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Lunes, 12 Febrero 2018 06:30

En tiempos de “vacas flacas”, los panistas buscan candidatos gordos

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Por Gerardo Sandoval Ortiz

Una pléyade desconocida de neopanistas intenta hacer ruido y atraer reflectores a un inédito proceso interno, que es más bien “invitación” y no elección interna. Sin fechas ni plazos, cuyo fin temporal es el dictado por ley --el último día de marzo--, la nueva camada azul se lanzó a la aventura nada democrática cuya mejor suerte es la de atrapar alguna candidatura secundaria.

En tiempos de vacas flacas, el panismo vallartense, y también estatal, vive la peor crisis de su joven historia. En estas fechas, el Partido Acción Nacional le competía al PRI al convertir sus procesos internos en un gran suceso trianual que mantenía en vilo el interés de la ciudadanía.

Lejos está hoy AN en nominar abanderados capaces de siquiera erigirse en una amenaza para quienes hoy ejercen el dominio político territorial, el Movimiento Ciudadano y el PRI. Eso no los desanima.

Son dos “invitaciones” a la militancia -y en determinado momento a la ciudadanía en general- a las que respondieron panistas de dudoso arraigo y cuestionables valores de partido. Todos debieron realizar el viaje a Guadalajara a inscribirse en un proceso que nadie atina a entender. No es una convocatoria. Es una “invitación” en donde se establecen los consabidos requisitos constitucionales a cumplir para en su momento ser declarados aptos y listos para ser “designados” candidatos del PAN, uno a la alcaldía, regidor o diputado local. Naturalmente, cada propietario, lleva un suplente.

En la última semana se reportaron inscripciones de varios aspirantes a ser regidor, candidaturas a designar también por la dirigencia estatal del partido. Poco se sabe pero ha trascendido que, independientemente a quien se postule a la alcaldía, se apuntaron a ir en la planilla la maestra Idalia González de León, Jorge García, Marcionila Sahagún, Cristina Uribe Enríquez (quien por cierto ya alguna vez fue regidora), Beto Ceja, entre otros.

Poco, si no es que nada, se sabe de los aspirantes del PAN a la alcaldía. Saúl López es una auténtica incógnita, Ricardo Ponce Ibarría a muy pocos inspira confianza, capaz de desempeñar un papel digno, así sea como candidato o potencial regidor panista en el realista escenario de consumarse la relección de Arturo Dávalos. Hubo un tercer registro, Juan Manuel Vázquez Ruelas, el mismo que hace poco más de un año hizo un triste papel en la elección del dirigente del partido.

Juan Vázquez padre se inscribió el miércoles 7 de febrero. Hasta antes de aparecerse en los tiempos de la última renovación de la dirigencia local muy poco se sabía de los  Vázquez. Quienes colaboraron con Eva Contreras Sandoval en aquella campaña fallida del 2003 se acuerdan de Juan padre por haberse arrimado, pero no tanto por ideales ni amor por el PAN. Su interés apuntó a una jovencita de Ixtapa que por respeto a ella y a su madre, omitimos entrar en detalles. El suplente es Carlos Enrique Patiño González, de quien tampoco ningún panista supo darnos razón de él.

Pero si de Juan Vázquez Ruelas nadie recuerda haber hecho algo por el partido, la cosa no pinta mejor con “el último invitado” en la competencia por abanderar al panismo en la alcaldía. Saúl López Orozco es de corte empresarial, de la mano de Nacho Guzmán García tuvo sus primeros acercamientos al PAN. Sin embargo jamás se afilió aunque se le reconoce como un leal simpatizante de toda la vida. Ocasionalmente se le cuestiona su falta de arraigo. Quizá ofrece sustituir dicho vacío al incorporar como suplente al no menos desconocido Patricio González Luna, el que en sus apellidos dice todo. Por ningún lado se sabe que como empresario coqueteó con otros partidos, con el PRI, PRD, con nadie. Es el presidente de la Asociación de Embarcaciones Turísticas y despojado cada quien de fobias y filias, prejuicios, gustos y fanatismo, a López Orozco se le identifica como el perfil idóneo en esta época de crisis.

Ricardo Ponce Ibarría representa los miedos y temores, las  típicas reservas, del panismo doctrinario, adormecido ante los embates del panismo anaranjado. Arrastra la sombra de su madre Pina Ibarría, ella que en pleno proceso interno, el penúltimo por la dirigencia, negoció brincar al Movimiento Ciudadano a cambio del voto de un puñado de panistas empleados en la administración municipal. Pina Ibarría es hoy en día entusiasta del proyecto de Arturo Dávalos Peña y su reelección. Su eventual designación de candidato representaría un papelón del PAN y se consumaría desconfianza de ser un abanderado dependiente del MC.

Lo interesante de todo esto es que no será una elección interna. Es una “invitación” a participar en una curiosa e inexistente pasarela sin reglas en las que todo se definirá por el criterio inapelable de los notables del partido. No observamos aspirante apadrinado ni en posición de privilegio ante el resto. Riky Ponce, amén de la sombra de su madre, causó el disgusto de la elite estatal del partido cuando tomó la iniciativa de rechazar trabajar para Ramón “el mochilas” Guerrero Martínez. Se ordenó cumplir a cabalidad la alianza y apoyar la campaña por la diputación federal del aliado y medio se disciplinó el Ricky.

Si Ponce Ibarría no tiene todas las condiciones a su favor, tampoco Juan Vázquez a quien no bajan de ser un tipo insolente y arrogante. Ellos dos, Saúl López, Ricki Ponce o Juan Vázquez papá, están lejos de significar una propuesta capaz de revivir las viejas glorias del panismo.

