Ante ello, los trabajadores preparan un mega paro de labores para este miércoles 09 de octubre, en caso de que el presidente municipal no acepte la solicitud de varios regidores –entre ellos dos del Movimiento Ciudadano, Susana Carreño y Humberto Gómez Arévalo—para convocar a una sesión extraordinaria este martes 08 y se someta a votación la suspensión momentánea del llamado Fideicomiso de Administración e Inversión entre el municipio de Puerto Vallarta y el Banco Banamex, en tanto se encuentra la figura jurídica correcta para revocarlo en otra sesión del pleno.
La solicitud fue entregada ayer lunes al presidente municipal a las 12:31 del día y se espera que en el transcurso de 24 horas (como lo marca la ley), es decir a las 12:31 de este martes, el alcalde de una respuesta favorable o negativa para llevar a cabo dicha sesión extraordinaria con carácter de urgente.
En caso de que exista negativa por parte del presidente municipal, Ramón Demetrio Guerrero Martínez, los trabajadores del municipio están dispuestos a realizar el paro de labores de manera indefinida, sobre todo porque acusan a su dirigente sindical, Gilberto Lorenzo García, de ocultarles información y de respaldar un acuerdo de cabildo en donde de manera falsa y dolosa se afirmaba que la idea de constituir un sistema de previsión social ya había sido esbozada frente a los representantes sindicales de los trabajadores, lo cual nunca fue aprobado por los burócratas en una asamblea sindical.
EL CONTRATO
El Mochilas ha estado mintiendo no sólo a los regidores del Movimiento Ciudadano, que el pasado 28 de febrero votaron por mayoría la creación de este sistema de previsión social a través de la figura de un fideicomiso de administración, sino que también le ha ocultado a los trabajadores el contenido del contrato que tanto él, en su carácter de presidente municipal, como el secretario general, Antonio Pinto Rodríguez; el tesorero, Samuel Octavio Pelayo Paz y el síndico, Roberto Ascencio Castillo, firmaron con el delegado fiduciario del Banco Nacional de México (Banamex) División Fiduciaria, Irán Concepción León Cárdenas y el apoderado especial de dicho grupo financiero, Carlos Arellano Clement, desde el pasado13 de agosto de este 2013.
El contrato, cuya copia simple está en poder del columnista, le da un amplio margen al fiduciario, en este caso a Banamex, para que el dinero de los trabajadores del Ayuntamiento puedan ser utilizados en fondos de inversión y que se usen para pagar los gastos inherentes a su propia administración; además de solventar la contratación de servicios de asesoría técnica y consultoría especializada, dizque para “el adecuado tratamiento financiero, fiscal y legal del Sistema de Previsión Social”.
Lo anterior quiere decir que Banamex tiene vía libre para invertir el dinero del fondo de previsión social en, por ejemplo, sociedades de inversión en instrumentos de deuda administradas u operadas por subsidiarias directas o indirectas de Banamex.
Asimismo, en instrumentos de deuda denominados en moneda nacional, que representen pasivos de Banamex y en operaciones de compraventa y o de reporte sobre valores a cargo del gobierno federal o instrumentos de deuda emitidos por instituciones de crédito nacionales.
LOS INCONDICIONALES
En este contexto, el Comité Técnico del Fideicomiso lo forman tres personas, al parecer Diego Franco (actual director de Participación Ciudadana y gente muy cercana al ex diputado panista, Abraham González Uyeda), Alejandro Villaseñor (un empleado de todas las confianzas del secretario general, Antonio Pinto) y por Juan Carlos Orozco (a) “El Pollo”, el joven de mayor confianza del Mochilas, importado de Guadalajara y quien actualmente es el Jefe de Proveeduría del Ayuntamiento vallartense.
Todo el contrato lo hicieron en lo oscurito, nunca se ponderó la posibilidad de que el Fideicomiso lo manejara otra institución bancaria diferente a Banamex, ni se consultó a los regidores para la conformación del Comité Técnico, mucho menos a los sindicalizados, quienes deberían haber tenido un representante en dicho Comité, pero no fue así.
