Del otro lado, los 15 mil 549 ciudadanos que acudieron a emitir su “voto”, es un número que los deja satisfechos. Los pronósticos más conservadores se movían en cifras que oscilaban entre los ocho mil votos aunque los mochilistas menos optimistas daban un número mas bajo.
Hay un dato que no acaba por asimilarse. Aunque bajo el escrutinio de un sector de empresarios, el proceso es un ejercicio pensado y planeado desde la administración de Ramón Guerrero Martínez. El objetivo no se fijó en obtener un voto más arriba de la mitad del total. No. La preocupación siempre fue contabilizar miles y miles de papelillas, cinco, ocho mil, diez mil, quince mil, el número de votos mayor.
La consulta es pues un ejercicio de casa. Lo sabían propios y extraños, también los adversarios políticos, por las mismas razones que desistieron intervenir. El “si” iba a ganar, y por mucho al “no”. El equipo de asesores de Ramón Guerrero asume las cifras como potenciales votos duros, votos amarrados, leales y fieles que refrendarán el apoyo a su gestión en las elecciones constitucionales del año próximo.
Hasta la elección pasada, los que saben de política local, sostenían que el Partido Revolucionario Institucional mantenía su voto duro en cifras que rondan los 15 o 20 mil votos. Puede ser mayor ese número. Los 15 mil 549 “votos” del domingo colocan en posición alentadora al Movimiento Ciudadano. Con esas cifras, si se trata de competir por un “voto duro”, mantienen una posición que rivaliza con el Partido Acción Nacional
Ahora, la consulta ciudadana fue un extraordinaria ejercicio para las huestes mochilistas. Se pensó, sí en ganar, también en acarrear miles y miles de votos. Pero se planeó como un modelo de experimento el que deberá afinarse para cuando se llegue el día de las elecciones constitucionales. Claro que fue una “elección” propia del gobierno y de su partido. Las reglas así se diseñaron. Tampoco se falta a la verdad establecer como una verdad que el MC puso en movimiento una maquinaria electoral cuyas estructura se basa en funcionarios municipales. Son esos componentes los que hicieron posible humillar al PRI y al PAN en la pasada elección. El domingo practicaron estrategias pensadas desde una posición de privilegio, desde el poder político municipal. Esos mismos operadores serán los responsables de diseñar ese artesanal de estrategias electorales para la siguiente elección.
Entonces, no hay nada oculto ni secreto por descubrir. Tampoco hay engaños ni simulaciones. La consulta pues, fue ejercicio no pensado en satisfacer caprichos personales y menos de los adversarios políticos. El fin primero tiene que ver con ejercitar estrategias diseñadas y al final, se refleja satisfacción en el grupo compacto del alcalde.
Semanas atrás en este espacio se daban pormenores de la importancia adquirida por el batallón de coordinadores de sector que se mueven desde el área de Participación Ciudadana. Bajo la tutela del titular de dicha dependencia, Diego Franco, coordinados por Santiago entena Ulín, se trabaja en perfeccionar todo lo que tiene que ver con políticas electorales. Todo el trabajo descansó en esa estructura. Se fijaron metas de reclutamiento en colonias. Se les estableció mínimo de líderes vecinales para adoctrinar. Al final, se delinearon zonas geográficas y para el domingo, se asignaron “casillas” a cada coordinador.
En ningún momento el autor ha tenido algún tipo de acercamiento, diálogo y comunicación con el aludido Diego Franco. Pero sabemos que por el pasa buena arte de la responsabilidad de las estrategias, de mapacherías electorales. No lo sabemos pero nos quedamos con la idea de que el señor debió irse a dormir el domingo con la satisfacción de haber cumplido. Seguramente el alcalde lo felicitó y también a Centeno. Nada hicieron para el contentillo de quienes saben van a criticar todo el color naranja. Se sometieron al plan preconcebido para su lucimiento personal y para alegrar el día a sus superiores, particularmente al evaluado Ramón Guerrero Martínez. En el discurso nocturno, se los dijo el alcalde, al gritar que se cumplieron las expectativas.
Cierto es que los números son fríos. Pero ahí están y las avalaron los empresarios comandados por el capitán Enrique Trón. El 94 por ciento le dio el sí” a Ramón Guerrero. El 4 por ciento, le dijo “no” y el 2 por ciento de quienes se distrajeron en su domingo anularon su papelilla. Son números útiles y fáciles para el manipuleo. El 8 por ciento de los ciudadanos empadronados se acercaron a los centros de votación. Son números que dicen mucho o nada dicen. Aplican criterios personales, unos motivados por la desbordada pasión de echar porras, otros por la fija obsesión, fobias y filias personales contra la administración municipal.
