De esta manera, estamos ya en posibilidades de dar a conocer que los principales asesores en materia financiera y en políticas públicas de carácter social van a ser, en lo económico el contador público Arturo Gradilla Ulloa, quien ya fue tesorero en administraciones dirigidas por el Partido Acción Nacional, mientras que Guillermo Salcedo lo va a ser en todo lo que tenga que ver en trabajo de campo, es decir, puede que sea el Director de Desarrollo Social o el funcionario que supervise esta Dirección, la Jefatura de Participación Ciudadana y la Dirección de Servicios Públicos Municipales.
En la tesorería municipal va el contador Ricardo René Rodríguez, quien actualmente ocupa la Dirección de Catastro Municipal. Este funcionario es una pieza inamovible, va directo a este cargo, uno de los más importantes del Ayuntamiento, por ser una persona de todas las confianzas de Arturo Dávalos Peña.
De los que repiten en el cargo, es el actual Secretario General, Víctor Manuel Bernal Vargas y el Contralor Municipal, Fernando Peña.
En el caso de Víctor Bernal es un personaje con un perfil conciliatorio, muy dado al diálogo y a una política de puertas abiertas –de hecho es quien ha dado la cara por el Pitas Pelayo, ha sido como el verdadero alcalde interino sin nombramiento-- y quizá por eso le estén dando la confianza para que se quede en este importante cargo.
Desgraciadamente no podemos decir lo mismo de Fernando Peña, que en la Contraloría Municipal ha dejado mucho que desear, nos ha quedado a deber a todos los ciudadanos, por las evidentes omisiones en la integración de procesos administrativos para investigar a funcionarios corruptos del actual Ayuntamiento; creo que no merece que lo ratifiquen en Contraloría, pero bueno, esta es una decisión única y exclusiva del nuevo alcalde.
En turismo, Arturo Dávalos Peña pidió al sector empresarial que le propusiera una terna para él elegir al más adecuado.
Para esta Dirección se maneja en primerísimo lugar a la ex presidenta de la Canirac, Guadalupe Bayardi, quien ya es integrante del MC; al ex director de turismo y ex delegado de la Setujal, Ramón González Lomelí, un vallartense de Vallarta (como dicen aquí) muy apreciado en el sector turístico; mientras que la tercera opción es el actual director, Oscar Pérez, aunque es un hecho que lo van a excluir y todo va a quedar entre Lupita Bayardi y Ramón González Lomelí.
En la Policía Municipal, el puesto más neurálgico y delicado de cualquier Ayuntamiento –y más en estos tiempos violentos—va un militar recomendado por el general que estaba antes aquí en la 41 y quien es compadre del actual Secretario de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos Zepeda.
De hecho, sabemos que el mayor Rogelio Hernández de la Mata ya está entregando el despacho, que quiso repetir pero al no pasar los exámenes de control de confianza, se cayeron sus nuevas aspiraciones. Ahorita, en estos momentos, el encargado de Seguridad Pública (aunque no es oficial, es por debajo del agua) es el director de tránsito, Jesús Rodríguez Campoy, quien por cierto, va a la subdirección administrativa de la Dirección de Seguridad Pública.
Y sorpréndase usted, en Tránsito Municipal, va una mujer de origen panista pero que después entró al Ayuntamiento del MC como asesora, madre ella de un joven panista que contendió el año pasado por la dirigencia del Comité Municipal del PAN, pero que por respeto a la fuente no podemos revelar todavía el nombre.
En Comunicación Social la directora será Silvia Álvarez y la secretaria particular, asistente y gente de todas las confianzas de Arturo Dávalos, será Lupita Guerrero.
Y bueno, un gesto que debe aplaudirse es que Arturo Dávalos Peña le va a pedir al Colegio de Ingenieros Civiles y al de Arquitectos, que le propongan a la persona idónea para ocupar la Dirección de Desarrollo Urbano Municipal, ojalá y haga lo mismo para otros cargos.
Así las cosas, ya se comienza a conformar el equipo de gobierno y una cosa muy importante es que el nuevo alcalde no va a permitir que los regidores se conviertan en una agencia de colocaciones para engrosar la nómina. Sabemos que sólo les va a dejar que propongan o metan a trabajar a cinco recomendados, ya sea como asistentes o en otros puestos públicos. Ya no va ser como antes que metían hasta 30, 50 o 60 recomendados.