Desde el primer momento nos dijeron que la fiesta sería en grande. Ya se pagó la renta por el rancho y corral de Playa Grande. Amenizará “una popular banda de Nayarit. Habrá unos marranitos, un poco de bebida y bailongo y será abierto a la población” se nos dijo el 5 de abril.
Dos semanas después, ya todo es público y los organizadores, en plan de promotores, se han lanzado en las redes sociales. Cual clásico baile masivo de cobro, el cartel indica que la sede será el lienzo charro de “El Centenario”, ubicado allá por Playa Grande. El cumpleaños de Gallegos fue este pasado viernes 14, “el viernes santo”. La fiesta para todo el pueblo será la tarde y noche del sábado 29 de abril.
No hay nada extraordinario en que una persona, un político también, festeje masivamente su cumpleaños. Pero si llama poderosamente nuestra atención que en este caso el festejado sea Héctor Gallegos. No hallamos tradición en él de festejar año tras año su fecha de nacimiento. En Puerto Vallarta son incontables los personajes que cada cumpleaños ofrecen a sus invitados verdaderos comelitones. Pero no recordamos a Gallegos haciendo este tipo de alardes ni a su amigo el ex síndico, Roberto Ascencio Castillo quemando las redes sociales con la circulación del cartelón de invitación.
De las últimas fiestas de políticos ofrecidas al público en general, nos acordamos del cumpleaños del diputado federal, Luis Ernesto Munguía. Más reciente fue el cumpleaños de una bebita, hija del diputado local, Ramón Guerrero Martínez. Al “mochilas” le gusta la fiesta y probablemente herede ese gusto a la cumpleañera que fue obligada a ver de pronto rostros que en su vida había visto. El legislador quiso ganar puntos de popularidad en su locuaz aventura de pretender ser otra vez alcalde de la ciudad. Munguía por su parte contrató a la popular banda Vaqueros Musical, la misma que se anuncia para la fiesta de Gallegos.
Hasta hace unos pocos meses Gallegos compartió color de camiseta con “el mochilas” y Munguía. No sabemos si lo de su fiesta popular lo aprendió de los diputados naranjas pero sin duda actúa sabedor de que dicha estrategia ayuda a elevar índices de popularidad.
Vista desde fuera, se queda la percepción de tratarse de un gigantesco despilfarro de recursos en la fiesta del cumpleaños de un político que intenta forjarse la imagen de austero y humilde. Si se trata del cumpleaños de un Rafael Yerena, de los hermanos González Reséndiz, de Fernando González Corona o de su esposa Eva Contreras, pasa. Pero estamos hablando del contador Héctor Gallegos que se erige como hombre de izquierda, enemigo del despilfarro y de cualquier gasto excesivo de dinero público o privado.
Sin embargo, basta recurrir a la memoria para entender de qué se trata la fiesta masiva de Gallegos. Hará cosa de dos décadas, solía confesar que su sueño era ser presidente municipal de Puerto Vallarta. Hoy está más vivo que nunca ese sueño y no se oculta para decirlo. “Solo estoy haciendo mi trabajo y si se da, que bueno. El proyecto va muy bien y claro que puede haber una oportunidad (de ser candidato por Morena)” nos dijo a pregunta ex profesa sobre el tema.
De antemano, sabíamos que Gallegos guardaría silencio y deslizaría a sus amigos las explicaciones sobre el financiamiento de su fiesta. No es un gasto menor ofrecer carnitas, birria, cualquier platillo, a varios cientos o miles de personas. También se les debe invitar un traguito y ruidito. La música contratada, Vaqueros Musical, no te cobra tres o cinco mil pesos por hora. Es una banda cotizada y su tarifa de cobro se cuenta por decenas de miles de pesos por presentación. Hay una segunda banda anunciada en el cartelón, “banda La Tierrona”.
En la parte superior del cartelón se hallan respuestas a las preguntas sobre el origen del dinero. A la izquierda de Gallegos está el abogado Roberto Ascencio. Con ellos están los amigos del festejado
De los que con alegría sacaron unos billetes para engordar la polla y sufragar los gastos anotamos a personajes como Jesús Estrada, presidente de un colegio de abogados, la maestra María Elena Curiel Preciado, la abogada Sara Mosqueda, Joel Zavala, David González y el médico pediatra, algunas vez regidor por el Partido Acción Nacional, Gerardo Navarro. Aportaron algunos universitarios, empresarios poco conocidos y empresas, de las cuales podemos citar Constructora Careyes, Rejacom S.A. de C.V.
Entonces, se trata de una fiesta política, con ruidito, traguito y taquito, muy al estilo de los banquetes del famoso “Layín” de San Blas. Habrá puerco, banda y baile. Nada de discurso del cumpleañero, “no, solo es mi cumpleaños, no es tiempo electoral”. Éste –Gallegos- dijo no saber nada de gastos; del rancho: “no sé, alguien lo consiguió rentado”; del origen del dinero: “no sé, lo están organizando mis amigos”.
