Por Jorge Olmos Contreras
La Cuarta Sala en Materia Civil del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE), condenó en sentencia definitiva a la actual presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (CANIRAC) capítulo Puerto Vallarta, Evangelina Sánchez Dueñas, a pagar la cantidad de 346 mil 280 pesos, más gastos y costas del juicio identificado en el expediente 216/2014, al señor Antonio Galindo Ochoa Muza, con quien contrajo una deuda desde el 05 de octubre del año 2010, pero que se ha negado a liquidar una y otra vez, sin importar poner en mal su nombre ni el del organismo camaral de la cual es titular.
La deuda total era de 646 mil 280 pesos por camarón que traía Antonio Galindo desde Mazatlán y los dejaba encargados a Evangelina en un local con cámara refrigerante para posteriormente venderlos, incluso la misma Evangelina compraba el producto ahí.
Sin embargo, con el tiempo no cuadraban las entradas y salidas del producto en términos económicos, por lo que el 05 de octubre del 2010 se reunieron para tratar el asunto y ahí hubo testigos, dos empleados, que afirman que Evangelina firmó un documento donde reconoce el adeudo con el distribuidor de camarones.
Por estas razones, Antonio Galindo denuncia por la vía penal a Evangelina Sánchez, pero a cambio de que le otorgara el perdón, le pagó 300 mil pesos de la deuda total, pero como después se negó a liquidar todo el pasivo, Galindo Ochoa la demandó por la vía civil ordinaria, con el objetivo de que le pague los otros 346 mil 280 pesos restantes.
DEL RIVER CAFÉ AL BANQUILLO DE LOS ACUSADOS
Evangelina Sánchez es dueña del conocido restaurante “River Café”, y para evadir el compromiso del adeudo que contrajo con Antonio Galindo Ochoa, recurrió al abogado Vicente Carrillo González y otros, con tal de no pagar la cantidad expuesta.
Vicente Carrillo, con amplias relaciones en los juzgados civiles, en donde fungió como juez primero de lo civil hace ya varios años, se habría confabulado con la Juez Primero, Lourdes Angélica Delgado Álvarez y su secretario, Jorge Luis Moreno (VALLARTA UNO edición 107) para no darle valor a las pruebas que entregó Antonio Galindo, ignorarlas y que eventualmente perdiera el caso, tal y como sucedió en el juicio civil ordinario expediente 498/2013, donde la Juez Lourdes Angélica Delgado, dictó sentencia definitiva el 24 de enero del 2014, donde absuelve a Evangelina Sánchez de la totalidad de las prestaciones reclamadas, es decir, la Juez liberaba a la presidenta de la Canirac de no pagar la suerte principal de poco más de 360 mil pesos más los intereses generados desde el 2010.
Por ello, y como lo informó oportunamente VALLARTA UNO, el afectado Galindo Ochoa promovió el recurso de apelación contra esta sentencia y el caso se fue a la IV Sala del Tribunal Colegiado en Materia Civil y en revisión, los magistrados dictaron sentencia definitiva contra Evangelina Sánchez el 27 de marzo del 2014, en donde la condenan a pagar el dinero que le debe a Antonio Galindo.
Lejos de asumir su responsabilidad y pagar los 346 mil 280 pesos al empresario camaronero, Evangelina, al sentirse acorralada, exigió a sus abogados que hicieran todo lo posible para no pagar. Por eso, el 14 de mayo del 2014, interpusieron una demanda de amparo directo para dar tiempo y no liquidar el adeudo.
El amparo se le concedió a Evangelina Sánchez, pero también está a punto de perderlo ante las pruebas contundentes y otra figura jurídica que promueve el abogado de Antonio Galindo Ochoa, en donde no le quedará de otra a la presidenta de la Canirac, más que pagar lo que debe y en caso de que se confirme la sentencia definitiva, tendrá que pagar más de un millón de pesos: 346 mil 280 pesos de la suerte principal y unos 800 mil pesos de intereses, afirma en entrevista, el mismo Galindo Ochoa.
