Dos meses después, Néstor Tello violó otro de sus juramentos políticos y su exhibida ya es total. El lunes fue presentado, como en su momento Pina Ibarría, en la reunión del gabinete municipal como nuevo funcionario municipal. Al siguiente día –martes- se presentó en horarios de labores y ya vestía el uniforme de la administración municipal.
Nada de malo tiene que una persona, profesionista o no, tome un empleo de gobierno. Pero en el caso del político oriundo de Tomatlán ocurre en un entorno que raya en escándalos dignos de cuestionamientos ganados a pulso, precisamente por incurrir en profundas contradicciones que lo colocan como un político propenso a mentir y engañar.
Néstor Tello se vino de su pueblo, sin duda con aspiraciones de progresar en todos los aspectos, lo profesional y lo político. Puerto Vallarta es el epicentro de la política regional lo que no le ofrecía Tomatlán que por lo visto ya le quedaba chiquito.
Cuando el PAN abrió su proceso interno para renovar su Comité Directivo Municipal, allá en los primeros días de noviembre, tres de sus militantes anunciaron primero sus deseos de inscribirse. Néstor Tello fue el cuarto. Ofreció ser un dirigente diferente. Juró no se apuntaba para negociar y no declinaría. Dijo ser de sangre panista y que se proponía extirpar del PAN los cotos de poder de los distintos grupos que se disputan el control de partido. Se quiso vender como una opción genuina de los panistas hartos de lo mismo y de los mismos. En su campaña repitió con entusiasmo el mismo discurso. “Conmigo, habrá unidad”, decía.
Pero se llegó el día de la convención y causó asombro en unos y aplausos en otros. En uso del micrófono, cuando se pensaba que lanzaría alguna arenga que le haría ganar votos, se bajó del caballo y alentó a sus pocos simpatizantes a votar por el Ricky Ponce. Había demostrado ser un buen orador y su discurso había convencido a varios militantes. De propia vos de amigos supimos que seguidores de Olivia Pérez y de Ponce Ibarría dudaban el sentido de su voto y tenían intenciones de darle el voto a Tello en una primera ronda. Serian los primeros decepcionados al ver su verdadero rostro. Con la declinación, los partidarios del Ricky festinaron a todo pulmón y dieron por ganada la elección. Tras el conteo, ese entusiasmo se transformó en caras largas. Habían perdido la elección.
El neo funcionario municipal es un ave de tempestades y en buena medida esa fama se la ha ganado a pulso. En su natal Tomatlán dicen de él que se condujo en el partido cual cacique, de esos que abundan en el PAN y en todos los partidos. En la Dirección Regional de Educación dejó sus huellas personales con acusaciones de todo tipo, particularmente de gustarle la práctica del nepotismo. También hubo quienes lo señalaron de ser funcionario deshonesto. Bueno, aunque con pruebas endebles, hasta lo tacharon de corrupto.
Cuando el proceso interno, Néstor Tello azuzó con su discurso las rasgaduras de vestiduras entre la militancia local. Apenas se apuntó, los seguidores de Ponce Ibarría dejaron correr la versión de tratarse de una candidatura alentada por el grupo del legislador local, Juan José Cuevas, cuya misión seria descarrilar al Ricky. Es mas, se dijo que la ex senadora Eva Contreras Sandoval estaba atrás de Tello. Las dudas se despejaron el domingo primero de diciembre, cuando su reculada y sumisión.
En realidad, y se consignó en este y varios espacios, Néstor Tello declinó previa negociación con operadores políticos del presidente municipal Ramón Guerrero Martínez, ala víspera de la convención panista. Una jugada igual a la de Carlos Murguía Cibrián, el cuarto aspirante y el primero en declinar, también a favor de Ricky Ponce.
Ocurrió pues una negociación en lo oscurito, más o menos en los mismos términos que con Josefina Ibarría. La dama ya despacha como asesora del alcalde desde la primera semana del año. En el caso de Néstor Tello no queda claro cual será su función pero se le habilitó uno de los muchos espacios vacíos en el edificio de la UMA. Todo indica que estará en el área de Desarrollo Social, para ser mas preciso, en Participación Ciudadana. Sin embargo no es definitivo.
