Por Jorge Olmos Contreras
“Beto, mijo, ponte abusado, hay taxistas que han escuchado que en cuanto concluyas tu encargo como regidor podrían matarte”, le dijo una señora –de la que se guarda el anonimato por razones obvias—del Infonavit al regidor Humberto Gómez Arévalo. Él, con su clásico carácter explosivo, lanzó un grito como respuestas: “Me vale, yo no le tengo miedo ningún cabrón”. Sin embargo, al día siguiente el edil regresó con su amiga y preocupado, le comentó que uno de estos días empacaría todas sus cosas y se largaría de Puerto Vallarta, que las cosas estaban mal y que había muchas personas que querían hacerle daño, sin especificar quién o quiénes.
Sus amigas del Infonavit, a las que más frecuentaba, se dieron cuenta que Beto se había hecho ludópata, que el vicio del juego ya se había apoderado de él y que casi todos los días iba a jugar apuestas en el casino Emotion, donde la mayoría de las veces ganaba un buen dinero, aunque en otras ocasiones, les llamaba por teléfono a estas señoras para que le llevaran mil pesos prestados, que al día siguiente o en cuanto llegaran a su casa se los regresaba, tal y como acontecía; “en cuestiones de dinero, cumplía lo que prometía”, comenta otra señora de la misma colonia.
Humberto Gómez Arévalo vivía con miedo y paranoia, no confiaba en nadie y en todos lugares veía enemigos, quizá por eso en una ocasión sostuvo un altercado con el gerente del casino Emotion, a quien amenazó con clausurarle el centro de juegos y entretenimiento, si él, como regidor, se daba cuenta que esta persona le había tomado fotografías al momento de jugar apuestas en dicho establecimiento.
“No sabes con quién te estás metiendo pendejo, yo estoy bien parado hasta en la Ciudad de México, en la Secretaría de Gobernación, y en cualquier momento te clausuro esta madre”, le habría dicho Gómez Arévalo al gerente del Emotion, que está en la segunda planta de Plaza Galerías.
AMBIENTE RISPIDO
El incidente del casino no pasó a mayores, sin embargo, la Fiscalía de Jalisco no debe descartar ninguna línea de investigación en torno a la desaparición del regidor independiente, quien ciertamente, también tuvo algunas fricciones con el presidente municipal, Ramón Guerrero Martínez, pero nada concreto que haga sospechar un móvil político.
Y es que la desaparición del regidor independiente, se dio justo cuando las relaciones entre el presidente municipal, Ramón Guerrero Martínez y los regidores de oposición estaban en su punto más álgido, en un ambiente de crispación y tensión política, lo que ha dado pie a ciertas especulaciones.
Si en las redes sociales algunas personas han querido relacionar de una forma tendenciosa y maliciosa al alcalde con la desaparición del edil Gómez Arévalo, quizá se deba a intereses absolutamente políticos, personales o para sacar raja del momento electoral que se vive al interior de los partidos políticos para elegir a sus candidatos a puestos de elección popular, pero es difícil encuadrar una venganza de tipo político.
Nada más alejado de la realidad e injusto sería echarle la culpa en estos momentos al presidente municipal por la ausencia de Humberto Gómez Arévalo. Creemos que por ahí no va el móvil de la desaparición de esta persona.
El alcalde esperó los tiempos prudentes para pronunciarse y lo hizo a través de un boletín de prensa, donde mostró su preocupación por el caso Humberto Gómez Arévalo.
LAS INVESTIGACIONES
La Fiscalía Regional ya tomó declaraciones a varias personas, entre otras a varios regidores y al chofer y las dos asistentes de Humberto Gómez Arévalo, pero las investigaciones caminan muy lento y las dirige un grupo especializado en secuestros que envió a Puerto Vallarta el fiscal general, Luis Carlos Nájera Gutiérrez.
De hecho, se tiene conocimiento de que los agentes de la fiscalía han seguido los pasos de las dos asistentes, que han hecho patrullajes encubiertos en la colonia Infonavit, pero hasta ahorita no se conocen detalles de sus indagaciones por el debido sigilo que se debe tener ante una Averiguación Previa.
Vecinos dicen que la casa de Beto Gómez no se ha abierto, que nadie ha entrado y que sus conocidos tienen miedo de ir a la vivienda.
También ha trascendido que hay un sospechoso, detenido en los separos de la fiscalía regional, pero la información se guarda con hermetismo por razones obvias, es decir, para no entorpecer las investigaciones.
