Seis años después nada cambió y desde principios de febrero se daban las voces de alerta cuando en un solo día se reportaron ejecuciones en el norte de la entidad. Dos días después ocurrió el sonado caso de la muerte de “el H2”, Juan Francisco Patrón Sánchez, y parte de su grupo. Hubo más muertos los días siguientes. Desde febrero, la escalada de violencia no se detiene y por todo Nayarit, sobre todo en su capital, los ríos de sangre pintan sus calles.
Quienes son optimistas nos dicen que es hasta cierto punto normal, cada seis años los varones de las drogas hacen sonar sus tambores de guerra. Es por el alboroto del cambio de poderes, actos solemnes que ocurrirán este domingo 17 en todos los municipios. También se renovará el Poder Ejecutivo del Estado, aunque esto hasta febrero.
No se sabe a ciencia cierta quiénes libran esa encarnizada lucha y solo atinan a presumir que se trata de pistoleros de los cárteles de la droga que por años controlan la entidad; Chapos, Beltrán Leyva y haciendo tercia, los llamados Jalisco Nueva Generación. Lo cierto es que la guerra está a todo lo que da y todos los días se riegan muertos por todos los rincones de Tepic. Ya hasta les dio por tirar plomo en los antros. El fin de semana reportaron nueve heridos en una céntrica cantina.
La escalada de violencia es un mal presagio y una advertencia a quienes desde el lunes habrán de despachar al frente de los gobiernos municipales y, sobre todo, en el Palacio de Gobierno. Urge el relevo. El gobernador Roberto Sandoval Castañeda tiene todo el año en la hueva y su indolencia total es hasta cierto punto motivo de sospechosa. Cuando las balaceras de febrero y atrapado en San Diego su fiscal, Edgar Veytia, dejó la posteridad su última gran promesa a los paisanos Coras: “No voy a nombrar fiscal. Yo me haré cargo de la seguridad de los ciudadanos”. Lo que hizo fue desentenderse de su responsabilidad y entregar la capital y todo el estado a los malosos. Sin ley ni gobierno, los pistoleros se mueven a sus anchas, matan, levantan, entierran y desaparecen. También ellos desaparecen y se hacen ojo de hormiga.
El “trabajo” de esta semana de las hordas armadas fuer ir y barrer el viejo puerto de San Blas. Jalaron a unos muchachos y echaron bala en algunos barrios. Y luego, con toda tranquilidad regresaron de donde llegaron con su carga. Se llevaron a seis jóvenes, entre ellos a dos marinos, reportaron los vecinos. En San Blas hay una partida judicial y militar, la marina tiene instalaciones, la policía municipal también, pero nadie debió actuar para impedir la invasión armada. Solo hay una vía de acceso al poblado y más a la salida se halla la carretera a Guadalupe Victoria que atraviesa las marismas. La carretera y acceso único que entronca a la carretera federal 15 se desvía a las playas de la Bahía de Matanchen y aquí se toma la nueva autopista a Tepic. Un operativo bien hecho no falla, se bloquea la ruta de huida de un convoy y los atrapan.
En los últimos tres meses suman 60 casos de “desapariciones forzadas”. Ese es el número de denuncias ya interpuestas en la Fiscalía. Eso le dijeron a Roberto Sandoval cuando éste se dignó recibir y dialogar con a familiares de víctimas la semana pasada. Sin embargo, la cifra extraoficial es tres veces más el total de personas levantadas y desparecidas. Sandoval se va en horas pero se antoja haber hecho el último engaño; prometió abrir una oficina de investigación de desapariciones forzosas y dar certeza y seguimiento a cada caso.
Nayarit es un infierno y un botón de muestra lo es un agónico aviso: Erick Leonardo Murillo Villagrana. Desapareció el sábado 2 de septiembre del presente año en la colonia Lomas de la Laguna de Tepic aproximadamente a las 14:00 horas. Presuntamente el joven iba en compañía de otro amigo identificado como Marco Antonio Contreras, quien también fue privado de su libertad. Se añaden características personales y se anexa un número telefónico.
Desde los tiempos que Sandoval despachaba al frente de la alcaldía de Tepic, todo el estado entró en descomposición total. De época aquel video grabado por el gobernador en ese tiempo, Ney González exigiéndole dar la cara y asumir la responsabilidad. Como hoy y a horas de retirarse de la gubernaturas, Sandoval guardó silencio. Años más tarde, en plenitud de su gobierno, le reviró: “Ney fue payaso y cobarde”. Aquel último domingo de enero del 2010 hubo una balacera con cinco muertos en Insurgentes, la avenida más importante de Tepic. Sandoval tejía sus acuerdos y Edgar Veytia forjaba sus alianzas con los grupos de mafiosos, los mismos que tienen de rehén y aterrorizan a los nayaritas.
Con Roberto Sandoval, Veytia “el sicario zeta” controló las policías de todos los municipios. Prohibió no difundir ejecuciones, manipuló estadísticas y vendió su falsa “verdad” de ser Nayarit el estado más seguro del país. En febrero el estado se le desgranó y lo sorprendió la escalada de violencia. Se deshicieron de un socio, todo se le salió de control y ya no pudo ocultar la realidad. De ahí que el augurio popular lo coloca como otro gober que deja el cargo y si no huye, se va derecho a la cárcel. El delito menor del que se le acusa, el enriquecimiento inexplicable, está a la vista de todos.
