Fue directamente el secretario de economía, Pepe Palacios, quien se comunicó con el fiscal general del estado, Raúl Sánchez Jiménez, para decirle que lo tenían secuestrado en el Centro de Convenciones de Puerto Vallarta, lo resultó totalmente falso. Ahora se sabe que todo fue una mentira para que detuvieran a dos proveedores de alimentos y bebidas que sólo querían exponer la situación por la que pasan, debido a que han sido bloqueados constantemente por la directora del CIC, Yolanda Cisneros, pese a que varios operadores de grupos y convenciones los contratan para que les otorguen sus servicios.
LA HISTORIA
La tarde del miércoles se llevó a cabo la sesión del Consejo de Administración del CIC, pero como días antes Yolanda Cisneros fue a una reunión con operadores de agencias de viajes a la Ciudad de México, donde denostó y puso en mal a la empresa de los proveedores que fueron víctimas ayer de abuso de autoridad –a saber, los hermanos Juan Pablo y Edgar Oliver Martínez Torres--, ellos acudieron al Centro de Convenciones para tratar de entrevistarse con los consejeros y con el propio secretario de economía que presidía la reunión y aclarar la situación.
Y así fue, Juan Pablo y Oliver arribaron al CIC alrededor de las 16:00 horas, les abrieron la pluma de acceso y se estacionaron en los dos primeros lugares que vieron, pero unos minutos después llegó personal de seguridad para pedirles que se retiraran del lugar, que ni el secretario ni los consejeros los iban a recibir, les dijeron.
Pero como observaron que ya se había terminado la sesión y estaban saliendo los consejeros optaron por permanecer en el estacionamiento para abordarlos. Al primero que vieron fue al delegado de la Secretaría de Turismo de Jalisco (SETUJAL), Ludwid Estrada Virgen, quien les dijo que el consejo había tomado la decisión de no recibirlos y que mejor buscaran otra vía para tratar su asunto.
Los hermanos vieron que ya no podían platicar con nadie y al tratar de retirarse del CIC, llegaron sorpresivamente como seis unidades de la Fiscalía con unos 15 hombres armados, quienes los rodearon, les pidieron que se identificaran y les preguntaron qué hacían el lugar. Ellos responden que estaban ahí porque querían hablar con el secretario de economía, en su calidad de presidente del Consejo de Administración del Centro de Convenciones.
LA INTIMIDACIÓN Y LAS “ORDENES DE ARRIBA”
Pero entonces comenzó la intimidación de parte de los elementos de la Fiscalía, ya que les tomaron fotografías tanto a sus rostros como a sus vehículos, mientras a lo lejos alcanzaron a ver que salieron en una camioneta Pepe Palacios y Yolanda Cisneros.
A los hermanos los retuvieron ahí más de 40 minutos.
Después arribaron cuatro patrullas de la policía municipal, pero unos minutos más tarde se retiraron al no haber ningún motivo de arresto; pero los de la fiscalía los mantuvieron retenidos otros 40 minutos. Ellos preguntaron por qué hacían esto, y los policías contestaron que estaban recibiendo órdenes.
Más adelante, de plano se les acercó uno de los policías estatales para decirles que se los tenía que llevar detenidos, “que eran órdenes de arriba”; y para luego los subieron a una camioneta, se llevaron sus vehículos y los trasladaron a los separos municipales, donde lo de la fiscalía los trataron como delincuentes, pues les dieron unos documentos para que los llenaran y firmaran; pero los hermanos no firmaron nada, ya que leyeron con asombro que los estaban acusando de allanamiento y privación ilegal de la libertad.
Juan Pablo y Oliver preguntaron quién o quiénes los acusaban de semejante delito, pero sólo les respondieron que estaban obstaculizando los accesos al centro de convenciones y que los acusaban de privación ilegal de la libertad.
EL ABUSO DE AUTORIDAD
Al estar en la cárcel municipal, los hermanos se percataron de que ya habían llegado a las oficinas de la comisaría de seguridad tanto el secretario de economía, Pepe Palacios, como la directora del CIC, Yolanda Cisneros, para según interponer una denuncia en esos términos contra ellos.
