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Lunes, 03 Febrero 2014 22:16

Arturo Dávalos, de “mona” del PAN a “mona” del MC Destacado

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Por Gerardo Sandoval Ortiz

Cuenta Héctor Gallegos que una de las varias razones por las que fue separado de la titularidad del área Participación Ciudadana fue por negarse a brindar todos los apoyos para el lucimiento personal de Arturo Dávalos Peña. Para ese momento ya se había resuelto que el mas alto funcionario del área de Servicios Públicos Municipales sería el delfín del presidente municipal Ramón Guerrero Martínez en la lucha interna del Movimiento Ciudadano por la candidatura a la alcaldía.

 

Dávalos Peña, motejado como “el cepillo”, no es ni por asomo un futuro candidato del MC que aglutina a las diversas corrientes que en su momento se unieron para impulsar a Ramón Guerrero en su aventura de ser alcalde, primero por el PAN y luego por el MC. Y contrario a las apariencias, son ex panistas los que tienen reservas respecto a trabajar por el proyecto. Otros grupos con orígenes diversos al Partido Acción Nacional tampoco están convencidos, ya sea por desavenencias ideológicas o por intereses políticos distintos.

Gallegos de Santiago, como Arturo Dávalos, se hicieron en el PAN. Por eso se conocen muy bien y uno al otro se sabe sus debilidades.

Dávalos Peña es una de esas especies propias de palenques de gallos, el ejemplar conocido como “la mona”. Y le queda a la perfección la definición descriptiva. Dávalos ha sido pues una bestia política que de ser “mona” del PAN ahora es “mona” del MC.

En sus dos décadas de ser militante del Acción Nacional, en efecto, Dávalos era aventado al ruedo en calidad de mona. Se calentaba pero mejor trabajo realzaba al calentar a quien en su momento resultaba candidato de su partido a la alcaldía. A mitad de la administración municipal 2000-2003, aquel ya extinto grupo del “dominguismo” se propuso trabajar por Dávalos Peña. El proyecto jamás maduró y acabó por negociar con Eva Contreras Sandoval un paquete de varias candidaturas para el grupo y direcciones en el gobierno municipal, las que jamás ocuparon, pues el PRI derrotó al PAN. Arturo Dávalos y Arturo Gradilla fueron regidores de oposición. Un Guillermo Salcedo, experto en el manejo de “monas” vallartenses de la política se quedó sin nada. Hoy, Memo Dueñas sigue siendo parte del manejo de la “mona”, pero en el MC. El mismo juego hizo en el 2006 y 2009.

Quienes al interior del mochilismo ven con incredulidad el destape del “cepillo”, están seguros de que otra vez ha sido lanzado por su condición de ser una “mona” que garantiza resultados positivos para fines preconcebidos. Cierto es que una y otra vez Ramón Guerrero le ha dicho a su grupo que con él se la jugará en la próxima elección por la alcaldía. Pero también es cierto que una de las primeras reacciones ha sido la de cosechar, sí, algunos apoyos, pero también rechazo de una facción importante del MC.  

Ramón Guerrero Martínez ejerce férreo control del grupo con el que gobierna la ciudad. Es sin duda el líder legítimo de los ex panistas, pero también de un grupo de seudoizquierdistas que se involucraron en la campaña. Ahí está por ejemplo Otoniel Barragán Espinosa que en algunos momentos se acuerda de su descendencia en el Partido del Trabajo y actúa cual izquierdista partidario de las posiciones más radicales de seguidores de un Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, bastan unos bastonazos para llamarle al redil y someterse a los designios que marca el alcalde.

Entre las tribus que pululan en la administración municipal destacan las huestes que lideran de la mano el regidor Luis Ernesto Munguía y la presidenta del DIF, Magaly Fregoso. El primero repudió abiertamente los primeros intentos de imponer a Dávalos como “el candidato”. Reprueba al ex panista porque él tiene aspiraciones personales y del grupo. Munguía quiere ser candidato a una diputación pero no va solo en esa aventura. También se propone ir de la mano de la presidenta del DIF, la que de acuerdo a los planes, deberá ser la futura candidata a la alcaldía.

El antes poderoso secretario particular del alcalde, Oscar Pérez Flores, también tiene aspiraciones políticas y estas son ajenas a las de Dávalos.

