Tras un breve interrogatorio abandonaron el lugar. Pero no se regresaron solos. Para susto de los lugareños que atestiguaron a distancia la operación se llevaron a varios empleados municipales. No hay reporte oficial de parte de la 41 Zona Militar pero si corrió como reguero de pólvora. Se llevaron al subdelegado Jorge Pérez, a la secretaria Claudia Rosas y a Alfonso García. Al parecer el último es el encargado del panteón. Un dato adicional sin confirmar fue que también cargaron con el cura encargado de la iglesia del lugar. Son las secuelas de aquel encontronazo de Guachinango semanas atrás. El personal de la delegación no cumplió con los protocolos formales de la sepultura de un muerto en el arco de ingreso a Guachinango y aparentemente los llevaron a rendir una declaración. Hasta ya muy entrada la noche, no se reportó el regreso a casa del personal de la delegación