En la vecina municipalidad ocurren fenómenos curiosos, como la existencia de un presidente municipal, Rafael Cervantes Padilla, cuñado del candidato priista, pero defenestrado por su equipo de campaña, por la familia y por el PRI. Debe ser triste el caso de Rafa Cervantes. En la pasada campaña, compitió por el PAN, apenas tomó protesta como alcalde regresó a su viejo partido, el PRI. Su cuñado, José Gómez aspiró a la candidatura por el PRI pero lo sentaron. Ahora, un cuñado es alcalde y el otro aspira a relevarlo. Los dos ahora son priistas. En otros tiempos, estaríamos ante “el primer priista de Bahía de Banderas”, activo importante del partido, figura preponderante en todos y cada evento político del PRI. En cambio, Cervantes Padilla es una figura detestada y rechazada, condenada a permanecer en el rincón del viejo edificio que alberga su oficina en Valle de Banderas. Los mismos que lo aplaudieron cuando saltó al PRI, que decían se convertía en el priista más influyente y ayudaría al PRI a regresar al poder, se encargan ahora de tacharlo como el engendro del mal que daña a José Gómez.
Los detractores de Gómez Pérez lo ubican como un títere impuesto por quienes representan lo peor de Bahía de Banderas. Suena normal que Paniagua así lo escriba. Al fin y al cabo son adversarios. Paniagua era una especie de cacique del PRI y sus porristas presumen que Gómez no busca ayudar a la gente sino enriquecerse desde la alcaldía y cuidar desde esa posición a su cuñado Rafa Cervantes. Nadie pone en tela de duda lo otro, la de ser una candidatura producto de la imposición. Eso también encaja dentro de la normalidad priista. Paniagua se benefició en su momento de la antidemocracia priista y a ello le debe haber sido dos veces alcalde de Bahía de Banderas. Al dicho de los fans de Gómez también se enriqueció en las dos veces que fue alcalde.
Cuando en el PRI todos los aspirantes se rascaban las vestiduras, en la campaña institucional, lo priistas juegan a la existencia de encuestas, indicativos o sondeos de preferencia electoral. De acuerdo a tales, Gómez va arriba. Es la misma argucia impuesta previo a su designación. Nunca pudieron demostrar el dicho de que el motejado “che ché” era más popular que Paniagua, que Omar Reynoso, que Héctor Santana, que todos los priistas.
La primera mitad de las campañas ya se consumió y todo indica que los protagonistas serán Paniagua y Gómez. Se trata de dos figuras formadas con los vicios y defectos del priismo, por ende estrechamente vinculadas a ese partido. El tercero, Adrián Guerra se rezagó, aunque nos dicen que hay carteras abiertas con suficiente liquidez para gastar en la recta final. Como los del MC a este lado del río Ameca, que a su cierre de campaña ofrecieron la Banda MS, ya tienen acuerdo para una banda sinaloense de arrastre popular.
Nos platican nuestros amigos que los dueños del PRI se mueven en Bahía de Banderas con mucho sospechosismo. Se atreven a presumir que pudiera ser Bahía de Banderas una plaza negociada al más alto nivel de los partidos. Hay evidencias que permiten no descartar nada. El PRI impuso a un candidato vendido con engaños de ser muy popular. Dos semanas dicen lo contrario. La campaña de Gómez navega en aguas turbulentas en tanto que Paniagua Salazar trabaja y levanta. Quizá falten elementos como para considerar que Paniagua va adelante o que Adrián Guerra se queda atrás. Lo que es cierto, y eso se logra gracias a comparativos de sus respectivos eventos, la campaña priista no levanta como lo quiere su candidato.
A veces Gómez da la impresión de ser un candidato abandonado a su suerte por los líderes de su partido. Paniagua no es panista pero ya recibió la visita del dirigente nacional panista, Gustavo Madero. Tampoco es perredista pero el domingo pasado contó con el apoyo del presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano. Nos platicó un periodista, corresponsal de un diario nacional, que el peor discurso de los dirigentes nacionales fue precisamente el de César Camacho, que vino al inicio de la campaña y se fue para ya nunca regresar a Bahía de Banderas.
