A fines de año, el gobernador Aristóteles Sandoval Díaz publicó en el Diario Oficial del Estado de Jalisco las respectivas reformas a los artículos 8 y 13 de la Constitución local. Tales modificaciones otorgan el derecho a cualquier ciudadano a contender en una elección siempre y cuando reúna los requisitos.
Llegar al punto de hoy fue tortuoso y accidentado. Los partidos políticos, el estado en sí, se mostraron reacios a permitir la competencia externa. El sistema es generoso con los partidos, cuya convivencia es puntualmente definida como partidocracia.
Allá por los primeros años del milenio, Jorge Castañeda Gutman reclamó su derecho ciudadano a ser votado en una elección en una competencia electoral. Recurrió al amparo en contra del estado pero su demanda no prosperó. Su sacrificio no fue en vano. En la elección del año pasado en Zacatecas, se permitió la legal participación de un hombre sin partido… ¡ganó la elección!
En algunas ciudades de Jalisco, son diversos actores quienes se adelantaron a la posibilidad y se declaran listos para pedir su solicitud de registro y salir a las calles para pedir el voto a los electores.
En Puerto Vallarta, el médico Francisco Sánchez Peña lanzó la vista a un horizonte donde se lee: “candidato independiente”. Discreto, se ha ido separando poco a poco del PRI, el partido por el que alguna vez Paco Sánchez fue regidor y el número dos en el mando del Comité Directivo Municipal.
Sánchez Peña es el primero en advertir que en el PRI no hay futuro. No es persona que sale y grita acusando al tricolor de ser un partido antidemocrático, plagado de rufianes ni nada de eso. Sin embargo, está de acuerdo en que el PRI se convirtió en un partido que cierra las puertas a quienes tienen legítimas aspiraciones de buscar en un proceso interno, justo y equitativo, una candidatura. Y en el PRI, su presidente local, el diputado Gustavo González Villaseñor es el primero en repetir el discurso de que la candidatura a la alcaldía ya está asignada. Es decir, de acuerdo a González Villaseñor, la candidatura se negoció mucho antes inclusive de la campaña pasada y quien tenga ganas de participar que se apunte. Paco Sánchez sabe que en la lista están muchos apuntados antes que él y apuntó su vista a la candidatura independiente.
Las candidaturas independientes son la herramienta perfecta de los partidos políticos para controlar el derecho que constitucionalmente le otorga a cualquier mexicano. Nadie sin la bendición de un partido podía participar en una elección. De ahí que por muchos años se opusieron a la reforma electoral en puntos torales como abrir la posibilidad a ciudadanos apartidistas. El PRD ha sido uno de ellos. Sus dirigentes abiertamente han declarado que se trata de un retroceso. En Jalisco, apenas 49 ayuntamientos avalaron el acuerdo de la reforma electoral. (El Congreso del Estado recurrió a la figura Afirmativa Ficta para aplicar las nuevas disposiciones en las elecciones del 2015).
Más allá de lo novedoso de las candidaturas independientes, es un ejercicio a experimentar que, bien regulado, y mejor vigilado, debe ser alentador para la vida democrática, en este caso del municipio. Son infinitas las expectativas. La aparición de un candidato independiente demandará mayor esfuerzo y rigurosidad de los partidos políticos al momento de seleccionar a sus candidatos. Damos seguro que Francisco Sánchez Peña será una opción fresca para ese elector que una vez votó por un candidato priista, se decepcionó y probó por el PAN, repitió su desilusión y ahora con el MC revive su desencanto.
En términos de democracia se exigirá mas a los partidos, cuya escandalosa conducta ha sido escondida al escrutinio público. Sus millonarios gastos no fiscalizados son evidencia de su desdén a la legalidad, no sin reparar a la antidemocracia interna que culmina siempre con imposiciones de candidatos que desalientan la participación de sus militantes. La reforma electoral, por cierto, incluye medidas más rigurosas en materia de fiscalización de gastos de campaña. El paquete de nuevas disposiciones también establece reglas a los procesos electorales, los acerca a la transparencia, prevé la reelección, contiene regímenes disciplinarios. El viejo Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, COFIPE, ha sido derogado para crear la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales.
Sin embargo, por ser una herramienta ofrecida a la participación ciudadana es recomendable tomarla con prudencia. No por decreto, por ningún tipo de ley se van a extirpar viejos vicios arraigados en la política. No es por decreto como los partidos políticos van a modificar sus reprobables conductas. Estamos lejos de ver una reforma perfecta, la vía de rescate de nuestro sistema político electoral. La competencia de los ciudadanos independientes en una arena, propiedad todavía de los partidos políticos, ayuda a reducir lo malo, pero no garantiza la producción de mejores gobernantes, alcaldes más honestos y más capaces. Fenómenos como la corrupción, el nepotismo, no desparecerán de un plumazo. Representan corrientes de vientos frescos, pero no exentas de riesgos como, ¿y por qué no?, demagogia revestida con el contenido de los dinosaurios del sistema.
REVOLCADERO
Sobre las candidaturas independientes, la encuestadora Parametría levantó un estudio en donde halló que solo el 28 por ciento de los mexicanos confía en los llamados candidatos independientes; el 38 por ciento dijo no confiar y el 30 piensa que harían un mejor trabajo que los candidatos de partidos; el 34 por ciento considera que lo harían peor. Es decir, los mexicanos reciben con demasiadas dudas las candidaturas sin partido. El 51 por ciento dijeron no votar por un candidato ciudadano a la presidencia de la república; en tanto que el 42 por ciento dijo estar dispuesto a darle el voto. El 49 por ciento no daría el voto a un candidato a alcalde de cualquier ciudad. Sin embargo, sabemos que en Puerto Vallara se han hecho trabajos de la misma naturaleza y se detectaron condiciones que alientan la participación ciudadana. A manera de conclusión, los mexicanos tienen firme creencia de que en nuestro país la democracia puede funcionar sin los partidos políticos. ***** La noticia de la semana llegó a Puerto Vallarta desde Guadalajara. El regidor Migue Ángel Yerena Ruiz se va del PRD y regresa al PRI. Su nuevo compañero de bancada, adversario por cierto en la campaña pasada, Adrián Méndez lo dijo sin tapujos: siempre perteneció al partido. Naturalmente a los perredistas no les gustó la noticia. Quizá por ser el último de los regidores que ha representado al PRD y se les va. En Puerto Vallarta el PRD ha dado solo tres regidores, los tres de origen priistas y los tres han optado por separarse del PRD y regresar a su antiguo partido. Bueno, quizá lo mas justo es decir que el médico Luis Fernando Famanía Ortega se apartó del PRD pero no se incorporó al activismo tricolor.***** Mónico Cervantes Ruiz se reportó para contarnos algo de la marcha-desfile que su organización Parlamento de Colonias llevará a cabo este viernes 31de mayo. Espera juntar un centenar de manifestantes que caminarán de la plaza Lázaro Cárdenas a la plaza de armas. Que ya prepararon pancartas para expresarse en contra del gobierno municipal. Mónico es un ex panista que ayudo en la campaña a Ramón Guerrero pero que cuando se le pidió retirar una antigua demanda por despido injustificado no quiso hacerlo y prefirió perder la chamba.
