POR LA REDACCIÓN
El 17 de octubre es una fecha que nunca olvidará el tapatío José Antonio Camacho Vidal, pues ese día volvió a nacer al salir con vida de un atentado con “cuernos de chivo”, suerte que no corrieron sus dos cuñados Juan Felipe y Francisco Javier Morales García, quienes cayeron abatidos por las balas de grueso calibre que accionaron uno o más sicarios en la colonia Emiliano Zapata –en plena zona romántica—para ajustar supuestas cuentas.
La verdad no ha salido a flote, pero de acuerdo con las investigaciones que lleva la Fiscalía Regional, podría tratarse de una venganza entre grupos relacionados con la delincuencia organizada y donde el abogado Juan Felipe Morales, empleado de la Notaría número 126 de Guadalajara, habría arrastrado a su hermano y a su cuñado a una lluvia de balas con las funestas consecuencias.
Como antecedente, se sabe que Juan Felipe Morales García estaba ligado al empresario gasolinero Oscar Eduardo Ramírez Pelayo, asesinado en Guadalajara en el año 2007, y cuyos familiares ofrecían una recompensa de 100 mil dólares a quien ayudara a atrapar a los homicidas.
Sin embargo, la hipótesis más fuerte es una posible venganza contra este abogado, su hermano y cuñado –los tres fueron rafagueados con fusiles de asalto AK-47--por atender un caso de un presunto despojo, ya que al parecer traían un litigio de desalojo de un predio ocupado en la zona de Olas Altas.
LA TERCERA HIPÓTESIS
Empero, hay una tercera hipótesis, y esta nos dice que los sujetos que fueron objeto de un atentado por la calle Basilio Badillo de esta ciudad, podrían haber estado trabajando para un grupo del crimen organizado, presumiblemente relacionado con la llamada “Corona” y o “Los Aliados”, gente que antes pertenecía al grupo de Ignacio Coronel Villarreal y al de Orlando Nava Valencia, alias “El Lobo Valencia”, fundadores de la extinta “Resistencia” que después se alió con “Los Coroneles” (o lo que es lo mismo “La Corona”), para luchar contra el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Los policías investigadores están indagando a fondo las actividades del abogado Juan Felipe Morales García y sus antecedentes, sobre todo el papel que desempeñó cuando fue ejecutado su cliente, Oscar Eduardo Ramírez Pelayo en 2007.
En esa ocasión, según los reportes de prensa, Oscar Eduardo Ramírez Pelayo fue asesinado en la calle Contadores de la colonia Lomas del Seminario cuando circulaba en una camioneta tipo Tacoma Toyota blanca.
LA VERSION DEL CUÑADO
Herido de bala en una cama del Hospital Regional, José Antonio Camacho Vidal declaró ante el Ministerio Público los momentos de terror que vivió el día de la balacera. En su crudo relato, dijo que vive en Zapopan, que conocía a Juan Felipe y a Francisco Javier desde que fueron niños y eran sus cuñados. Que está casado con una hermana de los ahora fallecidos de nombre María de Lourdes. Que Juan Felipe desde hace ocho años se recibió de abogado y que desde que terminó sus estudios comenzó a trabajar en la Notaría número 126 que se ubica por la calle Hidalgo, en Guadalajara.
En tanto, de Francisco Javier informó que tenía un año trabajando como chofer para su hermano Juan Felipe, pero que anteriormente trabajaba como taxista en un taxi de su propiedad.
Sobre el trabajo de los occisos no pudo decir nada “porque ellos no me platicaban de su trabajo”, pero sí en cambio relató cómo llegaron a Puerto Vallarta. (Este es un extracto de la nota publicada en la edición impresa de VALLARTA UNO, en circulación desde el pasado miércoles 18 de diciembre)