Cuando Ney González concluyó su mandato se le recriminó el millonario endeudamiento. Sandoval incrementó esa deuda pública pero también hereda una violencia que impuso la psicosis y creó el malestar social. Las familias de Tepic creen con toda certeza que Sandoval está coludido con los malosos. No le creen ignorar los pactos de Edgar Veytia con los capos. Más bien lo creen un beneficiario de las trácalas, despojos y abusos de Veytia y el imperio de la máquina del mal en la Fiscalía. La PGR indaga si conoció los actos delictivos atribuidos a su fiscal. Legisladores federales emplazaron a la PGR a fin de implementar medidas necesarias y eluda la justicia dándose a la fuga, el camino recorrido por Borge el de Quintana Roo, y los Duarte, el de Veracruz y Chihuahua; por cierto, éste, “socio” de Sandoval y otros gobernadores. Está la iniciativa de crear una comisión especial que lo investigue apenas se renueve el Congreso local.
Los ciudadanos ya enjuiciaron a Sandoval y sus aliados políticos y a su partido el PRI. Aunque Sandoval debe esperar febrero, representantes de esa fauna política asociada a Sandoval y a Veytia se van el fin de semana. El alcalde de Bahía de Banderas, José Gómez Pérez, fue uno de ellos pero cuando le ordenaron hacerse a un lado y abrirle campo al diputado local Héctor Santana renegó de sus antiguos padrinos. Héctor Santana es una criatura formado por Sandoval y protegido por Veytia. Cuando les tronó el cohete él pagó con su derrota y no pudo probar las mieles del poder. En el lenguaje de la mafia, Santana fue un “pagador”.
Rodrigo González Barrios, un formidable activista de izquierda, ex diputado local y federal por el PRD, partido del cual fue su dirigente estatal, logró organizar un movimiento al que llamó Comisión de la Verdad vista como un foro en cuyas reuniones mensuales han desfilado decenas y decenas de agraviados y despojados. Los miembros de dicha comisión han escuchado historias que avergüenzan y detallan la inconmensurable maldad de Sandoval y su fiscal.
El arribo del médico Jaime Cuevas a la alcaldía de Bahía de Banderas es un aliento de optimismo que debe entenderse como un paso para alcanzar la proscripción de las canalladas cometidas por Sandoval y su pandilla. De mucha valía serán los compromisos que asuma el ex rector de la UAN, Francisco Javier Castellón Fonseca con sus gobernados en Tepic. Ojalá y no sea un simple cambio de camarillas y quienes gobiernan la entidad, al mando de Antonio Echevarría García, marquen una raya que haga la diferencia entre los tiempos de la ignominia y la era moderna. Más les vale ofrecer trasparencia y administrar el dinero en beneficio de todos pues solo así se construirán los cimientos que permitan para salir del ostracismo.
REVOLCADERO
Al caer la tarde de ayer viernes 15 sonaron los fierros casi frente a la delegación estatal de la Procuraduría General de la República, ahí frente al recinto de la Feria de Nayarit, donde una semana atrás mataron a un cerrajero. Mataron a dos hermanos, a Francisco “el paco” Salazar, muy conocido en entre agentes de tránsito y en la fiscalía de Veytia. Los matones llegaron por ellos al restaurante Camarones “La Terraza” y descargaron su furia, propiedad de la familia de los hermanos. Mataron al Paco Salazar y a su hermano Ricardo y se pelearon. Salazar Velasco fue del grupo allegado a Edgar Veytia desde que éste fue titular de tránsito Municipal en Tepic. Fue escolta y chofer personal del preso de Nueva York. Cuando Veytia se hizo secretario de Seguridad, el Paco se quedó al frente de tránsito y ahí se quedó, con Héctor “el toro” Gonzáles Curiel de alcalde, cuando Veytia se hizo Subprocurador de Justicia. Lo dieron de baja en el municipio y Veytia lo jaló a la Fiscalía. Fue ahí en donde la pandilla se convirtió en el terror de los Coras. Hace unos meses, en una manta se le cantaron. La tarde del 15, Día del Grito de Independencia, cumplieron la amenaza. Mataron a él y a su hermano, quien, por cierto, también fue agente del orden ***** En la capital del país de vez en vez se advierte que en Nayarit, el robo del dinero del pueblo es más desvergonzado que lo sabido en entidades como Veracruz, Chihuahua, Quintana Roo, Coahuila u otras. Que se sepa, no hay denuncia que trascienda, que sugiera desvío de dinero. Si en su momento se acusó a Ney González por subir la deuda pública de unos cuantos cientos de millones a tres mil 500 millones, Roberto Sandoval se voló la barda. Al cierre del su quinto año, esa deuda estaba en seis mil 200 millones de pesos. Es decir, dobló la deuda de Ney González. Al cierre de su sexenio, sin duda se elevará la deuda pública. Con Sandoval las agencias de calificación dieron las peores calificaciones crediticias. Al final, se demostró, pues el gobierno estatal no paga a proveedores. No pagan ni a las empresas de gobierno, la luz a la CFE, el agua a los organismos del agua. ****** Nuestros amigos de Boca de Tomatlán viven buenos tiempos. Meses atrás las autoridades municipales acudieron a inaugurar un maleconcito. Es un paseo a orillas del río, justo en el embarcadero. Esta semana fue con ellos el director del Seapal, Cesar Abarca Gutiérrez y todo su equipo y puso en operaciones un aguamático. Ya tienen pues agua para beber y gratis. No fue todo. En su mensaje, Cesar Abarca les informó que está todo listo para arrancar una obra histórica, la introducción de agua potable de la mejor calidad. En Boca de Tomatlán, como también en la vecina Mismaloya, el servicio de agua se otorga mediante un cárcamo y una planta de tratamiento de aguas negras de una capacidad para tratar apenas diez litros por segundo. Dijo que la obra se programará en plan prioritario para el siguiente año y sin duda ayudará a detonar turísticamente aquél rinconcito de Puerto Vallarta.