Si se cumplen caprichos, sueños y pronósticos, el futuro de Morena se antoja será divertido. Quizá vamos a ver a un Héctor Gallegos abrazado de Salvador Cosío Gaona, uno de los aspirantes de Morena a ser candidato a gobernador. Y si no, tal vez Gallegos se le abrace al empresario farmacéutico, Carlos Lomelí Bolaños, “el financiero” de su archienemigo político, Ramón “el mochilas” Guerrero. Lomelí proveyó de medicina para las llamadas “farmacias de barrio” que en tiempos de campaña abrió “el mochilas”. Hace un mes, justo el 16 de marzo, el empresario anunció que del MC se va a Morena. Desde hace meses, “el mochilas” ha presumido a periodistas de Guadalajara que también se va a Morena. Aquí Gallegos ha insistido que Ramón Guerrero tiene las puertas cerradas en Morena, pues ahí “no hay espacio para los rateros”. Chava Cosío por su parte, es hijo de don Guillermo Cosío Vidaurri, quien era gobernador cuando las explosiones del drenaje en el barrio de Analco de Guadalajara. El dos veces diputado por el PRI en el distrito con cabera en este puerto, adquirió notoriedad entre los priistas dizque por escucharlo decir “papá yo quiero…” de cuya frase se desprendió el apodo de “el papayo”. Los dos personajes, Lomelí Bolaños y Cosío Gaona, del PRI pasaron por el PRD y saltaron ahora al MC. Chava Cosío hizo inclusive escala en el Partido Convergencia, el partido semilla del MC.
REVOLCADERO
Pues nada, que José Gómez Pérez hizo de su petición de licencia, aprobada el martes pasado---- su más grande finta política y el sábado, regresó al pleno del Cabildos y sorprendió a todos pidiendo revocar su licencia; anunció su reincorporación al frente del gobierno municipal. Quienes esperaron la ratificación del acuerdo y se prepararon para cobrarle facturas a José Gómez en campaña, se quedaron con las ganas. Los que apostaban por Gómez en un round electoral cara a cara con Héctor Santana se decepcionaron con la reculada del “cheché”. Desde las esferas más altas, hubo presiones, primero en el PRI y luego a las dirigencias del PVEM y del PANAL, obligando el cierre de puertas e impedir el registro del michoacano Gómez. Una candidatura de Gómez, por el cualquier partido, pulverizaba el voto priista y abría posibilidades a los adversarios, particularmente al aliancista, Jaime cuevas Tello. El PVEM y el PANAL son asociados políticos del PRI y le dieron el portazo a Gómez.****** Hace dos o tres semanas varios de nuestros amigos nos platicaron de sus movimientos para demandar mejores precios a su producción del grano de sorgo. Es una lucha de cada año, pues su sentir es que los roban al pagarles un costo bajo por kilo. Las tierras del norte de Nayarit, Acaponeta y Tecuala tienen fama de producir el mejor grano. Pero el precio no es el deseado. Unos de estos días tomaron hasta la caseta de la autopista Tepic-Mazatlán. El sorgo de concentra en unas cuantas manos, intermediarios que compran la producción, todos también agroproductores de la región y conocidos de los pequeños agricultores. La cosas se les puso color de hormiga ahora que a principios de la Semana Santa fueron enterados que por cada tonelada debían aportar 40 kilos de sorgo por concepto de “facturación”. Los compradores de sorgo habían sido los primeros en ser notificados por escrito. El documento contiene las firmas de dos funcionarios estatales, uno Víctor Manuel Salcedo, titular del Comité Estatal de Sanidad Vegetal. La segunda firma es de… Edgar Veytia, el fiscal que días atrás fue detenido en San Diego y se le procesa en una corte federal de Nueva York bajo acusaciones relacionadas a las drogas, a la delincuencia organizada, al narcotráfico, a todo eso. No es mentira que los campesinos reniegan del gobierno, acusen al PRI de haberlos abandonado y se quejan de Manuel Cota Jiménez, el dirigente nacional de la CNC y candidato a gobernador. Así ya es casi imposible que el PRI gane las elecciones de junio.***** Y hablando de “comisiones” que se adjudican “a la brava” funcionarios públicos o políticos, nos acordamos de un tema que con alguna frecuencia se platican entre nuestros amigos agroproductores de Las Palmas y la región. Nos dicen que el titular de Fomento Agropecuario, el ex regidor Oscar Avalos Bernal, le entró al negocio del coyotaje y sirve de intermediario a un grupo de “compradores “de tierras, enviados por la empresa Vidanta. El también presidente del ejido en dicha comunidad se encarga de convencer a los dueños de las parcelas para que vendan a los “empleados” de la empresa de Daniel Chávez, el desarrollo Mayan. Se llevará una comisión millonaria. Su trabajo es conseguir tierras en esa zona pero deben ser parcelas pegadas al río Ameca. Vidanta ya es dueña de casi las dos márgenes del río, desde la playa y desembocadura del río, pasando por Jarretaderas, las Juntas, la zona de Ixtapa y en unos años quieren apoderarse de todas las tierras, hasta allá por El Colomo y Tebelchía. Si de Las Juntas a la playa, todo ha sido privatizado y no hay paso ni al río ni a la playa, a ese paso todo el rio Ameca, hasta la presa, habrá avisos de “prohibido el paso (al río)”. A cambio de “comisión”, Oscar Avalos Bernal solapa y apoya al emporio hotelero y será a él a quienes le reclamen si se venden parcelas y río.