El malestar de los trabajadores es general y va subiendo de tono, a pesar de que ayer lunes se hicieron algunas reuniones entre el alcalde y algunos empleados de aseo público para convencerlos de las bondades de un Fideicomiso, que ahora sabemos, se los metieron con camisa de fuerza.
Ayer trascendió asimismo, que El Mochila movilizó a sus directores para que advirtieran a los empleados sindicalizado que si participan en un paro de labores mañana miércoles, sería dados de baja o no tendrían los beneficios del “Sistema de Previsión Social”.
El enojo es tal, que algunos presumen que atrás del Fideicomiso está un familiar de Abraham González Uyeda, quien recibiría un pago mensual a cargo del dinero de los burócratas.
DINERO MANOS LLENAS
El dinero ya se está utilizando, porque, insistimos, el contrato se firmó el 13 de agosto y en su cláusula vigésima señala que el fideicomitente (Ayuntamiento) pagaría 25 mil pesos por la constitución del Fideicomiso, además de una cantidad fija anual de 72 mil pesos mensuales por el manejo del mismo.
Lo anterior, sin contar lo que se le pagará a los asesores y consultores externos, pues esta información no ha sido revelada por el alcalde ni por los miembros del Comité Técnico, quienes está obligados –según el mismo contrato—a presentar un informe mensual sobre el estado que guarda el Fideicomiso, el uso que se le ha dado al dinero y cuánto ha ingresado al fondo de previsión social.
El contrato hay que analizarlo con lupa, ya que al parecer habrá un manejo discrecional de los recursos y se otorgarán a los trabajadores según su comportamiento (o preferencia electoral, vaya usted a saber) a través de un dispositivo electrónico denominado “Netkey Banamex” que manejarán las personas que instruyan los amigos del Mochilas (El Comité Técnico), quienes serán los responsables de hacer la dispersión del dinero a las personas que estén en un registro llamado “lay out”.
BANAMEX SE LAVA LAS MANOS
Y como previendo malos entendidos o el manejo discrecional del dinero, el mismo fiduciario, es decir, Banamex, sostiene en la cláusula quinta, número cuatro párrafo cuatro que “no será responsable de verificar los montos de las cantidades de dinero que en cumplimiento de las instrucciones del Comité Técnico, sean entregadas a las personas indicadas, ni será responsable de determinar a quién corresponden o no, ni quedará obligado a validar que los beneficiarios cumplan con las disposiciones legales que en materia fiscal puedan corresponderles” .
El fiduciario tampoco será responsable de verificar el destino que se asigne a las cantidades de dinero entregadas en cumplimiento de los fines del presente fideicomiso.
Y para que nadie pase por alto las ambiciones del Mochilas, la vigencia del fideicomiso, según el contrato, será del 13 de agosto del 2013, al 30 de septiembre del 2015, por lo que una vez llegada la fecha de terminación y en caso de que existan recursos líquidos, la propiedad de los mismos será revertida al fideicomitente.
¿Y sabe usted quién es el Fideicomitente?
Pues ni más ni menos que el alcalde, Ramón Guerrero; el secretario, Antonio Pinto; el tesorero, Samuel Octavio Pelayo y el síndico, Roberto Ascencio Castillo.
El Mochilas utilizó a la perfección a los regidores del Movimiento Ciudadano --que ya no hayan la puerta ante el escándalo—para que votaran casi a ciegas la creación de este mal llamado sistema de previsión social, ya que en su exposición de motivos presentada al pleno afirmaba que la duración del Fideicomiso sería indefinida, mientras que en el contrato, cerraron el trato hasta el 30 de septiembre del 2015, justo cuando termina su administración al frente del gobierno municipal.
Tontos otros que le creyeron y votaron sin saber los alcances de este negocio que ya está en manos del Mochilas, quien salió más listo que todos los regidores para meterles este gol, cuyas consecuencias son impredecibles, pero que podrían generar una parálisis en el gobierno municipal, si los trabajadores se van a un paro indefinido de labores.
Porque siendo sinceros, no creemos que Ramón Guerrero quiera soltar este negociazo y someta a suspensión el fideicomiso mientras se busca la forma jurídica de revocarlo
Él ya les ganó la partida y la partida de madre será para los trabajadores, a menos que suceda otra cosa… (Foto de www.prensaglobal.com)