Primero, se involucró en un acto de prepotencia y soberbia cometido por su yerno de nombre Roberto Díaz Anzo, sobrino además del Director del periódico Vallarta Opina, Raúl Gómez Anzo, por quien intercedió y pidió que lo sacaran de la cárcel municipal, luego de que fue detenido por agresivo y por amenazar a policías municipales.
Después, el periódico Mural de Guadalajara le dio tremenda exhibida por no saber ningún dato sobre las inversiones que se generan en el sector turístico y hotelero de Puerto Vallarta.
Y es que en la reciente Feria del Empleo que se llevó a cabo en Puerto Vallarta, un reportero de Mural le preguntó –en su calidad de Directora de Desarrollo Económico desde luego—sobre estadísticas del municipio, ¿y qué creen?... la señora Baca no supo nada.
LA EXHIBIDA
Por ello, en la columna “Al Centavo” del mismo diario, escribieron lo siguiente hace unos días:
¡Qué Pena!
¿Se imagina estar a cargo de una dirección municipal y no conocer la información que le atañe?
Resulta que Emma Leticia Baca Olguín, titular de la Dirección de Desarrollo Económico de Puerto Vallarta, no conoce cifras básicas económicas del Municipio, como son las inversiones, sectores en donde se inyecta capital, proyectos en curso, empleos y otras.
Y es que al cuestionarla sobre éstas y su comportamiento durante el trienio para poder documentar cómo ha crecido el municipio, reconoció que no contaba con esos datos, pero que estaba segura de que se había registrado un buen desempeño.
Incluso aseguró que la inversión inmobiliaria es de las que más hay en Vallarta, pero no conoce la cantidad de desarrollos que se han hecho o los que están en marcha. ¿Usted cree?”.
Hasta ahí lo publicado en Mural, donde a doña Lety lo menos que le dijeron fue ignorante.
EL YERNO INCÓMODO
Pero Bueno, eso es pecata minuta comparado con los lamentables hechos en donde se vio envuelto su yerno y en cuyo caso Lety Baca intervino para exigirle al presidente municipal interino, Rodolfo Domínguez Monroy, que el marido de su hija fuera liberado inmediatamente “porque se estaba cometiendo una injusticia”.
Todo sucedió en el mes de julio pasado, pero como estábamos en pleno proceso electoral, nadie quiso hacer ruido sobre este escabroso tema –no fuera ser que los de Morena lograran meter el quinto regidor—y apenas ha comenzado a trascender sobre el encarcelamiento del yerno de Lety Baca y los motivos del por qué durmió en chirona, la cárcel pues, para aquellos que no estén bien ilustrados en el tema.
Todo comenzó por que Roberto Díaz Anzo –quien además es abogado—no respetó los espacios de sus vecinos y empezó a estacionar autos (que previamente embargaba) a las afueras de las casas contiguas, al grado de bloquear algunas cocheras, por lo que fue reportado ante la subdirección de tránsito municipal.
Al principio, las quejas de los vecinos no fueron tomadas en cuenta, pero como cada vez había más carros del abogado invadiendo lugares ajenos, el tono de los reclamos subieron de volumen y fue así como tránsito municipal envió patrullas y agentes para remolcar con grúas los vehículos.
LORD SOBRINO
No lo hubieran hecho, pues de inmediato salió Roberto Díaz Anzo para amenazar a los agentes. Les dijo que no sabían con quién se metían, que él era sobrino del Director del Vallarta Opina, de Raúl Gómez, y que se iban a arrepentir.
De nada valieron sus gritos y amenazas, ya que los oficiales pidieron apoyo a sus compañeros de la policía municipal y se lo llevaron directo a los separos municipales.
Sin embargo, una vez en la cárcel, buscó la forma de comunicarse con su suegra, Leticia Baca, y ésta –muy molesta—llamó a Santiago Centeno (el oficial mayor administrativo), pero como no le hizo caso, entonces buscó por teléfono al alcalde interino, quien al principio creyó la versión de la Directora de Desarrollo Económico y habló para que dejaran libre a su yerno.
Nada ingenuo, Rodolfo Domínguez Monroy investigó cómo fueron los hechos, toda vez que Lety Baca cambió por completo la versión de cómo sucedieron los hechos, pero aún así, y al ver que no había un delito grave, sólo una falta administrativa y que todavía estaba en barandilla, pidió que soltaran al yerno de la directora.
NO ES GRIPA
Todo iba bien hasta ahí, pero una vez que Roberto Díaz se sintió liberado y al ver que sus influencias habían funcionado, se le hizo fácil y comenzó a gritar otra vez a los policías, que se la habían ya saben qué; con el agregado de que también recurrió a sus clásicas amenazas.
Alguien le llamó al presidente municipal interino para reportarle el comportamiento del yerno de Lety Baca, y el alcalde lo que hizo fue ordenar que mejor lo dejaran en la cárcel, hasta que se le bajaran esas ínfulas de prepotencia.
El sedicente abogado pasó toda la noche en la cárcel municipal, y al día siguiente en que fue dejado en libertad, volvió a amenazar a los policías y al personal de la dependencia policiaca.
Total, que Lety Baca no sale de una cuando ya entra en otra, por ello nos atrevimos a titular este artículo con un “Lety Baca, tener un yerno así, o ser un yerno así, no tiene precio”.
Lo bueno fue que Raúl Gómez no metió las manos al fuego por su sobrino, pues ya sabe cómo se las gasta.
Como verán, a algunos no se les quita la prepotencia con nada, ni con cárcel… Sino es gripa, dijeran otros.