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Lunes, 24 Julio 2017 03:54

Tras ser rescatado de su alcoholismo, hoy El Pitas traiciona a Dávalos

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Por Gerardo Sandoval Ortiz

La promesa de una regiduría fue suficiente para “embriagar” de contento a Javier Pelayo Méndez, “el pitas”, que ayer presentó su escrito de renuncia “por motivos personales” a la delegación municipal de El Pitillal. A media tarde, ya el secretario general de gobierno despachó en la oficina de dicha demarcación y revisó la entrega del despacho avisando que el nuevo encargado sería Antonio Gutiérrez.

El autor de la “oferta” es el diputado local, Ramón Guerrero Martínez, es una historia más o menos similar a la de Víctor Manuel “el cachis” Aréchiga, quien abandonó la delegación de Ixtapa agradecido con “el mochilas” porque le juró convertirlo en regidor y le prometió pagarle una mesada para trabajar como su peón.

Parece que fue ayer cuando “el pitas” regaba el pasto y las plantas de ornato en la unidad deportiva municipal La Lija cuando vio de reojo bajar de un vehículo a Guillermo Salcedo Contreras, Santiago Centeno Ulín y Ricardo René Rodríguez Ramírez. Condenado a ser un empleado municipal de quinta, un simple trabajador encargado de dar mantenimiento, regar, limpiar y barrer aquellos campos deportivos, a “El Pitas” le brillaron los ojos cuando lo invitaron a unirse al proyecto del grupo que impulsaba la precandidatura a la alcaldía de Ramón Guerrero por el PAN. Poquito le faltó para tirar la escoba y dejar la manguera del agua sin cerrar y subirse con los tres futuros naranjas para del campo irse a vestir de azul. A sus amigos priistas les decía en esos tiempos estar agradecido con la chambita en los gobiernos de Gustavo González, Javier Bravo y Chavita González. “Pa que me quejo, me paso más tiempo aquí en la hamaca y me pagan” platicaba a sus amigos. Aquellos tiempos fueron de 2004 al 2012.

Los tres “padrinos” del “Pitas”, Centeno, Ricardo René y Memo Salcedo llevaron de la mano al personaje y lo sentaron frente al “mochilas”. Hubo flechazo entre ambos a tal forma que tres años después, por obra de Dios y del “mochilas”, “el pitas” fue presidente municipal interino.

El grupo de los mencionados líneas arriba abandonaron al PAN diciéndose defraudados al cabo de una elección para elegir candidato a la alcaldía. En el Movimiento Ciudadano les abrieron las puertas. Hicieron campaña y para 2012 ganaron la elección y Ramón Guerrero se convirtió en alcalde. Al mismo tiempo, Javier Pelayo se hizo regidor. Al momento que “el mochilas” se apartaba de la presidencia municipal para ir a buscar la diputación local que hoy ostenta se analizaron varios perfiles. Por capacidad y preparación a nadie le competía “el pitas” que a duras penas podía escribir su nombre. Pero contaba a su favor con una lealtad a toda  prueba y todos sabían del alto valor que para él era el agradecimiento. Cuando Ramón Guerrero se decidió y le avisó en privado que él era el bendecido y lo iba a proponer para quedarse en su lugar y ser alcalde interino, le juró lealtad eterna.

A ese juramento de lealtad y agradecimiento apeló Ramón Guerrero cuando le ofreció convertirlo otra vez en regidor y, por qué no, si se dan las condiciones, dejarlo otra vez en la presidencia municipal en calidad de interino.

Ayer, a eso de las once de la mañana hubo quienes vieron bajar de un vehículo a “el pitas”. Le dio raite Oscar Pérez, aquel secretario particular de presidencia en la era mochilista, defenestrado y enviado a un rincón en calidad de castigado por el propio Ramón Guerrero y previo su perdón lo nombró al frente de la Dirección de Turismo Municipal. Cual víctima del Síndrome de Estocolmo, Oscar Pérez otra vez se echó en los brazos de Ramón Martínez y presume ser el operador estelar del político de Ayutla. Entre sus funciones está la de servirle temporalmente de chofer a “el pitas”.

Entre los seguidores del alcalde Arturo Dávalos Peña hay cierto enojo y malestar contra Javier Pelayo Méndez. Dicen que el ex delegado de El Pitillal ha sido desleal y desagradecido con Dávalos. Es un desagradecido porque fue Dávalos quien le ayudó a superar la última crisis de su adicción al alcohol. Cuando recayó en las garras del alcohol fue Arturo Dávalos quien ordenó darle todas las facilidades para mantenerle su empleo y refugiarlo en una clínica de rehabilitación para adictos. Recordemos que “el pitas” fue por décadas un alcohólico que tocó fondo y en una primera rehabilitación se dedicó al patrocinio del deporte y luego incursionó en la política. Sin embargo, Dávalos y su grupo ya no pudieron ayudarle en su otra dependencia, la de ser un fanático del mochilismo.