Ahora, con semejantes “vacas flacas”, por la naturaleza de la “invitación”, está abierta la posibilidad de invitar a un candidato ciudadano o inclusive, a una figura histórica del partido. Esta pudiera ser lo mismo Eva Contreras que Fernando González Corona. Nuestros amigos panistas nos han dicho que la opción, más allá de la tercia de registrados, se mantiene latente.

Pero es la competencia por la diputación local donde mayor entusiasmo despertó el proceso azul. A Ramsés Moedano, aun dentro del partido, tiene bajos índices de aceptación y popularidad. Su nombre era poco conocido hasta en la campaña de la maestra, Dulce María Flores, quien hace tres años buscó la diputación federal. En aquella campaña iba regularmente en la avanzada de la campaña aunque intenta convencer de haber sido “coordinador” de la campaña. Vestía short bermuda y lucía un arete en la oreja. Hoy viste de pantalón largo y dice ser empresario, dueño de una empresa embotelladora de aguas energizantes, de la que no disponemos de mayores datos.

A Moedano, si se le reconoce algún logro, sería haber logrado convencer a Héctor “teto” Betancourt de ser su suplente. Existen evidencias y testimonios de ocasionales visitas a rancherías en plan de servicio social en comunidades del distrito. Sin embargo, siempre en plan personal y con sus amigos, distante del partido.

El abogado Jaime Yáñez Polanco también clama por el honor de abanderar al blanquiazul en la lucha por la diputación local. Su notoriedad va de la mano de infinidad de millonarios litigios laborales venciendo al gobierno municipal. Su suplente es Juan Vázquez hijo. Suena hasta voracidad de los Vázquez, lo que nos hace remitirnos a los tiempos de aquel “pluricanibalismo” panista que tanto dañó causó a la imagen del partido. Del joven Vázquez se dice que es empleado en el gobierno de Bahía de Banderas, a las órdenes de la presidenta del DIF, Ana Esperanza Berúmen de Cuevas. El matrimonio Cuevas-Berúmen, son patrones y suegros del joven Vázquez, un inquieto muchacho que suele presumir su liderazgo en las aulas del CUC en sus años de estudio. Con esas cartas de presentación, ser parte de la familia gobernante, nada de raro es su bien ganada fama en el DIF de BB, de ser un tipo tan altanero e insolente, también de fuertes rasgos de  petulancia, como su padre.

Hay una sorpresa. Se registró una persona que se identificó  como Carlos Morales. Lleva en la suplencia a un tal Gerardo Erick Estrada Islas. De ninguno de los dos hay información. Vivió o vive en Ixtapa y regularmente se le asocia con Beto Muñoz Vargas, Mago Quintero. A todos sorprendió su registro y pudiera ser la gran sorpresa. Todos buscan respuesta a la pregunta de quién lo apadrina. Si los Beto Muñoz, esa corriente del panismo, lo respalda, puede ser el caballo negro y se queda con la candidatura. Total, acá en el PAN, las candidaturas son por designación.

REVOLCADERO

De Juan Vázquez hijo, podemos añadir que en efecto, asume poses de moderno y estudiado autócrata y las consecuencias es el generalizado descontento de la plantilla laboral del DIF en Bahía de Banderas. Frente a los empleados se erige como aquel déspota tirano cuya primera misión fue despedir a todo aquel trabajador o trabajadora que le diera olor a José Gómez y su grupo político. Quien saber qué encantos ven en los vallartenses las damitas de la familia real de Bahía de Banderas, que suelen caer con sorprendente facilidad a los brazos de esos conquistadores del tercer milenio. Cada tres años los pasillos rosas nos permiten conocer ese tipo de historias. Lo malo que son malos ejemplos e infames experiencia para los gobernados pero sobre todo para los subordinados.****** Que Juan Vázquez Ruelas, “Juan padre” para distinguirlo del junior, ya envió mensajes a Saúl López a fin de explorar la posibilidad de convencerlo a declinar en favor de Ricardo Ponce. Sería una jugada innecesaria pues como ya se estableció, la convocatoria que no es sino “invitación”, no se limita a designar al candidato de la lista de los “invitados” inscritos. La “invitación no tiene calidad de convocatoria a un proceso interno. Tampoco se trata de una precampaña. Los dueños del PAN cuidaron ante todo mantener el derecho de ser el partido el único en designar a los candidatos. Y tienen todo febrero y marzo para analizar perfiles y acudir al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana a registrar planillas y candidatos a la diputación local. En este supuesto fracasaría la jugada de los Vázquez.****** Nuestros amigos, también fieles lectores de El Colorado nos dicen que el Seccional 1991, jamás perdido por el PRI, ahora ya lo tiene “ganado” el Movimiento Ciudadano. Estos amigos anaranjados nos presumen que gracias a Arturo Dávalos, pues ni siquiera Fernando González Corona, ni tampoco Ramón Guerrero, han podido derrotar a los priistas en dicha seccional. Para mayores señas, se trata de las casillas de la secundaria de Las Palmas, en donde votan los habitantes de El Colorado. En ese barrio viven o vivieron legendarios y respetados priistas como Fidel García Bernal y Don Alfredo Morales Meza. El profe, Beto Espinosa y Pancho “el zorra” Gutiérrez de León, también le han garantizado de por vida al PRI el triunfo en las casillas de la Secundaria. Es la grilla de barrio que tanta pasión hay en los pueblos de Puerto Vallarta.

 

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