El médico Paco Sánchez y Abel Chávez no van solos. En apenas dos semanas han construido puentes de acercamiento y han obtenido resultados que los animaron a buscar también pláticas con periodistas. También han agendado encuentros con otros actores de la política local, priistas y de todos los partidos. El grupo va con todo.
Sánchez Peña es el doctor con raíces en Las Palmas. Fue regidor en la administración 2003-2006 presidida por Gustavo González Villaseñor de cuya gestión no guarda precisamente los mejores recuerdos. Meses después de haber concluido su encargo público él y todos los regidores priistas emprendían carretera rumbo a Guadalajara para defenderse de los líos legales. Fue su paga por haber creído en González Villaseñor, levantar la mano, aprobarle iniciativas y propuestas muchas de las cuales iban en contra del interés de la ciudad y causaron cascadas de denuncias y demandas.
Abel Chávez Galván fue el operador en materia de imagen y comunicación social precisamente de Gustavo González en aquella campaña electoral que lo colocó en la alcaldía. Experto en dicha área, el ahora diputado local y dirigente electo del Comité Directivo Municipal del PRI, no titubeó en designarlo director de Comunicación Social del municipio.
Sin embargo, mucho antes de concluir el trienio rompieron relaciones y Chávez aprovechó la invitación para conducirle la campaña al gobierno de Nayarit, Ney González.
Distanciado de su amigo del alma, Abel Chávez vivió en Nayarit en calidad de asesor total del hijo de don Emilio González. Fue él quien llevó a Sandra Martínez, formal directora de Comunicación Social del gobierno de Ney González pero que en la práctica solo cumplió instrucciones de Abel Chávez. Por allá en Tepic debe andar todavía la mascotense Sandra defendiéndose de las muchas denuncias y demandas por haber firmado documentos y contratos no negociados por ella. Poco se sabe de las razones de su pleito con “el Gus”. La versión mas acepada es la de que Abel Chávez fue uno de los primeros “campeones” en decepcionarse de la catastrófica administración gustavista.
Había aceptado cambiar a Puerto Vallarta su residencia para colaborar en un proyecto político que incluyó un trabajo político de alcance estatal. Es decir, Chávez diseñó planes para colocar a Gustavo como un potencial aspirante a gobernador pero su amigo se limitó a ejercer un gobierno de rancho.
Pero Abel Chávez nunca perdió el contacto con su grupo de amigos, uno de ellos es Paco Sánchez. Roberto Islas Cobos, experto en el manejo de relaciones públicas y jefe del área también en la administración gustavista, es otro de la cofradía que se preparan para tomar por asalto, primero la candidatura del PRI y luego la alcaldía.
Entonces, la decisión está tomada. Paco Sánchez será, en primera instancia, un precandidato del tricolor a la presidencia municipal y adversario de quienes se apunten. Él y su grupo de amigos han analizado todos los escenarios probables. Saben que con seguridad van a enfrentar en un proceso interno a un Andrés González Palomera, Cesar Abarca Gutiérrez o a Gustavo González Villaseñor.
Dedicaron horas y horas en desmenuzar condiciones y escenarios y concluyeron que el PRI se perfila a una segura división. Esas son en parte las motivaciones que alentaron a todos.
Ahora, la decisión de disputar en el PRI las aspiraciones tampoco se quedan ahí. El grupo le ha entrado a analizar a eventual decisión de recurrir a lo que muchos llaman “plan b”. Paco y todos conocen a su partido y en sus cálculos esta se imponga el método de designar al candidato. El método más socorrido por quienes ejercen el control es el Consejo Político Municipal y ahí no tienen ninguna posibilidad. La estrategia inicial es hacer trabajo político y social, sumar simpatías en los asentamientos donde está el grueso del electorado y todos presionar y se convoque a un proceso abierto. Estiman en 18 mil el voto duro del PRI y hay condiciones de sumar a la mayoría.
Por lo demás, coinciden en que Gustavo González ha dejado de ser el factor de unidad del partido. En todo caso, Gustavo es factor de división, nos dicen.
Sánchez Peña y su grupo han analizado los escenarios y son de los que creen que el PRI vive otros tiempos y es momento de vestirlo con nuevos rostros. Si el partido no se moderniza corre riesgos de fracturarse y quedarse más años fuera del gobierno local.
Ahora, también observan al interior de otros partidos. El gobernante Movimiento Ciudadano ha perdido fuerza también tendrán problemas al momento de elegir a su candidato. Son circunstancias también observadas en el Partido Acción Nacional.
Entonces, si en un momento determinado no se les abre los espacios en el tricolor, buscar la candidatura ciudadana es una opción también explorada. Allá a mediados de este año estará todo listo ara las candidaturas independientes y quizá tiempos de hacer preparativos para una decisión no tomada. “el plan b” pudiera ser una decisión en el camino. Se trabajará para construirse condiciones y se buscarán apoyos y alianzas dentro y fuera del PRI. Cuando eso ocurra, Paco Sánchez decidirá si juega con su partido juega en contra del partido donde hoy milita.
REVOLCADERO
Por cierto hay un grupo de panistas y ex panistas con los que Francisco Sánchez Peña mantiene sus relaciones personales. No menciona nombres pero cuando los define como panistas que se lanzaron a la aventura con Ramón Guerrero Martínez en el MC, los que se quedaron sin espacios y se sienten excluidos en el gobierno municipal, queremos creer que uno de ellos es el abogado Francisco Vallejo Corona.****** Días atrás saludamos en un restaurante de la ciudad al dirigente barzonista Fidencio Hernández Lomelí nos dijo que seguro se lanzará a la alcaldía por el Partido de la Revolución Democrática. El barzonista se siente envalentonado porque en la pasada elección federal contendió por la diputación y sumó algunas decenas de votos, unos cuantos miles en Puerto Vallarta. Que ya tiene amarrado al apoyo de Lázaro Vázquez, el líder moral del Zancudo, el mismo que por momentos coquetea con el PAN y otras veces niega ser panista. En una de esas, nos platicó Fidencio, es capaz de convencer y revivir a Miguel Ortiz “el tíber” para que se reintegre al trabajo político por el PRD.****** El ex sindico, Alfonso Bernal Romero se dedicó toda la semana a atender a sus invitados en su Arena Vallarta, sede de un torneo nacional de charrería. Que por el momento ya no tiene ningún interés e participar en la política y prefiere dedicar su tiempo a sus asuntos del despacho jurídico.