Es interesante su caso, porque Néstor Tello, además de mentir a la militancia en su campañita, provocó choques entre panistas alineados a Ponce Ibarría y a Olivia Pérez, quien al final ganó la elección.
Como en su momento se negó la existencia de un pacto consistente en el apoyo de los panistas enmochilados a Ponce y el ofrecimiento de trabajo para Pina Ibarría, también se dijo del ofrecimiento de la misa naturaleza para Néstor Tello. La confirmación a ellos está en el uniforme que desde el martes viste el panista tomatlense.
En algún momento criticó a quienes ven al partido como un objeto de negociación pero se impone la percepción que el maestro resultó, sino peor, igual a quienes tanto criticó. En principio, eso nos dice su inclusión en la nómina municipal.
Lo reiteramos, qué bueno que ya tiene chamba pues a nadie se le niega el derecho de ganarse la vida. Si, bien por el empleo pero cuestionable la forma de obtenerlo, con un doble discurso, sobre todo con mucho de engaño y abundancia de mentiras. Mintió al decirse adalid panista y una propuesta de un moderno el paladín de la justicia y unificador del panismo. Todo fue una burda mentira. Más bien se nos asemeja a un maestro en el arte de la mentira y el engaño. Nosotros no hallamos respuesta a las preguntas del por qué quiso dirigir las riendas del PAN pues hizo de su candidatura un instrumento, cual anzuelo, para negociar en lo oscurito. Y eso es anteponer intereses personales a los de su partido, además de vender ideologías y principios, y vender a quienes creyeron en él.
REVOLCADERO
Los nombres de Paulina Rodríguez, Cristian Salcedo y Carolina Pérez, quizá no le digan nada a nadie. Que tengan un empleo de abajo tampoco dice mucho aunque el salarios que devengan en la nómina municipal. Paulina es hija del director de Tránsito Municipal, José de Jesús Rodríguez Campoy, “campoyito” para sus ex amigos. Nadie sabe a ciencia cierta qué hace pero tiene tantos privilegios como tener gasolina para su vehículo tantas veces lo desee. Cristian es hijo de Guillermo Salcedo Contreras, el director de Servicios Públicos y mano derecha de Arturo Dávalos Peña. El cachorro de Memo, tiene un salario de 25 mil pesos y también tiene tanque lleno de gasolina Premium para su auto particular. Lo curioso es sus automotores no se mueven de su estacionamiento en todo el día. Respecto a Carolina Pérez, nos platican que es una chica traída de Mascota y también disfruta de generosos privilegios. ****** Hay otro caso que también tiene enojados a otros empleados municipales. Se trata de Saúl Ginés. El señor se ganó su chamba por conseguir votos en la campaña para el Movimiento Ciudadano. Fueron votos de seguidores de la iglesia La Luz del Mundo. Cobra su chequesote quincenal como subdirector de Participación Ciudadana. También tiene a su disposición vales de gasolina para su auto y el de su esposa. Son unidades que no se mueven pues permanecen guardaditos en la UMA para evitar su ensucien. Los que controlan el consumo de gasolina se muestran curiosos pues el matrimonio de los hermanos, solicitan y gastan más gasolina los fines de semana. Y ya saben por qué. Resulta que Saúl Ginés viaja todos los fines de semana a Tepic donde cursa un doctorado.****** Ahora que citamos la impugnación de la elección por la dirigencia local del PAN, nos informan que Ricardo Ponce Ibarría, promotor de la impugnación, y Doña Olivia Pérez viajan este jueves 6 de enero a la capital del país. Ellos dos fueron los contendientes en la elección interna. Han sido citados por el Comité Ejecutivo Nacional del partido pues frente a ellos se abrirán las urnas donde se depositaron los votos aquel primero domingo de diciembre. Ahí se confirmará el conteo, se ratificará el resultado o se les informará que hubo chanchullo y deberá limpiarse el proceso.
