En Ixtapa, salida a Las Palmas no hay unidad deportiva. González Villaseñor simuló eso al llevar viejos armatostes de fierro enmohecido, instaló los aros de porterías de futbol, compactó parte del terreno, acudió a un acto de inauguración y nunca regreso al sitio. No hubo trabajo de promoción deportiva, ni mantenimiento ni deportistas a practicar deporte alguno. En semanas, el terreno volvió a regresar a su origen, un potrero de verdes hierbas donde pastaba ganado suelto. En los siguientes seis años, Javier Bravo Carbajal y Salvador González Reséndiz jamás voltearon su vista al conflictivo terreno. Los dos sabían que lo de la unidad deportiva fue más que un capricho de Gustavo González. Supieron a tiempo que ahí hubo un trueque cuyos réditos se contaron en millones.
En ese terreno, parte del inventariado patrimonial del municipio, ya con un gobierno distinto al PRI, el terreno se convirtió en talleres y depósitos de una constructora. Parte del mismo tiene uso para actividades dispuestas por el gobierno municipal.
El pasado lunes 27, varios regidores de oposición llamaron con cierta prisa a los reporteros para una rueda de prensa. Denunciaron un presunto desvío de recursos municipales. Con lujo de detalles describieron, imágenes en mano, que en el terreno municipal se armaron estructuras que luego eran transportadas a una finca propiedad de la familia del regidor por el Movimiento Ciudadano, Luis Ernesto Munguía González. En esta propiedad privada, las mamparas de fierro eran revestidas con propaganda política del MC.
Aquel fue el escándalo de la semana. La principal acusadora fue otra vez la ex regidora del MC, Susana Carreño, ella si enemiga actual del regidor emecista, del alcalde Ramón Guerrero y de todo lo que lo que huela y vea color naranja. Naturalmente, el señalamiento mereció el respaldo en cascada de todos los regidores opositores, de priistas y panistas.
Primero, bien dice el dicho que, cuando se enojan las comadres surgen las verdades. Se sobreentiende que Luis Munguía es visto por Susana Carreño como un enemigo, en razón de la cercanía de éste y su probada lealtad al alcalde Ramón Guerrero. Quien sabe si existe en la cabeza de Susana Carreño odio o un amor irreconciliable con los naranjas. Sin embargo, y después de ser dócil y fiel colaboradora de Ramón Guerrero, ahora batea a todo, sin ver si son bolas o strikes, a fin de conseguir sus deseos de hacerles la vida pesada.
Ahora, mas allá de filias y fobias personales de la regidora Susana Carreño, o de entender perfectamente el juego y la función de los regidores de oposición, del panista Humberto Muñoz Vargas o los priistas, Miguel Ángel Yerena Ruiz y Adrián Méndez, lo innegable es la existencia de indicios que presumen un hecho ilícito.
Los señalados, la autoridad municipal en su conjunto están obligado a responder y aclarar el embrollo. Luis Munguía se tardó 48 horas en dar su parte. Es una estrategia recurrente en el alcalde Ramón Guerrero y a él sí que le ha dado resultados, tantos que ahí está de presidente municipal. Para el señor Munguía, todo se reduce a cuestiones mediáticas, azuzado y creado por su ex amiga Carreño. En razón de haber sido pillados personal y vehículos del DIF, la titular de este organismo deslindó culpas a su subordinado, José Adolfo López Solorio, director del DIF. El director de Infraestructura, Héctor Gabriel Chairez Muñoz fue más breve y dijo que solo prestó el terreno de la unidad deportiva a trabajadores no municipales. El subdirector de la Oficialía Mayor de Padrón y Licencias Javier “El Culichi” Navarro fue el único en hacerse ojo de hormiga.
Una de las exigencias de los regidores de oposición se cumplió a cabalidad. Se informó en un boletín de prensa de la orden expresa a la Contraloría del municipio de investigar el supuesto desvío de recursos públicos.
En lo último vemos una relativa relevancia. Históricamente hemos podido constatar que la Contraloría y su titular de cada tres años sirven para lo mismo, para nada y para nada. El contralor se convierte, apenas es nombrado, en un firma papeles y a la menos instrucción encubre a todos. Si Luis Munguía ya dijo que él no sabe nada y que él no es dueño de la finca de la calle Juárez, sino su padre, entonces, si acaso el único delito a probársela es haber puesto su cara y posado al lado de los armatostes ya revestido con propaganda color naranja. De una vez podemos adelantarnos, ese será la conclusión de una escrupulosa investigación. Nada distinto será el resolutivo a los que en su momento trabajó Miguel Ángel Rodríguez Curiel en los gobiernos priistas.