Sobre los últimas horas que se supo algo de Humberto Gómez Arévalo, se sabe que le pidió 50 mil pesos tanto al edil priista, antes perredista, Miguel Ángel Yerena Ruiz, mejor conocido como Tito Yerena, e igual cantidad a la regidora Susana Carreño, su compañera de batallas políticas.
También le habría pedido dinero al síndico, Roberto Ascencio Castillo, pero se ignora para qué necesitaba ese dinero el regidor antes de su desaparición.
En una breve charla que sostuvimos con Susana Carreño, ella nos comentaba que Humberto Gómez no tenía problemas económicos, que era muy raro que les pidiera dinero, que quizá trató de mandarles un mensaje de que algo le estaba sucediendo.
Y bueno, la denuncia no fue interpuesta por ningún regidor, fue puesta por las dos asistentes del regidor, entre ellas la famosa Lucy, Lucía Edith Curiel Peña, aquella secretaria que se le perdieron unas botas cuando supuestamente manos extrañas entraron a la oficina del regidor para robarle documentos y dos computadoras laptops.
UN SOSPECHOSO ROBO
El 05 de diciembre del año 2014, a las 15:03 horas, Humberto Gómez Arévalo interpuso una denuncia contra quien o quienes resulten responsables por un presunto robo ocurrido en su cubil de la presidencia municipal de la calle Juárez. La Agente del Ministerio Público, Alejandra Covarrubias Tovar, fue quien le tomó la declaración sobre el supuesto hurto, donde el regidor involucraba directamente al edil Luis Ernesto Munguía González.
Entre los datos que proporcionó en esa ocasión, Humberto Gómez Arévalo dijo ser mexicano, soltero, de 44 años, que si sabe leer y escribir en virtud de haber cursado el segundo semestre de arquitectura, ser originario de Portezuelo, municipio de La Barca, Jalisco y tener su actual domicilio en la calle Fidel Velázquez número 578 de la colonia Infonavit CTM
Humberto Gómez Arévalo es muy conocido en la zona de la colonia Infonavit, también es prestamista y en algunas ocasiones utilizaba un grupo de muchachos para cobrar casos difíciles, también era un cliente asiduo de uno de los casinos de Puerto Vallarta, donde apostaba en pequeñas y grandes cantidades de dinero, pero no tenía relaciones peligrosas que se sepa, ni problemas que hagan suponer la intervención de grupos de delincuencia organizada.
DUDAS Y RUMORES
Sobre la desaparición del regidor han surgido una serie de dudas y rumores que han causado malestar incluso en la Fiscalía General de Jalisco, debido a que han sido infundados, como el hecho que se manejó en las redes sociales, donde por lo menos tres periodistas de Puerto Vallarta aseguraban que tenían información de terceros que les aseguraban que Gómez Arévalo había escapado de sus captores, que ya estaba en una de sus fincas pero que bastante golpeado, mientras que otro dijo que el edil estaba en una casa de su familia en La Barca.
Uno de estos periodistas tuvo que incluso eliminar la nota de su página digital y el otro mantuvo los comentarios en su página de Facebook.
Sin embargo, llama la atención que “alguien” esté utilizando a comunicadores para esparcir rumores que podrían poner en peligro la vida del edil en caso de estar secuestrado.
Nadie sabe a ciencia cierta –ni la Fiscalía que trató de hablar por teléfono con uno de estos reporteros—quién le informó o le dijo al periodista Ricardo Barragán que manejara una nota periodística donde se aseguraba que el regidor estaba ya en una casa de La Barca, Jalisco, hasta donde se movilizaron agentes de la Fiscalía sólo para corroborar que la información era falsa.
Tampoco se sabe el por qué el columnista del periódico Vallarta Opina, Luis Alberto Alcaraz, entró en un juego de rumores en su cuenta de Facebook en torno a la desaparición de Humberto Gómez Arévalo, ya que él fue uno de los que comentó que el edil había escapado de sus captores y que ya estaba en casa, lo cual resultó totalmente falso.
Hay quienes han sugerido la teoría conspirativa en el caso de la desaparición de Gómez Arévalo --o de un ardid publicitario y mediático con fines políticos--, pero mientras pasan los días, dicha hipótesis se comienza a caer a pedazos, toda vez que el asunto del edil independiente parece más grave de lo que podríamos suponer, sobre todo por el entorno en que se movía, sus cuentas en el Infonavit y sus días de juego y apuestas en el casino Emotion, además del ambiente político hostil que se generó dentro del gobierno municipal por sus enfrentamiento verbales con el alcalde Ramón Guerrero.
