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Viernes, 21 Febrero 2014 00:42

Impertinencias periodísticas, el caso Evaristo Tenorio Destacado

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Por Jorge Olmos Contreras

En la jerga periodística sucede de todo, desde agresiones, recordatorios del 10 de mayo aunque no sea mayo, chascos, errores, sorpresas y hasta demandas y denuncias penales. Uno pensaría que le puede ocurrir cualquier cosa, menos ser objeto de una agresión de otro reportero o de alguien que siendo o no periodista, esté en los medios de comunicación.

 

Ayer me llevé tremenda sorpresa al subirme a mi coche que dejé debidamente estacionado en los bajos de la Presidencia Municipal, pues en el parabrisas alguien me dejó un recuerdito, un folio de tránsito y me pregunté de inmediato cuál infracción al reglamento habría cometido.

Me bajé del carro y recogí el papelito, ahí pude leer con claridad que decía “infraccionado por estacionarse en el lugar reservado para medios de comunicación”.

La sorpresa fue mayúscula porque siempre hemos tenido el cuidado de solicitar con tiempo el tarjetón que otorga la Oficialía Mayor Administrativa a los reporteros que regularmente acudimos a las oficinas tanto de la Unidad Municipal Administrativa (UMA) como al Palacio de gobierno donde despacha el Ayuntamiento.

SIN ENTENDER

Y aunque no vamos todos los días, sí procuramos asegurarnos de que haya un lugar desocupado en el área designada a los medios de comunicación para aparcar el vehículo, de ahí que no entendía el porqué de la multa aplicada.

De inmediato nos dirigimos con la oficial de tránsito responsable de levantar la infracción, una buena muchacha que no sabía explicar el porqué de la multa; tampoco quería decirnos el origen del motivo.

Al final descubrimos que un muchacho con finta de chilango, regordete y con micrófonos en mano, le había exigido a la oficial de tránsito que levantara una infracción contra nuestro coche, al asegurarle a la mujer que la persona que se había bajado del carro no era periodista, ni reportero y mucho menos pertenecía a los medios de comunicación.

La oficial le hizo ver al sujeto que la presionaba que sí, que el carro era propiedad de un periodista, le dijo incluso el nombre y apellido del reportero, pero aun así, la amenazó con reportarla con Jesús Rodríguez Campoy –el subdirector de tránsito—si no le hacía caso y le aplicaba una infracción al automotor por “estacionarse en el lugar de los medios de comunicación”.

LA OFICIAL

Temerosa de perder su chamba, la oficial de tránsito dejó copia de la multa en nuestro parabrisas, pero luego que se dio cuenta de que cayó en las exigencias de un supuesto periodista, nos ofreció una disculpa y marcó a “Cuco”, otro oficial que ya llevaba las infracciones con el Juez Municipal.

No sabemos si cancelaron la multa por improcedente, pero nos quedó el malestar del por qué ese presunto periodista obligó a la oficial de tránsito a levantarnos la infracción.

Después supimos que el supuesto periodista es Evaristo Tenorio, a quien vimos cuando bajó de una camioneta cherokee de las viejas y camino atrás de nosotros hacía la parte alta de la presidencia municipal.

El resto es más que claro, se regresó y para molestar a quien esto escribe, le exigió a la pobre oficial de tránsito –que ninguna culpa tiene de caer en la prepotencia de Evaristo, aunque no aplicó el sentido común o se vio carente de criterio—que nos multara injustificadamente.

Evaristo Tenorio es un muchacho joven que llegó a Puerto Vallarta diciendo que era médico homeópata, pero como la carrera no prometía, fue a las oficinas de La Explosiva para pedirle trabajo a Susana Carreño, quien le dio una oportunidad y fue así como se hizo reportero, enviando notas policiacas a la desaparecida estación de radio La Mejor, de los Mendiola.

CORRESPONSAL DE TV AZTECA

Recientemente se integró a la corresponsalía de Televisión Azteca en Puerto Vallarta, cuya televisora ignora los pasos de Evaristo, usando el nombre de la empresa de Ricardo Salinas Pliego para otros fines diferentes al periodismo.

Consultada ayer, la propia Susana Carreño nos comentó la historia de Evaristo, él no es periodista, era homeópata, nos contó, pero ya ves, tienen algo y de inmediato se convierten, se les sube, piensan que son grandes periodistas y que puede hacer lo que sea, son prepotentes y hasta se dan el lujo de darle órdenes a los agentes de tránsito.

Tengo miedo de que se convierta en otro Rodrigo Aguilera, nos confió Susana Carreño y nosotros pensamos de inmediato, creo que la metamorfosis ya se dio, Evaristo con una pluma y un micrófono en la mano se va a convertir en otro Frankenstein de los medios de comunicación.

Desde luego, esperemos que TV Azteca pronto se dé cuenta a quién tienen como corresponsal y pongan un remedio antes de que sea demasiado tarde.

Una vez escribimos en este mismo espacio que Evaristo Tenorio puso en riesgo a dos reporteras al comportarse altanero, prepotente y retar a golpes a un grupo de personas que al parecer tenían ligas con el crimen organizado, luego de un operativo militar en lo que antes fue “Cartolandia” en Ixtapa.

Creemos que esto es el origen del comportamiento de Evaristo para con nosotros.

Lo malo es que la oficial de tránsito cayó en el engaño y las mentiras de Evaristo y ahora la pobre podría hasta perder el trabajo (que no lo deseamos, pues insistimos, ella no tuvo la culpa), ya que Campoy tomó nota de lo ocurrido.

Nosotros tomamos este hecho como una impertinencia periodística más, por lo demás, el muchacho tiene mucho que aprender y una lección es no meterse en donde no debe, el respeto en el medio se gana con trabajo y no con bajezas como estas.

Siempre hemos aceptado la crítica, positiva o negativa, pero no estamos de acuerdo en que se recurra a la mentira y a la presión oficial para afectar al de enfrente.

 

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