Quizá el grupo más influyente es el que forman funcionarios municipales que llegaron de Guadalajara. Ellos se han manejado con prudencia y prefiere reservarse opiniones a favor o en contra de Dávalos. La posición está lejos de ser interpretada como de apoyo al “cepillo”. Más bien, la lectura más precisa es de rechazo. En este grupo se sitúan personajes como el secretario general, José Antonio Pinto Rodríguez y el procurador social, Juan Hernández Jiménez, sin embargo, ellos están más distraídos en un proyecto político lejos de Puerto Vallarta. Los intereses de ellos están en Zapopan, donde pretenden alimentar la fuerza de su jefe político en el PAN, Abraham González Uyeda.

Las condiciones en el MC le son adversas del todo por el todo a “la mona” que motejan como “el cepillo”. Ellos han cometido reiteradamente el error de expresarse mal de otros militantes del MC a quienes ven y consideran como adversarios en la carrera por la candidatura. De tontos no bajan a la presidenta del DIF, a Oscar Pérez y a otros funcionarios que no comulgan con su grupo. Tienen las peores referencias personales, por ejemplo, contra la presidenta del Instituto de la Mujer, Ariadne Meza Motejano.

Quienes muevan a la “mona” y alentaron a remover a Gallegos de Participación Ciudadana pueden estar arrepentidos de haber respaldado la designación de Diego Franco. Este señor, está en la tablita desde las primeras semanas de hacerse cargo de las políticas vinculadas a los programas vinculados a las colonias. Al propio alcalde le ha causado corajes por sus desaciertos. Ni siquiera ha tenido el tino de programar cambios en juntas vecinales y cuando ha convocado elecciones abiertas de algunos comités ganan dirigentes vecinales no alineados a las políticas municipales. No se cumple el fin de facilitar espacios de modo para la promoción de la imagen del “cepillo”. Ha fallado también en movilización de vecinos, como ocurrió el día de la inauguración de las obras en el cruce Politécnico Nacional-17 de Septiembre-Avenida México. Tal acto, más bien pareció una concentración de priistas y un evento ajeno al gobierno municipal.

Dávalos pues, es una “mona” de la política cuyo capital político, y pobre disposición de recursos económicos acentúan su descripción. Lo promueven pero sin dinero. El alcalde no manda mensajes de estar dispuesto a darle arropo financiero y pagarle la campaña electoral. Y como en la política no hay proyecto sin dinero, todo apunta a que Dávalos se erigirá en la “mona” del MC, se hará a un lado, como lo hizo en repetidas veces en el PAN.

 

REVOLCADERO

 

El del lema “yo soy honesto”, Héctor Santana es para los habitantes de Valle de Banderas, la cabecera municipal del vecino Bahía de Banderas, un candidato que de llegar a la alcaldía, será el detonante para el desarrollo del viejo poblado. El muchacho está preparado y proviene de una familia de profesionistas de nativos del Valle. El médico Roberto Mejía Pérez no es mal visto pero desde que hace tres años no pudo ser el abanderado tricolor, los habitantes creen que quizá Santana tiene mejores posibilidades. Desde que Chano Flores Alvarado fue el primero presidente municipal de aquel municipio nadie nacido de Valle de Banderas ha sido alcalde.***** En una visita a Valle de Banderas pudimos platicar con al menos una docena de amigos y nos trajimos una opinión generalizada: Al designar el PRI candidatos nacidos de San José del Valle ha impedido un desarrollo equilibrado y mientras algunos poblados aceleran su desarrollo, otros se han venido rezagando. Se quejan de irse las inversiones en programas de equipamiento urbano a San José, San Vicente, El Porvenir y San Juan de Abajo. Y es cierto, en esa franja conurbada de pueblos es a donde llegan las inversiones, privadas y públicas.***** Que en su desesperación por hacerse de ingresos extraordinarios, el alcalde Bahía de Banderas, Rafael Cervantes Padilla ha llegado al grado de ordenar a sus policías que realicen auténticas razias. Días atrás, los uniformados entraron a una cantina y arrestaron a todos los presentes. A cada uno le cobraron multas no menos de mil 500 pesos. Nos dicen que al alcalde le urge dinero, para gastos menores pues no tiene dinero ni para pagar los aguinaldos. Por eso, el sindicato promovió paros laborales de tres días la semana pasada. Y a manera de revancha, se ordenó a los trabajadores paristas trabajar el lunes, día feriado por disposición del gobierno federal.

 

 




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