El escrito de renuncia presentado ayer al secretario general del Ayuntamiento, Víctor Manuel Bernal, a cuya oficina dicen llegó envalentonado, es escueto y se limita a señalar que se va “por motivos personales”.

En el mundillo color naranja es por todos sabidos que abandona la delegación para unirse al proyecto de Ramón Guerrero. Desde hace algunas semanas, al autor se le había confiado que “el pitas” era parte de los operadores que ya trabajaban para “el mochilas”. En al menos dos charlas de café surgió su nombre y apodo.

Al mismo tiempo, en el grupo de Dávalos también se sabía de las inclinaciones de “el pitas”. Sabían de andar enredado y tener sus compromisos a hurtadillas. Pero, así como le financiaron los costos por su rehabilitación y le apartaron su chamba, le dieron más oportunidades. En algunos hombres del alcalde había confianza de mantenerlo en el equipo y abogaron por él. Esos son los que se sienten traicionados por “el hombre de la hamaca de la Lija”.

REVOLCADERO

Anda raro nuestro alcalde Arturo Dávalos Peña. Como que alguien le recomendó y leyó alguna obra clásica de política, algun “torquemada”, mínimo El libro de los mil caracteres chinos. Fue y regresó de la capital diciéndonos “funcionó la presión” y consiguió más apoyos en materia de seguridad pública. Iba al palacio de gobierno con la noticia de que Puerto Vallarta ya no quiere el Mando Único, pues sale muy caro, y a su retorno sale con que siempre sí se mantendrá a la fuerza regional. Sin entrar en detalles infiere que algo bueno negoció en un privado con el Secretario General de gobierno, Roberto López Lara, y con Fiscal General del Estado, Eduardo Almaguer Ramírez. Entonces, habrá de  volver al pleno del Ayuntamiento para votar por rescindir el convenio de coordinación, acuerdo aprobado el domingo 16. A estas reculadas suelen reaccionar regidores, los del partido gobernante y más los de oposición y en este caso, sospechan de que algo hubo en Guadalajara para convencer al alcalde de dar marcha atrás al acuerdo y dar las gracias al gobierno estatal.****** Fue en el 2014 cuando Ramón Martínez Guerrero firmó el Convenio de Colaboración para abrir las puertas a la llamada Fuerza Única que instalaron un cuartel en un predio contiguo al reclusorio de Ixtapa y que posteriormente halló espacios en el moderno edificio de la Fiscalía Regional de Justicia. Puerto Vallarta aporto un tanto de 153 policías integradas al Mando Único y religiosamente se hacía cargo de los respectivos sueldos, que de aquel año a la fecha ha requerido desembolsar unos 43 millones de pesos. De ese total, 29 millones corresponden a la administración de Arturo Dávalos y el resto en los tiempos de Ramón Guerrero. Son cifras proporcionadas en la sesión del domingo 16, un salario mensual de 8.2 mil por elemento, como parte de la argumentación para sacar el acuerdo de los regidores y rescindir el convenio.****** Ya el domingo se dio una especie de calentamiento rumbo a las fiestas de la tradicionales Paseadas de Las Palmas. Varios amigos, funcionarios municipales y políticos nos han invitado para este miércoles al Llano de la Palma Sola diciéndonos que los del Movimiento Ciudadano echarán el resto atendiendo a todo el que se acerque a su casona de lona. Que habrá taquitos, taquitos y ruidito para todos. Si en otros tiempos el gobierno municipal ayudaba con el pago de la banda en foro principal, capaz y ahora esa banda se va a las carpas que se habilitarán con el color naranja. El calendario electoral 2007-2018 arrancará la primera semana de septiembre. Por lo tanto está a la vuelta de la esquina y nada de raro tiene que los políticos se vayan a Las Paseadas. Eso ocurre cuando las campañas están a la vista. Nuestros políticos nos han acostumbrado a que en estos tiempos se dejan ver en el monte, con sombrero, mezclillas y botas. Para Las Paseadas 2018, las del próximo año, la elección habrá pasado, y ningún personaje a saludar este miércoles 16, regresará.****** La semana pasada nos dimos la vuelta a los salones del hotel Canto del Sol sin el optimismo de tomar nota de algo significante en el informe del dirigente local del MC, Gustavo Fong Patiño. Poquito le faltó para sacar su nintendo. En un video se enlistó algunas actividades en la oficina. Se ofrecieron algunos bailes folclóricos, una forma de informar el trabajo del partido. El mayor tiempo se llevaron repartiendo reconocimientos a quienes participan con el partido en cursos, conferencias y demás. Naturalmente, la algarabía de la asistencia no hizo extrañar a los ausentes. Ramón Guerrero y Luis Munguía no asistieron. Eso es normal. El año pasado tampoco acudieron a atestiguar la toma de protesta de Fong. No lo quieren. Por eso, lo relevante de ese informe fue la invitación que a todo pulmón les lanzó Arturo Dávalos: “Unidos, nadie nos gana”, gritó. Es una verdad simple, si se pelean esos muchachos, pierden ante el PRI y hasta Gallegos con Morena se los enchufa.

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