El caso más sonado fue el del hijo del síndico municipal de Ayuntamiento, a quien invitaron a subir al templete del Tapanko y una vez ahí, el animador le pidió que se quitara la ropa para poder estar en igualdad de circunstancias con las chicas que ya estaban en topples.
El muchacho se quitó toda la ropa, todo estaba normal hasta ahí, ya que se trataba de un show para los clientes que estaban en ese momento disfrutando de los bailes eróticos, lo malo fue que el personal de seguridad nunca puso atención para evitar que le tomaran fotografías a este familiar de una de las autoridades más importantes del municipio.
El encargado del Tapanko, Jesús Scherman, tampoco hizo nada para detener a los “paparazzis” espontáneos y dejó que varias personas, con su celular en mano, le tomaran fotografías a este joven desde varios ángulos.
La Dirección de Reglamentos no ha tomado cartas en el asunto, pero este tipo de descuidos no se deben de tolerar. No se debe permitir que tomen fotos de los clientes –sean o no funcionarios o hijos de servidores públicos--, por lo que el antro tiene que ser clausurado para que se inicie una investigación y exigir a los propietarios garantías para sus consumidores.
En VALLARTA UNO y su página digital www.vallartauno.com se difundió la nota de este bochorno por tratarse del familiar de un funcionario del Ayuntamiento.
Sin embargo, el Tapanko y su dueño Noel no han tomado las medidas necesarias para proteger a su clientela, y de esta manera, cualquiera puede ser exhibido por sus propios excesos.
A principios de este año, en el Tapanko de Tepic, dos teiboleras que trabajaban en el cabaret, se vieron involucrados en un secuestro express contra uno de sus clientes, a quienes citaron en un motel para una relación amorosa.
En Puerto Vallarta no han sucedido este tipo de delitos en los table dance, pero sí se consciente y practica el delito de trata y prostitución.