LA JUEZ CARGA LOS DADOS
De acuerdo con copias simples –que obran en poder de este medio de comunicación-- de este juicio civil entre Antonio Galindo y la presidenta de los restauranteros vallartenses, es obvio que la Juez Lourdes Angélica Delgado actuó parcialmente en favor de Evangelina Sánchez, ya que no sólo el secretario de acuerdos, Jorge Luis Moreno Escobar se burlaba de los testigos de Galindo Ochoa, sino que permitió que entraran a las audiencias personas que acompañaban al abogado Vicente Carrillo y que no iban en calidad de testigos ni de nada, y cuando le reclamaron al secretario esta irregularidad, éste sólo respondía de mala manera que nadie le iba a decir cómo hacer su trabajo.
Jorge Luis Moreno, de hecho, increpó a Antonio Galindo el 17 de septiembre del año pasado, le pidió a gritos que se quitara la gorra y con palabras fuertes y soeces trató de intimidarlo. Al darse cuenta de esta agresión, la señora Alejandra Ruiz Díaz, quien iba con Antonio Galindo, sacó su tableta y empezó a grabar la actitud del secretario del Juzgado Primero, pero éste se le abalanzó para tratar de arrebatársela, pero no lo consiguió y después llamó a la fuerza pública para que sacaran del lugar… a sus propias víctimas.
Al día siguiente, Antonio Galindo fue con la Juez Civil para estar al pendiente del juicio, pero Lourdes Angélica Delgado lo recibió con un: “Ya estoy enterada de lo sucedido”, pues según ella, el secretario de acuerdos le informó que Antonio Galindo iba en estado de ebriedad, cosa que resultó totalmente falsa y para prueba ahí estaba la grabación de la tableta; y como testigos, todo el personal del Juzgado.
Ante esto, Antonio Galindo emitió una queja contra Jorge Luis Moreno Escobar ante el Consejo de la Judicatura del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco.
MODIFICAN CONTENIDOS
Por si esto fuera poco, la misma Juez se prestó a que se hicieran modificaciones de contenido en la redacción del juicio civil ordinario, toda vez que cambiaron el sentido de algunas declaraciones. Incluso, uno de los puntos, el número dos, para apelar la sentencia, fue precisamente que se transcribió de forma diferente a como textualmente se ofreció en el escrito inicial de demanda.
En el texto modificado, se afirma que “el 05 de octubre del 2010 se reunieron en un local que se ubica en la calle Mérida 278, Evangelina Sánchez, Antonio Galindo, Paúl Estrada Hernández y Luis Carlos Rivas con el objeto de aclarar los adeudos, entradas y salidas del congelador a cargo de Evangelina y que acordaron todos que al comandante (es decir, a Antonio Galindo) se le adeudan 979 mil pesos y que todos firmaron de conformidad”.
Sin embargo, el texto original dice textualmente: “Documental privada consistente en la carta de reconocimiento de adeudo firmada de su puño y letra por la ahora demandada, Evangelina Sánchez Dueñas, probanza con la que acredito que aun cuando la hoy demandada firmó por la cantidad de 646 mil 280 pesos, omito reclamarle los 300 mil pesos que me pagó extrajudicialmente”, texto que el Juzgado transcribió erróneamente.
DE SU PUÑO Y LETRA
En esa reunión, Evangelina Sánchez reconoció plenamente su adeudo ante la presencia de varios testigos y después en audiencia de ley y ante la presencia judicial; testigos que comparecieron a ratificar que la demandada reconoció plenamente su adeudo con Antonio Galindo, lisa y llanamente, sin objetar ni aclarar absolutamente nada al respecto, al momento de estampar de su puño y letra su firma autógrafa.
Luego entonces, y a pesar de ser tan claro el documento basatorio, la Juez Lourdes Delgado omitió darle valor probatorio pleno. “Es extraño que haya cambiado el texto original de la prueba documental privada –comenta el abogado de Galindo Ochoa—ya que sin duda este accionar cambia el sentido de dicha probanza en perjuicio de Antonio Galindo”.
En su defensa, Evangelina Sánchez afirmó que no estaba encargada del producto que había en una cámara de congelación, la mayoría camarón que Galindo traía desde Mazatlán, y que sólo firmó una hojita de inventario, pero que nunca reconoció un adeudo por 646 mil pesos.
Sin embargo, en sus respuestas afirmativas en el juicio, reconoció su firma en el documento base y también manifestó que había sido omisa en realizar el pago del adeudo a pesar de los múltiples requerimientos. (Nota publicada en la edición 113 de VALLARTA UNO ya en circulación desde el 06 de agosto 2015)