David acudió el pasado 31 de octubre a las afueras de la escuela primaria Club de Leones de Puerto Vallarta para tratar de pasar un rato ameno con su hija. Para ello, se puso una botarga de unicornio y junto con un amigo se hicieron presentes en el plantel con el objetivo de divertir a su nena y a los compañeritos de ella, pero al llegar se llevó una terrible sorpresa.
En la calle estaba un vehículo compacto del que descendió un señor que, con machete en una mano y un teléfono celular en la otra, comenzó a agredir a David Morales.
De inmediato, David se dio cuenta de que se trataba de Gerónimo Pérez (en la secuencia fotográfica se puede observar que lleva el arma blanca en la mano derecha), abuelo de su hija que al parecer está a cargo de la menor.
David Morales está en juicio con su ex pareja de nombre Edith Verónica para obtener la patria potestad de la niña, pero hasta ahorita nada ha prosperado en los juzgados locales. Tampoco le han ordenado o dictado medidas de protección que le impidan tratar de ver o acercarse a su pequeña.
Sin embargo, ese día martes 31 de octubre, fue agredido por el padre de su ex pareja, quien con machete en mano le asestó varios golpes, pero gracias al material de que está hecho la botarga de Unicornio que traía, el filo del arma punzocortante no penetró en su piel.
David llamó al 911, solicitó ayuda a la comisaría de seguridad pública por la agresión de que era objeto; más tarde arribó la patrulla PV-417, a cuyos elementos les mostró el video que su amigo tomó mientras recibía sendos machetazos, por lo que pidió que detuvieran a Gerónimo Pérez.
Lo que siguió fue un abuso y una felonía que a nadie se le desea, ya que mientras David informaba a los policías lo sucedido, llegó la madre de la niña para presumir que era influyente por ser amiga de una abogada que se supone aboga por los derechos humanos y con un desparpajo total, ordenó a los elementos que se llevaran a la cárcel al padre de la niña, dizque porque “se la quería robar”.
El amigo de David también fue amedrentado por los policías por el simple hecho de estar tomando video con su teléfono celular.
Maltratado y esposado, David Morales fue trepado a la unidad policiaca donde lo sujetaron a una parte de la carrocería. Él pedía que le aflojaran las esposas, pero los gendarmes, burlones, le dijeron que no tenían las llaves. David les cuestionó que qué pasaría si la patrulla se accidentaba o tenía que salir de emergencia de la camioneta”, pero la respuesta fue un “no, no tenemos las llaves”.
Una vez en los separos, se dio cuenta que también se habían llevado detenido al abuelo Gerónimo Pérez, pero su impotencia y coraje aumentó cuando observó cómo la mamá de su hija y su abogada se hicieron presentes para exigir la liberación del sujeto agresor (el del machete) y a él lo dejaron bajo arresto durante 36 horas, no le permitieron hacer una llamada a su abogado, ni aceptaron (jueces municipales) que pagara una multa administrativa, simple y sencillamente lo privaron de su libertad por órdenes de la señora Edith Verónica y su amiga licenciada.
El padre de familia violentado, humillado y difamado, acudió el pasado viernes 03 de noviembre por la mañana a las oficinas de la Comisión Estatal de Derechos Humanos a presentar una queja por lo sucedido; y por la tarde fue a la comisaría de seguridad ciudadana para levantar un reporte contra el actuar de los policías en el área de “Asuntos Internos”.
Hasta ahorita, no ha obtenido una respuesta favorable, no hay servidores públicos castigados, suspendidos o despedidos y tampoco se le permite ver a su hija.
En las redes sociales, David Morales ha emprendido una campaña para exigir justicia para su pequeña hija, pero al ver que las autoridades le hacen más caso a una abogada y a la madre de su hija, decidió dejar un antecedente en su denuncia y queja:
“Hago mención que me preocupa mi seguridad, y hago responsable a partir de este momento de mi integridad y o privación de mi libertad en un futuro a Edith Verónica N, a María N y al señor Gerónimo Pérez”.