A poco más de un año de su desaparición, la Fiscalía Regional de Justicia no ha avanzado en las investigaciones ni ha detenido a una sola persona, pese a que la hija de Malcom, Brooke Sybelle Mullins aportó las conversaciones que sostuvieron por correo electrónico ambos involucrados, es decir, Marcela y Malcom.
La fiscalía solo tiene las declaraciones de Marcela Acosta en las que incluso se contradice sobre la última vez que vio al canadiense, pero hasta ahora no se la fincado ningún tipo de responsabilidad –ni a ella ni a otra persona-- por el Agente del Ministerio Público que lleva el caso de la Carpeta de Investigación 5153/2018-11.
UN IPHONE APAGADO
De acuerdo con información a la que este medio tuvo acceso, Brooke Sybelle Mullins pudo entrar a las cuentas de correo electrónico de su padre porque éste le tenía mucha confianza y se las dejó por cualquier cosa, por lo que de ahí tomó las conversaciones que finalmente llegaron a manos del Ministerio Público.
Sin embargo, Brooke no pudo acceder a los registros de un teléfono iPhone que su papá tenía sincronizado con su computadora personal, porque alguien apagó las funciones de iCloud o la de find my iPhone, e incluso alguien pudo haber cambiado la contraseña.
En las investigaciones, y a través del Sistema de Rastreo Satelital se pudo saber que una camioneta Toyota Avanza de lujo que Malcom compró y puso a nombre de Marcela Acosta –y que regularmente era conducida por un hermano de esta mujer de nombre Andrés—se estuvo moviendo por diferentes zonas de Puerto Vallarta entre los días 27 y 28 de octubre del 2018 (fecha en que el canadiense desapareció), desde la calle Grulla del Pitillal (que seguramente se refieren a la calle Grulla de Los Sauces), hasta una primaria de la calle 16 de septiembre, otra escuela de la calle Veracruz; y después afueras del salón krystal, plaza caracol etc. Varias veces regresó a la calle Grulla.
El domingo 28 de octubre, la camioneta con su o sus tripulantes, se ubicó en la calle Valle de Quiroga en la población de Mezcales, Nayarit, después en Valle Tizupan de la misma demarcación; todo entre las 2:00 y las 4:00 de la mañana. Más tarde, como a las 05:00 horas la ubicaron en Paseo de la Marina en Marina Vallarta y finalmente volvió a la calle Grulla del Pitillal, que más bien debe ser en el fraccionamiento Los Sauces.
LOS CORREOS
Antes, en julio del 2018, Marcela envió correos a Malcom mientras él estaba en Canadá, donde le dibujaba un panorama de que su familia estaba enferma y se disculpaba por tomar dinero de la cuenta de una tarjeta bancaria que el canadiense le dio para que la usara cuando fuera necesario. “Está bien que tomes dinero cuando lo necesites”, le decía Malcom.
De esta manera, Marcela le repetía con frecuencia a Malcom que su hijo estaba enfermo, que su mamá también y finalmente que ella también estaba mal, por lo que necesitaba seguir tomando dinero de la tarjeta.
No sólo eso, mientras Malcom le anunciaba a Marcela que iba a comprar una finca en Costa Rica para rentarla como restaurante, ella insistía en lo del dinero. También le pedía que le comprara una casa en Vallarta, que la pusiera a su nombre y que así ella la podía rentar y poder tener ingresos para su futuro.
Sin embargo, Malcom le dijo que ella ya tenía “Chonchos” (se refería a una cabaña que el canadiense compró en Chimo, en Cabo Corrientes) y que podía rentar la cabaña cuando quisiera para poder tener ingresos.
Pero Marcela insistía, le vaciaba la tarjeta a Malcom y le pedía más dinero; incluso le decía que iba a tomar los recursos que había en la cuenta para transferirlos a una cuenta personal de ella, “porque los necesitaba para una cirugía”; esto en el mes de septiembre 2018, tiempo en que también le reprochó el hecho de que la hija del canadiense tuviera una tarjeta adicional de la cuenta y ella no.
Otro dato interesante, es que en uno de los correos Marcela le reclamó airadamente a su pareja por haberla contagiado de una enfermedad, qué por qué lo hizo.
LA ULTIMA LLAMADA
La hija de Malcom contrató un despacho de abogados para que le diera seguimiento a la investigación de la desaparición de su padre, y fue así como se supo que la última llamada que hizo Malcom fue el 27 de octubre 2018 a un individuo de nombre Gabriel que opera u operaba un taxi acuático, que es una embarcación en la que se transportaba el extranjero hacía Chimo.
Como señalamos en otro artículo, Malcom Robert Angus Madsen, fue visto por última vez el 28 de octubre del 2018 acompañado de su novio Marcela Acosta, y en videos que difundieron medios canadienses se puede apreciar cómo ella coloca lo que parece ser un polvo a la copa del canadiense, y después de tomarse el contenido, salieron del bar “Ándale” y ya jamás se volvió a ver a este extranjero.
Esta historia continuará, debido a que fue la propia Marcela la que acudió a la Fiscalía Regional de Justicia para denunciar la desaparición de su pareja, y porque también se ubicó entre los sospechosos a un hijo de la mexicana y a un hermano, aunque éste último ya declaró lo que sabía ante el Ministerio Público.