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Jueves, 27 Marzo 2025 19:34

Sedicentes abogados de Tomatlán intentan “levantar” a los Molina en Ixtapa tras perder un juicio mercantil Destacado

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Por Jorge Olmos Contreras

Frustrados porque perdieron un juicio de carácter mercantil y porque trataban a toda costa que la fiscalía detuviera a sus contrapartes del asunto jurídico, los sedicentes abogados de Tomatlán, Carlos Alejandro Díaz Rodríguez, Juan Manuel Díaz Bernal, en contubernio con sus clientes Moisés Guadalupe Gómez y María Luisa P., intentaron “levantar” a los licenciados Daniel Molina Pérez, Alejandro Molina Pérez y a Wenceslao Medina Pelayo; en hechos ocurridos ayer miércoles por la carretera estatal 544 a la altura de la calle Hidalgo rumbo a Las Palmas.

De acuerdo con información obtenida por este medio, los involucrados acudieron a una audiencia en los juzgados de control y oralidad de Ixtapa alrededor de las 12:00 horas de ayer, donde un juez les hizo saber que habían perdido un juicio mercantil, cuya sentencia causó ejecutoria y en donde condenan a sus clientes Moisés Guadalupe Gómez y María Luisa Pelayo a pagar deudas mercantiles originadas por pagarés que no cubrieron en su totalidad.

Molestos por la derrota judicial, estos presuntos licenciados, en compañía de sus clientes y otro grupo de personas, se apostaron a las afueras de los juzgados –estacionados en lugar prohibido-- y sobre el costado de la carretera 544 para esperar a los abogados de apellido Molina Pérez y Molina Pelayo, con la intención de darles un “levantón”, según consta en la denuncia que se interpuso ayer mismo contra los imputados.

EL PLANTÓN

En la denuncia, las víctimas afirman que Carlos Alejandro Díaz Rodríguez y Juan Manuel Díaz Bernal, junto con Moisés Guadalupe Gómez y María Luisa Pelayo y otras personas que estaban en dos vehículos, una pick up Mitsubishi L200 y una Nissan platina plateada, hicieron un “plantón” por más de 35 minutos a las afueras de los juzgados para esperarlos con no muy buenas intenciones.

En este contexto, al momento que los Molina salieron de los juzgados, los sujetos que los estaban esperando comenzaron a gritarles que “no se quedarían así las cosas” y que se encargarían de ejecutar “una orden de aprehensión”, que, según ellos, había en contra de unos de los abogados que habían ganado el juicio; se referían al abogado Wenceslao Medina Pelayo.

Lo anterior, no obstante, a que ellos, los ahora imputados, estuvieron en la audiencia donde el juez canceló la orden de aprehensión por el presunto delito de falsificación de documentos. Pero ellos, los sedicentes abogados, querían hacer “justicia” por su propia mano.

Sin embargo, al percatarse los abogados Molina que los estaban esperando, avisaron al juez, quien a su vez les recomendó que se resguardaran en el interior de los juzgados mientras se informaba al Ministerio Público que había una orden de cancelación sobre la que se había girado antes para detener a Wenceslao Medina.

También dieron aviso a la policía municipal, cuyos oficiales llegaron para quitar del lugar prohibido a los vehículos y pedirles a las personas que estaban agresivas que se retiraran del lugar.

LA PERSECUCIÓN

Fue hasta que llegó la policía municipal que los abogados Molina salieron para irse de ahí; pero inmediatamente después, se dieron cuenta que las personas que los amenazaron se habían colocado justo en la banqueta frontal, junto al autolavado ubicado frente a los Juzgados.

Así las cosas, mientras los Molina se retiraban en un automóvil sedán Ford Fussion, y al dar vuelta en U y pasar por el lado de la Mitsubishi, les quisieron cortar la circulación en dos ocasiones, por lo que Daniel Molina que iba manejando, aceleró la marcha, pero fue alcanzado por la L200 que conducía Carlos Alejandro Díaz.

Al ser alcanzados los Molina, los tipos de la Mitsubishi les gritaba una serie de improperios; y al detenerse el carro de los Molina en un semáforo que está a la altura de la carretera Las Palmas y la calle Hidalgo, los agresores aprovecharon para salirse del carril derecho, meterse a la terracería y alcanzar al Ford Fussion e impactarlo del costado derecho (lado copiloto) … acaso para que no se fueran.

Pero eso no fue todo, ya que no conforme con chocar al vehículo compacto, Carlos Alejandro Díaz y Juan Manuel Díaz –que iba de copiloto y el cliente Moisés en los asientos traseros—les gritaron que se pararan, que ya se los había cargado “la chingada”, que los iban a “levantar”; que ellos se encargarían de detener a Wenceslao por la supuesta orden de aprehensión que había en su contra, es decir, querían hacerse pasar por policías judiciales.

EL RESGUARDO Y LA DENUNCIA

Asustados, los Molina escaparon como pudieron y se fueron a toda velocidad rumbo a Las Juntas, donde por un momento los perdieron, llamaron al 911, y se fueron a refugiar al estacionamiento de Home Depot, hasta donde llegó la policía municipal para resguardarlos y escoltarlos a la fiscalía para que pusieran su denuncia.

Para su sorpresa, los hoy imputados ya estaban en Fiscalía hablando con el subdirector, quizás para tratar de justificar su conducta, diciendo que ellos lo que pretendían era hacer un “arresto ciudadano”.

Lo anterior, pese a que ya estaban enterados de que no había orden de aprehensión contra Wenceslao Medina

Por estos hechos, los presuntos abogados, Carlos Alejandro Díaz Rodríguez y Juan Manuel Díaz Bernal, fueron denunciados por privación ilegal de la libertad.

Hasta ahí la denuncia de hechos, pero al investigar un poco más sobre estos personajes y el por qué de su conducta arbitraria y prepotente, nos enteramos que Juan Manuel no es precisamente abogado y se ostenta como tal; y que Carlos Alejandro presume ser el propietario --o abogado del dueño-- del inmueble que ocupa la fiscalía en Tomatlán y que por eso dice tener y contar con “todo el apoyo” de la fiscalía… Y que ellos pueden hacer lo que quieran.   

 

 

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