La actual administración ya cumplió un mes y dos días al frente del gobierno municipal y el asunto no sólo se ha descuidado, sino que el Ayuntamiento se ha visto incapaz de ponerle punto final al problema y resolver de una vez por todas, una recolección eficiente, cotidiana y duradera en Puerto Vallarta.
No es posible que el tema se siga descuidando en este que es el segundo destino turístico tradicional de playa en importancia en todo el país. No podemos seguir permitiéndolo ni podemos seguir siendo indiferentes como ciudadanos, debemos exigir respuestas y una solución firme e inmediata; no podemos seguir inundándonos de basura, porque no sólo se atenta contra nuestro principal motor de la economía que es el turismo, sino contra nuestra propia salud.
De seguir acumulándose todo tipo de desechos en las colonias populares y en la franja turística, de la basura siguen las ratas y de las ratas las enfermedades, es, insisto no sólo un problema de servicio público, sino también un tema de salud pública. (Por cierto les recomiendo el libro de Albert Camus denominado “La Peste”, para que vean cómo se genera una enfermedad mortal a raíz de la suciedad y la contaminación).
Pero bueno, sabemos que el alcalde Arturo Dávalos Peña le encargó a su asesor jurídico, Francisco Vallejo Corona, que analice el expediente del contrato entre la empresa Pro Activa y el Ayuntamiento, lo cual se está haciendo desde el primer día de esta administración para tratar de encontrar una solución que no sea onerosa para el Ayuntamiento. En el fondo, el objetivo es rescindir el contrato por obvias razones, ya que Pro Activa no ha cumplido con el convenio, ha fallado una y otra vez y ahora recurren al chantaje de que si no les pagan parte de esos 50 millones de pesos que dicen les deben, simple y sencillamente no van a reparar los 10 camiones descompuestos ni van a comprar nuevas unidades, recurren a aquella mala frase que se ha hecho famosa en las relaciones obrero patronales en México: tú haces como que me pagas y yo hago como que trabajo.
Yo me pregunto, por qué el Ayuntamiento no toma una decisión inmediata, cancela el contrato, se compra por lo menos 10 camiones nuevos con el crédito de los 200 millones de pesos, y se hace responsable de este servicio, un servicio que nunca tuvo que haberse concesionado, pero que se hizo en una administración del PRI, en el periodo de Salvador González Reséndiz, para hacer negocios entre políticos y empresarios, en perjuicio de la comuna.
La salida debe ser esa, rescindir el contrato, aunque en ello se lleven un largo juicio, pero no dejar pasar más tiempo, porque la pregunta sería: ¿Qué tanto le conviene al Ayuntamiento seguir soportando un mal servicio y seguir llenando de basura las calles de Puerto Vallarta?
La respuesta es, en nada. A los ciudadanos no les importa si la culpa la tiene Pro Activa, siempre responsabilizarán de este mal servicio al Ayuntamiento de Puerto Vallarta.
Entonces el mensaje es claro: urge que se tomen decisiones... ¡Pero ya!