Es decir, en esto no habrá acto ilícito alguno y en el hipotético caso de que así sea, no habrá regidor ni funcionario municipal responsable. Los malos serán trabajadores ajenos al municipio.
Que nadie se haga, así es esto y la apuesta es doble contra sencillo. La regidora Susana Carreño saciará un poco su sed de venganza por los desdenes y mentadas recibidas de sus ex amigos mochilistas. Los regidores de oposición quizá habrán mermado en algo la popularidad del MC y sus figuras.
REVOLCADERO
Motivado, aunque motivación negativa, por un escrito anterior, dialogamos en breve con David de la Rosa Flores. Naturalmente, por haber sido el anfitrión del desayuno mañanero del domingo 26, fue aludido. Aquel domingo, nos precisó el dato, acudieron 420 mujeres, la mayor parte de la zona rural. Fue un desayuno de mujeres cetemistas, no ofrecido a Andrés González Palomera, el virtual candidato del PRI a la alcaldía. Admite David su cercanía con el jerarca de la CTM, Rafael Yerena Zambrano y nos añadió que en ese trabajo ha afiliado a esa central obrera a decenas de mujeres. Y que fueron las mujeres, quienes le pidieron invitar a desayunar a Yerena para hacerla una petición: que el último camión a Las Palmas, el de las once de la noche, entre a los poblados y ya no baje a las pasajeros a orillas de la carretera.****** Ahora, le reiteramos nuestra posición al buen amigo David de la Rosa Flores. No hablamos de si quiere o no ser delegado que además, ni siquiera la preguntamos tal. Al buen entendedor pocas palabras dice el viejo refrán. A iniciativa nuestra se le expresó que para nada nos es desagradable que él sea regidor y es suficiente razón ser ixtapense, paisano y vecino. Si tiene espacio o no en la futura planilla del PRI, qué bueno. Y si gana su partido la elección y eso lo convierte en regidor, que mejor. Pero esto último dependerá de los vallartenses, de ninguna forma será fruto de caprichos personales. Ser regidor, quizá dependa de Yerena, de Gustavo González, de Andrés González Palomera, de los dueños del PRI. ****** Vaya, el ex secretario general del ayuntamiento acá en Puerto Vallarta, Antonio Pinto Rodríguez hace ruido allá en Zapopan. Le renunció al alcalde Ramón Guerrero Martínez para regresar a su ciudad natal y construirse su candidatura a la alcaldía. Pero no por el MC sino por el Partido Acción Nacional. Pero se le está cruzando el empresario metido a panista en la década de los 90, Guillermo Martínez Mora. El diputado local, por cierto asediado por el partido y los panistas cuando apareció en el congreso local como miembro del grupo “G10”, de mayoría emecistas, quiere otra vez ser candidato en Zapopan. Nos llama la atención el tema porque nos resulta curioso que un colaboradora de un alcalde emecista acuse a un panista de ser aliado del MC. Y doblemente curioso es que los aliados del Toño Pinto señalan a Eduardo Rosales Castellanos de apadrinar a Martínez Mora. Caray, en sus tiempos de secretario general del ayuntamiento, Toño Pinto vivió su más tórrido romance político con Lalo Rosales. Y de regreso los dos a Zapopan, son rivales. Así son los tableros de la política.******** Los sabuesos de la Fiscalía General de Justicia del Estado, los elementos de la Fuerza Única Regional, los polis de elite de Aristóteles Sandoval ya descubrieron el hilo negro. Una balacera el pasado fin de semana en Chacala, cuyo saldo extraoficial es de un muerto y ocho detenidos, les permitió descubrir una narcocofosa en los siguientes días y al parecer ahí se sepultó el regidor Juan Carlos Gordián Ramos el apodado “el búfalo”, levantado la segunda semana de junio. También en aquel vecino municipio de Cabo Corrientes asesinaron hace unos días al ex alcalde Carlos Alberto Orozco Madrigal. Allá mismo desapareció otro regidor y decenas de pobladores han sido asesinados. Los lugareños poco hablan de esos temas por miedo. Fuera del municipio todos les hemos restado importancia. Pero en Cabo Corrientes, cuidando sus debidas proporciones, sus habitantes no llevan una vida muy distintas a esas ciudades y poblados de Guerrero o Michoacán, de lo que mucho hemos leído en las últimas semanas. No es la única ni será la última narcofosa que hallen en los cerros cercanos a El Tuito. Tampoco Cabo Corrientes es el único municipio donde, como en Guanajuato, la vida no vale nada. O más bien, tienen la vida en manos de extraños.