A las 19:30 horas los pasaron a los separos de la comisaría y ahí se quedaron hasta las 21:00 horas. Después salieron libres porque llamaron al presidente de la Coparmex, Gabriel Igartúa, como al de la Canirac, Jorge Zambrano, para que los ayudaran con esta situación en la que los metió el propio secretario de economía con sus mentiras.
En este contexto, y mientras estaban en los separos, un policía de la fiscalía le pasó un teléfono celular a Juan Pablo, ya que en la línea estaba el fiscal general, Raúl Sánchez, quien quería conocer la versión de los hermanos. En la llamada, el titular de la fiscalía reconoció que fue Pepe Palacios el que le llamó para decirle que estaba secuestrado.
“Al momento que me dicen que está secuestrado un secretario de estado, debo actuar y debo creer en él”, manifestó sin ningún rubor Raúl Sánchez.
“Esto es un abuso de autoridad por parte de Pepe Palacios”, comentó Juan Pablo Martínez, quien también dijo creer en que el fiscal general actuó de buena fe al movilizar a 15 elementos para detenerlos… “pero no se vale el daño que nos hizo a mi hermano y a mí, pues fue una detención arbitraria”.
Al final, el fiscal general no se disculpó por el atropello, solo le comentó a Juan Pablo que hiciera lo que tenía que hacer para resolver el problema que tenían.
UN PROBLEMA LLAMADO YOLANDA
Los hermanos Martínez con su empresa trabajan como proveedores de alimentos y bebidas desde el año 2010 para el CIC, y en el 2012 en que llegó como directora Patricia Farías para hacer una reestructuración de los servicios que se prestan, y tras un análisis, decidió nombrar a Oliver Martínez como Director de Alimentos y Bebidas del recinto, debido a la buena experiencia de los clientes con el servicio.
Sin embargo, en el 2016 en que llegó como directora del CIC, Yolanda Cisneros, comenzaron los problemas, no sólo para estos hermanos, sino para todos los que tienen algo que ver con el Centro de Convenciones, al grado de que en este tiempo le han renunciado a Yolanda 15 empleados, se han ido cinco directores administrativos y tres directores de ventas.
Yolanda Cisneros no tiene el menor grado de conocimiento para manejar un centro de convenciones, y desde que ella llegó se agravaron los problemas para los hermanos Martínez, al grado de que los bloquea y como ellos acuden directamente con los operadores de grupos y convenciones para que los contraten desde antes de llegar al recinto, esto no sólo ha molestado a la funcionaria, sino que también la ha enfurecido, por ello no se ha medido en tomar represalias como la de ayer.
Y en su prepotencia y abuso de poder, no midieron las consecuencias, ni ella ni el secretario de economía, quienes con mentiras utilizaron a la fiscalía de justicia, le mintieron al propio fiscal general y lograron que los hermanos Martínez pasaran un mal rato en la cárcel municipal.
EL FONDO Y EL DESPLEGADO QUE VIENE
En el fondo del asunto, se sabe que tanto Yolanda Cisneros, como Pepe Palacios, tienen a sus proveedores favoritos, a quienes les estarían comprando toda serie de productos a sobre precios, lo cual ya se investiga.
Uno de esos proveedores favoritos, es el hotel Fiesta Americana, cuyo gerente, Pepe Rangel, es además consejero del Centro de Convenciones, lo cual constituye un verdadero conflicto de interés.
Hartos de esta situación y de lo que sucedió ayer con los hermanos Martínez, los empresarios de Puerto Vallarta están dispuestos a actuar para pedirle al gobernador, Jorge Aristóteles, que ponga un alto a estos atropellos y que tome medidas para castigar a quien o quienes resulten responsables de esta detención ilegal.
En este sentido, ha trascendido que este viernes los empresarios de Vallarta van a publicar un desplegado en los medios de comunicación, en protesta por lo sucedido.