Si alguien está feliz en  Bahía de Banderas por la liberación del capo Rafael Caro Quintero, este es el empresario Adrián Guerra Padilla, quien se presume es el prestanombres del otrora poderoso narcotraficante y quien se ha beneficiado con la venta de extensas áreas de terrenos que el narco había comprado cuando era el jefe de jefes y donde ahora se asientan varios fraccionamientos clase medieros y otros de interés social, sin contar la casona y las 140 hectáreas que todavía son de Caro en San José y Valle de Banderas.

Era tradición que el Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia, el DIF Puerto Vallarta, fuera la cara bonita del gobierno, tanto priistas como panistas así lo practicaron y lo entendieron, lamentablemente el ahora alcalde Ramón Guerrero, en apenas un año no ha mostrado respeto por las instituciones y ha permitido que el DIF se convierta en un auténtico club de Tobi, con una mujer al frente a quien ya ven como un remedo en caricatura de Martha Sahagún, aquella polémica señora esposa del ex presidente Vicente Fox

La buena reputación no es precisamente aliada de Giuseppe Viola, en donde quiera que uno pregunta por él obtiene sólo malas referencias. Que vendía oro de dudosa procedencia, que ha cometido fraudes inmobiliarios, que pesan sobre él denuncias penales y civiles, que presumía ser agente de la CIA, hasta que era un empedernido jugador de naipes cuando vivía en el hotel Velas Vallarta, en donde apostaba miles de dólares y que utilizaba unos lentes con truco para poder ganar, hasta que fue descubierto; habría recibido una golpiza y corrido de Puerto Vallarta.

Por Jorge Olmos

La regidora por el Partido del Movimiento Ciudadano, Doris Ponce Aguilar, protagonizó otro escándalo el fin de semana pasado, cuando se presentó ebria y agresiva en el estacionamiento de la presidencia municipal para exigir que le abrieran la puerta para guardar su camioneta, pero como los agentes de tránsito que resguardan el lugar se lo impidieron, los insultó. Lo mismo hizo una amiga de Doris que iba en visible estado etílico.

Aunque celosamente guardada por las autoridades, el rumor de que el padre de la regidora del Movimiento Ciudadano, Doris Ponce Aguilar, el ingeniero Manuel Ponce –a la postre también contratista del Ayuntamiento der Puerto Vallarta—había sido baleado entre la noche del viernes y la madrugada del sábado pasado al interior de la cantina “Punta Negra”, se confirmó al conocerse detalles de los hechos violentos de ese día en el conocido antro de la colonia Primero de Mayo.