Hace una semana estalló el escándalo de la Casa Ciudadana, que en el exclusivo fraccionamiento Las Gaviotas inauguró el MC. De Guadalajara se trasladó la plana mayor naranja, a la cabeza de ellos, Enrique Alfaro Ramírez, alcalde tapatío y seguro otra vez futuro abanderado del MC al gobierno del estado. El diputado local y ex alcalde, Ramón Guerrero Martínez y Arturo Dávalos Peña se dejaron ver juntos y posaron para las fotos. Se justificó la ausencia del diputado federal Luis Ernesto Munguía, del que dijeron “viene en camino” pero nunca llegó. En los minutos previos, en un hotel de Marina Vallarta, Alfaro y el alcalde sostuvieron un encuentro en privado y a dicho cónclave se les sumó el legislador local de mote “el mochilas”.
Para las seis de la tarde del jueves 30 todo era fiesta en la calle de Las Gaviotas. Las figuras públicas del MC llevaron a sus respectivos equipos de porra y de prensa y se multiplicaron los flashazos. Como en otros eventos de esta naturaleza, hubo operativo de seguridad, patrullas de tránsito y provocaron acaso algunas suspicacias.
En las siguientes horas, un alud de críticas inundó las redes sociales. Se daba difusión de algunas imágenes que mostraban algunos funcionarios municipales en aquel recinto naranja habilitado y pintado de color. Cesar Langarica Santana, de apodo “Lucas”, priista a ultranza y pocos como él, si se trata de mostrar la pasión por los de sus colores, encabezaba aquellas descargas.
Una semana después, el golpe dado provocó la suspensión de tres empleados municipales; Eugenio González Márquez, hermano del ex gobernador panista, Emilio González Márquez, quien desde 2012 cambió la vestimenta azul por la naranja. Hay otros funcionarios en capilla, uno de ellos, el dirigente local del partido, Gustavo Fong Patiño, que por aparecer en algunas imágenes en la residencia naranja ha sido llamado a rendir su testimonio en el proceso administrativo que realiza al contralor Fernando Peña Rodríguez.
En torno de la Casa Ciudadana del MC no podemos ni siquiera suponer que hay complots ni conspiraciones. Sí, coincidieron en el tema los medios de comunicación, pero arrastrados por el interés de darle cobertura en un tema del cual nadie podía eludir.
Sin embargo, se registró la activa participación de “Lucas”, un empleado estatal que hace poco fue el vocero del CDM priista. A lo largo de esta semana, ha presumido a sus amigos la hazaña de haber dado un “golpe” al MC, a Arturo Dávalos, a Enrique Alfaro, al “mochilas”, a todos. Nos enteramos, por tanta presunción del “Lucas”.
El amigo priista ha sido descuidado al vanagloriarse. Se ufana por haber manipulado a dos reporteras. Por respeto a ellas preferimos omitir sus nombres. Las dos son damas y de ambas supo aprovechar su enjundia. Una de ellas captó las fotografías, enteró de ello a “Lucas”, se las proporcionó, y éste, de inmediato puso en marcha una estrategia para darle uso político. Su plan fue guardar las fotografías y difundirlas solo después de la inauguración de la casa ciudadana, pues si se apresuraba, corría el riesgo de que el propio Alfaro cancelara su viaje. La reportera no atinó a reparar que lo suyo es el periodismo y no la política.
Hemos revisado el desarrollo del tema y hubo dos paquetes de fotografías difundidas en redes sociales. La tarde del martes, después de las cuatro de la tarde sin duda, Gustavo Fong, el regidor Guzmán y el regidor del mismo partido en Tomatlán, Francisco López, se tomaron algunas fotos. En una aparece un empleado pintado de color naranja en el traspatio de la casona. Es esa foto la que involucra al dirigente emecista. En descargo a su favor, dijo que se reunió en dicho domicilio con los regidores. De ahí planearon irse a festejar el cumpleaños de un periodista, del que nos han asegurado también estaba en el lugar y pudo ser quien hizo las tomas por las cuales Fong es uno de los funcionarios en capilla. La obsesión por la promoción gratuita, acaso su narcisismo y vanidad, ha golpeado la imagen del director de Fomento Económico Municipal y, también coordinador operativo del MC.
Entre las tres y cuatro de la tarde se captaron las imágenes donde aparece González Márquez y un camión de Servicios Públicos Municipales, equipado con grúa y escalera. Dicha unidad es parte del inventariado a disposición del área de Alumbrado Público en donde está al frente Aurelio “el yeyo” Ávila Vargas. Fueron a arreglar el alumbrado de la calle frente al inmueble. Se identificó y suspendió quince días al empleado de Planeación Urbana, Pedro Rafael Palomera García, el supuesto subordinado de “el yeyo”.