Quién sabe si los operados políticos tomaron en cuenta un dato propio de estos tiempos de las tecnologías que tienen que ver con las redes sociales. Seguramente sí. En el transcurso del día, desde las comodidades de una casa u oficina, se mantuvo la cascada de críticas y descalificaciones a la jornada. Era de esperarse. Abundan quienes manipulan sus equipos como juegos de niños recién comprados por papi y se erigen en paladines de la democracia y defensores de la libertad de expresión. Nada contra ellos. Tienen todo el derecho de hacer su juego y debemos ser solidarios con ellos. Nos ganan el respeto quienes tienen la capacidad para analizar escrupulosamente los escenarios pero quienes se conducen cual macho de varas nos invitan a no leer sus sesudos análisis.
Si se pensó en mantener viva, vigente y en mente de todos la marca “mochilas”, quizá ese fue el mayor logro. Como dicen los expertos, la marca “mochilas”, el nombre del alcalde y su jornada de consulta fue viral el domingo. Los opositores al gobierno municipal se dieron gallo. Cumplieron lo suyo. Nadie esperaría aplausos ni porras. Al final, también ayudaron a revivir la marca de la casa naranja.
REVOLCADERO
Y bueno, ya decíamos que la consulta del domingo fue una oportunidad para el lucimiento personal del batallón de coordinadores de sector que comanda Diego Franco desde la dirección de Participación Ciudadana y que a ellos se les asignó la responsabilidad de mover tantos mas “electores” fuera posible a la casilla bajo su responsabilidad. En Ixtapa, a Víctor Manuel Aréchiga, el motejado “cachis”, le dieron las dos casillas de Los Tamarindos. Ahí el muchacho contó 514 “votos”. En Las Juntas, Diego Franco tiene a una estrella, pero en decadencia, en la persona de Marina Ramírez. Por la casilla de la dama pasaron 373 ciudadanos a “votar” y en la casilla de la cancha deportiva “la leña” de la colonia San José, otros 103 sufragantes. Aquí le sobraron 97 papelillas del talonario que le entregaron. ***** En la casilla de El Colorado, una hora antes de cerrar, contaban 297 votos. Esta casilla es parte del feudo del regidor mochilista Oscar Avalos Bernal. En la suma total, en Las Palmas, se contabilizaron 1053 ciudadanos que concurrieron y de estos, apenas 35 “votaron” en contra del alcalde Ramón Guerrero. La inmensa mayoría de los palmeños le dieron el sí” al alcalde y quieren que se quede a gobernar Puerto Vallarta. El regidor contó con la asesoría personal del contador Ricardo René Rodríguez Ramírez. El titular de Catastro Municipal hace méritos para convertirse en un as del equipo de asesores político-electorales de Ramón Guerrero, entregó buenas cuentas a su jefe político.****** Ya entrada la noche nos llamó la atención una felicitación de Enrique Alfaro Ramírez al alcalde Ramón Guerrero Martínez. El hombre fuerte del Movimiento Ciudadano, poco las de las diez de la noche, escribió: “Hoy Ramón Guerrero cumplió su palabra y le dio la cara a sus ciudadanos gobernar no es sencillo y sé que ha sido un reto difícil, por eso me da gusto que los vallartenses respalden a su gobierno ratificándolo. Dejo una pregunta al aire: si fuera cierto todo lo malo que se dice del gobierno de Ramón ¿por qué los ciudadanos buscan su continuidad”. Listo su mensaje, digno para los mas sesudos análisis políticos, de amigos y enemigos.***** Y el arroz prietito de la jornada. El caso de Héctor Gallegos y su charla con alguien que le jugó chueco, a hurtadillas grabó una supuesta charla informal y la difundió. Ya Gallegos sabrá quién hizo tal acto. Lo cierto es que, en momentos de confianza, aun sea falsa o simulada, somos capaces de soltar expresiones de toda naturaleza que suelen causar incomodidades. Se asuma o no en defensa de Gallegos, como Enrique Alfaro, dejamos una pregunta al aire: ¿Quién en algún momento no se ha expresado mal de su jefe o patrón?
