Lo curioso del caso, es que el yate de nombre “Attessa IV” está anclado desde octubre pasado en la terminal marítima de Puerto Vallarta, y no se sabe si está en calidad de detenido por la Capitanía de Puerto o por alguna otra autoridad. Lo cierto es que todavía el 31 de diciembre, desde esa embarcación fueron lanzados fuegos artificiales y había gente festejando la llegada del año nuevo.
De acuerdo con una nota del sitio web de la revista www.forbes.com firmada por Kathleen Chaykowski, el “Attessa IV” de 332 pies (101 metros), habría participado en un choque con un bote de pesca comercial de 65 pies operador por la empresa “Prowler Fishing Company” a nueve millas de la costa de San Diego, causando varias lesiones y una muerte, según la Guardia Costera de los Estados Unidos, cita la reportera.
La víctima del percance fue Richard Neff, un hombre de 66 años, quien tuvo un traumatismo cerebral y más tarde falleció en un hospital privado.
También señalan en la nota que el vicepresidente ejecutivo de la empresa Washington Companies, Tim McHugh dijo que había una investigación en curso, la cual podría durar hasta seis meses.
Asimismo, se mencionó que el millonario dueño del yate, Dennis Washington no estaba en el barco el día del accidente ni tampoco su familia.
Como dato adicional, indican que Dennis compró el yate en 250 mil dólares en el año 2007 y que pasó 40 meses reparándolo.
Otro sitio web, “SuperyachtNews”, informó que el incidente sucedió el 29 de octubre frente a la costa de Imperial Beach, que se encuentra entre San Diego, Estados Unidos, y Tijuana, México.
Que el bote pescador deportivo” Prowler” regresaba de un viaje de pesca cuando el barco chocó con el “Attessa IV”.
Que a las 20:00 horas la Guardia Costera recibió el reporte del choque y como resultado del percance todo el lado derecho del deportivo de pesca había desaparecido, mientras que el lujoso yate sólo sufrió rasguños, pero que aún estaba en condiciones para navegar.
Informaron también que una persona fue trasladada al hospital con lesiones severas y después murió, mientras que el resto de los 17 pasajeros fueron devueltos a la costa por personal de la Guardia Costera.
Por último, se informó que la Guardia Costera de EE. UU. todavía está investigando la causa del accidente.
Lo cierto es que el “Attessa IV” de pronto apareció anclado en las aguas del puerto de Vallarta, justo a un costado de la Administración Portuaria Integral.
En días recientes, se observaron andamios con trabajadores que hacían limpieza del yate. No se sabe si estaban borrando las huellas del choque o si solo hacían limpieza o colocaban estructuras para los fuegos artificiales del fin de año.
La Capitanía de Puerto no ha informado nada al respecto, ni quién trajo el navío a Puerto Vallarta ni la fecha exacta de su llegada; ni si está en calidad de detenido.
Este yate ya había estado antes en Puerto Vallarta, pues su dueño gusta de pasar algunas temporadas en este centro turístico.