En la escena del crimen, policías investigadores y peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, habrían encontrado varios cascajos de calibre .9 milímetros, y según lo observado en el lugar, a “El Temerario” le asestaron cuatro balazos.
De los presuntos autores materiales de este crimen nada se sabe, solo que fueron los de una moto que se alejó a toda prisa del lugar.
Entre vecinos, trascendió que el hoy occiso se dedicaba presuntamente a la distribución de drogas y que esta actividad le habría traído problemas, pues todo parece indicar que el o sus enemigos o contrarios esperaron a que saliera de la cárcel para ajustarle cuentas, pero esa es tarea que ya realiza la Fiscalía del Estado.