Quince días antes de que Arturo Dávalos diera a conocer a los funcionarios que van a integrar los puestos más importantes de la próxima administración, este grupito intentó cooptar por todos lados al nuevo presidente municipal para que accediera a ratificar en la Dirección de Turismo a Oscar Pérez, un muchacho que de turismo sabe lo que usted y yo de astronautas, pero el tiro les salió por la culata, ya que Arturo se sostuvo y no permitió ningún tipo de presión, ni mucho menos chantaje, y mandó por un tubo tanto a Oscar como a sus promotores.
Arturo Dávalos tiene una visión muy concreta de lo qué quiere en su administración, por eso mandó llamar a Ramón González Lomelí y a Lupita Bayardi, para que ellos sean los que manejen el tema del turismo en Puerto Vallarta. Ramón en la Dirección de Turismo y Lupita en el Patronato del Centro Histórico.
Los empresarios aglutinados en el Consejo Coordinador, le dieron el visto bueno a Arturo Dávalos y le dan un voto de confianza, sobre todo con Ramón González Lomelí, un vallartense muy apreciado en el sector turístico, cuya experiencia es tan amplia que ha manejado todo tipo de actividades y responsabilidades de este sector, tanto en el gobierno federal, estatal y municipal, como en la Iniciativa Privada.
Además, Ramón González Lomelí es un publirrelacionista nato, toda su vida ha estado cerca de grandes empresarios de la hotelería nacional y local, ha sido uno de los pioneros, junto con su esposa Bernie de González, de los concursos Señorita Vallarta y Jalisco.
Ha sacado adelante algunos negocios hoteleros en la Sierra de Jalisco y recientemente se incorporó a la gerencia del hotel Las Palmas, donde trabaja al lado de otro gran turistero, Gabriel Igartúa Sánchez.
Sin embargo, los “Chukies”, dolidos por la exclusión de su líder, de inmediato hicieron unas llamadas para pedirle a lo más nefasto, ruin y corriente de la prensa vallartense (y de paso ladrón consumado de la tienda Liverpool), Rodrigo Aguilera Morales (a quien le pagan unos cuantos pesos para manipularlo), que comenzara a golpear a Arturo Dávalos, que desacreditara a su equipo y que empezara por Víctor Bernal (el secretario general que repite), por Fernando Peña y por Ramón González Lomelí.
Mal elección hizo Oscar Pérez y sus amigos –incluyendo una damita que también juega con los chukies y que odia a Arturo Dávalos, pero de la que después nos ocuparemos—al cobijarse en la pluma devaluada de Rodrigo Aguilera, ya que este chilango (que en realidad hace mala fama de los buenos chilangos) venido a menos está totalmente desacreditado en el equipo de Arturo Dávalos, no lo quieren, le huyen en cuanto lo ven, no desean ningún trato con un pillo del periodismo que siempre ha vivido de la mano de conocidos políticos priistas, entre otros de Chavita, el ex alcalde que hoy despacha en una importante subsecretaría del gobierno del Estado.
Sin embargo, su miopía política es tan grande, que seguirán recurriendo al Ladrón de Liverpool, lo seguirán utilizando, para pegarle hasta por debajo de la lengua a Arturo Dávalos, sin saber que Arturo ya sabe que los golpes de ese columnista de marras vienen precisamente de este grupito, bautizado como los Chukies por un asesor del MC.
Pero bueno, en el sector empresarial, todos tienen una opinión desfavorable de Oscar Pérez. Todos menos uno, y ese uno es Juan Vela, uno de los dueños del hotel Velas Vallarta, quien quiso meter su cuchara donde no debería y salió igual de raspado, pues su proyecto se le cayó a la primera ventisca.
Y es que algo raro traían Oscar Pérez y Juan Vela, algo que tiene que ver con el proyecto del “embellecimiento” del acceso norte de Puerto Vallarta, donde se va a gastar una millonada por remodelar las letras de bienvenida y los jardines aledaños, quizá por eso insistían en que Oscar Pérez repitiera en la Dirección de Turismo.
Lo poco que se sabe es que Natasha, una artista austuriana muy, pero muy amiga de Martha Dau, va a hacer las letras del ingreso o a remodelarlas, pero ella no va a cobrar nada por su trabajo. Sin embargo, Juan Vela quiere pedirle cuatro millones de pesos al Fideicomiso de Vallarta para este fin. Desde luego, el que iba a poner contratistas y toda la cosa era Oscar Pérez, pero como no lo ratificaron como Director de Turismo, todo se les cayó de última hora.
De ahí que se entienda que todavía el jueves 24 de septiembre –justo el día que Arturo dio a conocer su gabinete—apareciera una nota de portada en el periódico Meridiano, donde se aseguraba (erróneamente claro y quizá para presionar a Arturo) que Oscar Pérez repetiría como Director de Turismo, cosa que fue totalmente falsa, como ya vimos.
Una semana antes, Rodrigo Aguilera no se cansó de decir linduras de Oscar Pérez, que si esto, que si el otro, que era el más capaz, el más apropiado, el de mayor experiencia, etc., etc.
Al final, Oscar Pérez quedó sepultado en el montón de funcionarios que se van a su casa a lamerse las heridas y a esperar tiempos mejores, mientras que Rodrigo sólo tragó saliva, pues sabe que se le vienen tiempos malos en eso de extorsionar funcionarios.
Así las cosas, tanto Oscar Pérez, como Héctor Briseño y hasta el diputado federal, Luis Munguía, tienen fincadas sus esperanzas en la relación que tiene la jefa de ellos tres con Lorena, la esposa de Enrique Alfaro Ramírez; pero hasta en esto están equivocados, pues la mujercita en quien tienen guardados sus mejores sueños, no tiene ningún peso político con Lorena de Alfaro, tan es así, que ni siquiera le quieren soltar la comisión de Asistencia Social al interior del nuevo Cabildo o pleno del Ayuntamiento, pues el agraciado de esta Comisión, es, al parecer, el regidor electo, Juan Solís.
De hecho, Lorena debe renegar cada que la jefa de los Chukies se le aparece en cada curso que organiza en Guadalajara a través de su empresa ID.NA, y aunque la dama a la que nos referimos, gasta hasta 10 mil pesos en cada cursito, como que Lorena ya está cansada de tanta grilla barata que le arrima la susodicha jefa de jefas del grupúsculo.
Así que usted saque sus propias conclusiones: ¿Quién gana y quién pierde con los nuevos nombramientos y los reacomodos visibles del nuevo Ayuntamiento?