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Lunes, 05 Junio 2023 00:35

Personas ajenas al edificio Náutico irrumpen con violencia para “liberar” restaurante Rooftop 360 y amenazan Destacado

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POR LA REDACCIÓN

Un grupo de personas al servicio del presunto restaurantero David Origel e impulsados por la abogada Carmen Cabrera, se presentaron la noche del viernes en el edificio Náutico que se ubica en la calle Vela número 100 del fraccionamiento Marina Vallarta, para tomar con lujo de violencia un establecimiento de venta de alimentos y bebidas que está en la parte alta del inmueble denominado Rooftop 360; esto, sin consentimiento del Consejo de Administración y con la complacencia de policías que no intervinieron porque dijeron ser amigos de la licenciada Cabrera.

El restaurante Rooftop 360 ha sido una pesadilla para los condóminos del edificio Náutica por haberse instalado a un lado de la zona de alberca, en un área común, y porque siempre ha generado quejas por el ruido que provoca y que acaba con la tranquilidad de los vecinos.

El dueño del negocio, David Origel, mantiene un pleito con el Ayuntamiento de Puerto Vallarta porque no le han querido otorgar licencia de operación, permiso que hasta la fecha no tiene, por lo que el mismo propietario y arrendatario prácticamente lo abandonó y cerró por casi dos años.

Lo anterior, con el agravante de que no tiene contrato de arrendamiento, afirman los vecinos.

Sin embargo, el viernes 02 de junio llegó un grupo de hombres que se metieron por la fuerza al edificio, subieron hasta el Rooftop 360 y quebraron ventanas para poder “liberar” el establecimiento comercial.

De paso, se robaron las llaves de varias áreas comunes y de algunos departamentos; y como el personal administrativo estaba amedrentado, no quisieron intervenir, lo que hicieron fue llamar al 911 para que acudiera la policía municipal –según el reporte R9/20230604/00114—pero no fue ninguna patrulla, sino hasta que se hizo presión con más llamadas –reporte 20230604/08078685-- se hizo presente la unidad PV-346 y otras, pero los oficiales no auxiliaron a los empleados de la administración con el pretexto de que la licenciada Carmen trabajó en el Ayuntamiento y tenía sus contactos.

Después del escándalo, las amenazas y cristales rotos, los rijosos se fueron por donde vinieron y los condóminos, por temor a que se fueran a perder cosas del restaurante –porque dejaron acceso libre con las ventanas dañadas—sacaron algunas cosas que estaban en el área de roof garden y las pusieron a buen resguardo.

Al observar la situación, Carmen Cabrera se fue de inmediato a la fiscalía para interponer una denuncia por robo contra los condóminos, pero más tarde los mismos vecinos le entregaron un escrito al Agente del Ministerio Público de Atención Temprana, donde le informaron que los muebles que estaban en la zona de roof garden fueron resguardaron a raíz de los eventos que se suscitaron el viernes para salvaguardar la integridad de los mismos, según firma la carta el condómino José de Jesús Cervantes Jauregui.

Consultada al respecto, Carmen Cabrera dijo que su cliente David Origel no ha cometido ninguna arbitrariedad y que, por el contrario, él es víctima de los condóminos que, sin ningún sustento legal, lo quieren echar del edificio junto con su restaurante.

El señor Origel es el arrendatario y además tiene un juicio ganado ante el Tribunal Administrativo del Estado por el caso de la negación de la licencia municipal, puntualizó la abogada Cabrera.

 

 

 

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