y Banco Azteca para quedarse con el dinero de don Eduardo, a quien le habría quitado poco más de un millón de pesos y el rancho de Zacatecas, ya que incluso alguna vez fue sorprendida por las vecinas hablando con el sobrino ingrato de nombre Pedro Fraire para que le depositara dinero “porque su tío estaba muy enfermo”.

Desde el 24 de mayo, Irma Magdalena Persino Chávez se ha hecho ojo de hormiga, nadie sabe dónde está ni qué hizo con los bienes de don Eduardo, por lo que la hija vino a Puerto Vallarta para interponer una denuncia por los delitos que resulten en contra de esta mujer que se presentó como “dentista”.

Se espera que la Carpeta de Investigación se judicialice en estos días.

 

 

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