En la recta final, la campaña se encamina a tornarse violenta. Se configuran determinadas condiciones necesarias como para advertir que el discurso será más agresivo y que los simpatizantes de Paniagua y de Gómez, al cruzarse en una calle, estarán predispuestos a la agresión física. Por el momento la agresión si acaso raya en las amenazas todo dentro de un discurso tolerado. Los porristas del abanderado del MC se portan mas moderados. Quizá ese es el indicativo de que la disputa se cerrará entre priistas y paniaguistas.
Las brigadas priistas recorren el municipio con listados en mano de beneficiarios de programas sociales. Son las prácticas comunes en donde se les dice, se les engaña y se les amenaza de retirarles el apoyo en el caso de no votar por los candidatos del PRI. Los opositores acusan, se compran conciencias, se condicionan los apoyos y se compran los votos. Los aludidos responden con negativas. Son factores que construyen condiciones para la animosidad violenta.
El electorado de Bahía de Banderas maduró desde la elección pasada cuando ganó el PAN con Rafael Cervantes. Al asumirse como un autentico chapulín, Adrián Guerra paga las consecuencias. Con el antecedente de Rafael Cervantes, firmó ante notario que él no se erigirá en otro chapulín que saltará de regreso al PRI. El notario que protocolizó su compromiso fue Jorge Armando Bañuelos Ahumada, el procurador de justicia en el sexenio de Antonio Echevarría Domínguez. Un detalle pequeño e insignificante, el de aparecer el notario nativo de Acaponeta, puede decir mucho. Compadre del ex gobernador Echevarría, Bañuelos Ahumada puede decirnos que el apoyo del concesionario de la Coca Cola está ahora del lado de Paniagua y ya no de Adrián Guerra, su antiguo protegido.
Estamos pues ante una disputa electoral que raya en el fanatismo. No es fortuita pues, Bahía de Banderas es la joya de la corona en Nayarit, el municipio más próspero del estado y el que después de la capital administra el más alto presupuesto. Eso sin considerar aportaciones extraordinarias, ingresos propios distintos adicionales, representado por nuevas y millonarias inversiones. Esa es la razón del choque protagonizado por dos facciones de priistas, quienes permanecen leales al partido y los que se fueron de la mano de Héctor Paniagua. La figura más representativa del PAN, Adrián Guerra se fue al MC, partido que apuesta a cerrar campaña sin reparar en gastos.
REVOLCADERO
Dice el dicho que para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo. Pepe Castañeda, locutor oriundo de Tecuala es candidato del PRD-PAN en la demarcación de San José del Valle. En la misma población, el PRI registró a Isabel Amaral Plata, “Chabela”, como es conocida la ex regidora; también nació en Tecuala, para ser más preciso en el rancho Los Sandovales. Pues bien, el paisano señala a su paisana de ser quien en campaña pide votar por el PRI bajo la advertencia y amenaza que si no, se acabarán los apoyos de los programas sociales, como el “70 y más”. La acusación la tomó Héctor Paniagua, el antiguo jefe político de Chabela Amaral.*****Por cierto, en Bahía de Banderas acusan a priistas ligados y enviados por el dirigente local del tricolor, Gustavo González Villaseñor, como quienes se encargan de aplicar las tácticas de amenazar con los listados de programas sociales. La gente de Gustavo, diputado local acá en Jalisco trabaja estrictamente con los adultos mayores y todos los habitantes que tienen el privilegio de los programas sociales del gobierno federal. Allá en el municipio vecino, el enviado del CEN priista es el amigo de Gustavo, Antonio Lugo Morales. En el trienio 2003-2006, cuando González Villaseñor fue alcalde de Puerto Vallarta, Lugo Morales fue primero director del Fideicomiso Puerto Vallarta y luego secretario general del ayuntamiento.****** El proceso electoral en todo Nayarit ha sido tan manoseado que se solicitó al Instituto Nacional lectoral, el INE antes IFE, analizar la posibilidad de erigirse en Oficial Electoral y ejercer nuevas facultades para impedir la intromisión de elementos ajenos a las campañas. El elemento nocivo mas señalado es el gobierno del estado, particularmente el fiscal general, Edgar Veytia. El consejero del INE, Marco Antonio Baños tiene en su agenda una visita a Nayarit esta misma semana y de inmediato se tomará la decisión.