Y es que de acuerdo al expediente 343/15 procesado en el juzgado primero de Bucerías, el grupo IMEX demandó legalmente el pago de las rentas vencidas antes las evasivas del presidente municipal, José Gómez Pérez, en cumplir con los pagos de la renta del edificio que desde principios de la administración convenció a los regidores habitar. El monto adeudado es por los diez meses que lleva la presente administración más los que se sumen hasta no haber una respuesta de parte de la autoridad.
El 28 de abril pasado, llegó una solicitud de pago por la vía legal a las oficinas de la síndico municipal, Mónica Saldaña Tapia, a través del notificador del juzgado primero de Bucerías.
Las evasivas del alcalde manifiestas en el expediente ofrecen una muestra más sobre su indiferencia hacia acatar un estado de derecho el cual sólo atiende cuando le conviene. Es decir de todos es sabido que la concesión fue cuestionada, sin embargo al no actuar a tiempo y usar las instalaciones, Gómez Pérez dio a entender que asumía las responsabilidades que le confería el contrato como alcalde en turno. Sin embargo el hecho de no pagar renta del conjunto administrativo es un indicio más de su apuesta a la complicidad y a los arreglos políticos que pudieran generarse.
Grave resulta para la economía del destino que quien lo administra desdeña el estado de derecho cuando de responsabilidades se trata. En una época donde la confianza de los capitales radica en la solvencia de las administraciones, las señales que envía José Gómez desalientan a cualquiera que pretenda llegar al municipio y su litoral. Sus actos de gobierno son guiados por sus ocurrencias y las consecuencias son graves.
Cabe señalar que su indiferencia hacia el cumplimento de compromisos económicos plasmados en contratos, principalmente con proveedores y contratistas, hoy tienen sumida la administración en una crisis financiera por la falta de pago. Deuda pública, que Gómez Pérez con su proceder le agrega el calificativo irresponsable, que ya tiene en la mira varias participaciones federales y existe un alta probabilidad de que al final de cuentas el ayuntamiento tenga que apretarse más el cinturón y ni para seguir pintando plazas le alcance.
Definitivamente, José Gómez va de mal en peor y se mete en la carrera por superar a su nefasto cuñado, Rafael Cervantes Padilla, el anterior alcalde de Bahía de Banderas.