Son esas las fotografías que con inusual celo guardaba la reportera que acechó con instrucciones precisas a Enrique Alfaro el jueves 30 en Las Gaviotas. Lucas se ufanó con sus amigos haber sido el autor de “emboscar” a los emecistas con las fotografías que puso en sus manos aquella novicia reportera. Había material suficiente y en los siguientes días, descargó sus “cañonazos” en “el feis”.
Lo anterior son episodios rescatados de pláticas con los amigos de “Lucas” que a lo sumo tienen un valor anecdótico. No es de nuestro interés concluir exhibiendo como bisoños y pipiolos a dos periodistas. Lo relevante en todo caso es la existencia o no de un hecho capaz de tipificarse como un delito, el probable desvío de recursos públicos para una causa partidista. De menos habrá de desprenderse un fallo administrativo al cabo de 15 días, o en un máximo de dos meses.
No es nuestra tarea rastrear las huellas de los probables responsables. Ha sido unánime que todos volteen a ver a Gustavo Fong. Lo consideran, si no como quien ordenó o solicitó el apoyo para dar manita de gato al interior de la “casa ciudadana”. De menos pesa sobre él la sospecha de solapar la presencia de empleados municipales en horario laboral. Con el chino Fong no aplica eso de hacer fama y echarse a la hamaca. Apenas hace unos días nuestros amigos meseros de un restaurante de Marina Vallarta nos platicaron de la flojera de atender a Fong en su último cumpleaños. “No paga la cuenta… pero eso es problema del patrón. Lo que da coraje es que no deja nunca propina” dijo un mesero. Y si no gasta en sus alimentos ni diversiones, la probabilidad dice que no pagará a un pintor de brocha gorda si tiene posibilidad de solicitar “prestado” pintura y pintor.
REVOLCADERO
Y a más de una semana del arresto del fiscal sicario, Edgar Veytia Cambero, en Nayarit, las atenciones se centran en el gobernador Roberto Sandoval Castañeda. Nadie le cree su historia de no haber sabido de las actividades de su colaborador y compadre. Ahora se conoce que es un gobernador multimillonario, riqueza acumulada en su paso por la alcaldía de Tepic y ahora como gobernador. Hablan de ranchos, de miles de ganado de registro y que tiene “al tercio” otros miles de cabezas de ganado propiedad del ex gobernador de Chihuahua, Cesar Duarte. Entre broma y no, se empiezan a sospechar que los Duarte, el jarocho y el chihuahuense, le vienen guango al gobernador Cora. Vamos a tener que hacer escala ahí por los rumbos de La Virocha a ver qué actividades tiene “el sasasá” en un rancho por esa zona de San Blas. Del rancho de Sandoval, se puede tomar una carretera rumbo al poblado de Reforma Agraria hasta llegar a Huaristemba, por camino de terracería. Este es el poblado de Layín Ramírez, el candidato independiente a gobernador y amigo de Sandoval. Uno de los apadrinados políticos de Edgar Veytia y del gobernador es Layín. ****** Vaya, Héctor Gallegos de Santiago ya la va a entrar a la moda de los cumpleaños multitudinarios. Que esas fiestas, las de Javier Bravo, las de Rafael Yerena, o la de los hermanos González Reséndiz, cuando estos estaban en su apogeo político, las hará parecer chiquitas. Está preparando un pachangón en el lienzo charro El centenario, allá por los rumbos de Playa Grande para su próximo cumpleaños a celebrarlo el sábado 29 de este mes de abril. Eso sí, Gallegos dice que a él le festejan. Sin embargo, a juicio nuestro es una fiesta política pues los invitados no son necesariamente sus familiares, amigos compadres, conocidos. Más o menos al estilo del cumpleaños dos de la hija de “el mochilas”: la invitación es abierta a todo el público. ¿Qué, Gallegos cojea de la misma pata que el mochilas?... Ha no, eso sí quién sabe. Pero de que le imprimen el mismo sello a sus fiestas, sí, es cierto. Digan si no: habrá puerquito en el corral de toros, la misma receta que le encanta al “mochilas” en sus fiestas campestres; habrá bailongo, bebida y banda sinaloense, tambora y cornetas, música de viento pues, también todo del gusto de Ramón Guerrero. Si en gustos no hay diferencia, si caminan como patos, si caminaron de la mano en el PAN y en el MC, si uno ya es Morena y el otro para allá dice caminará, ni duda cabe, Gallegos y “el mochilas” son cuasi-hermanos.