Por ello, no solo agentes ministeriales, sino también colectivos feministas, agrupaciones de derechos humanos y periodistas, están atentos a las investigaciones que surjan de este caso, ya que existe la presunción de que se cometieron otros delitos en contra de otras personas para tratar de acallar o involucrar a terceros.
Y es que fuentes allegadas a la fiscalía de Nayarit presumen que uno de los implicados de manera indirecta en este asunto, Alfonso N, habría sido “levantado” y severamente golpeado por sujetos desconocidos –después de que Merai Gutiérrez denunció el ataque que sufrió—con la presunta intención de que se echara la culpa de los hechos, pero como se negó, lo agredieron físicamente, al extremo de que le habrían roto dos costillas.
Sin embargo, Alfonso N se sostuvo, no quiso aceptar dicha propuesta y apenas el martes pasado habría sido dado de baja del XI Ayuntamiento, toda vez que era funcionario municipal.
El gobierno municipal ya precisó que no habría más posturas oficiales sobre este asunto y que dejarían que las autoridades hicieran las investigaciones correspondientes.
No obstante, ayer trascendió que el principal involucrado y señalado de los delitos de violación, tentativa de homicidio, lesiones y amenazas, César Augusto Aguirre, abandonó el municipio de Bahía de Banderas y se fue a la ciudad de Nueva York.
Por otra parte, algunos medios y cibernautas han tratado de desvirtuar los hechos y poner en duda el testimonio de Merai sobre su presunta violación, lo que hace que la revictimicen en las redes sociales.
El caso es sumamente delicado, porque incluso ya llamó la atención de legisladores, del propio gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero y de la Fiscalía General de la República.