La juez de control, Samantha Sarahí Fierros Losa, tomó conocimiento de la información que le proporcionó la Agente del Ministerio Público, basada ésta en la declaración que hizo la presunta víctima del hecho delictivo, en la que narró cómo su propio tío, en este caso Asdruval Rafael (que en el 2015 ya era mayor de edad) la llevó con engaños a una casa, le dio bebidas alcohólicas y después abusó de ella mediante la copulación.
La ofendida –de nombre reservado por razones obvias—dijo a las autoridades cómo sucedieron los hechos, punto por punto, por lo que se presume que la juez Fierros Losa tenía elementos probatorios suficientes para vincular al victimario por el delito de abuso sexual infantil agravado, ya que cuando ocurrió el injusto, la mujer tenía 15 años, es decir, era menor de edad.
La fémina manifestó que decidió interponer la denuncia en contra de su tío ocho años después, porque en todo este tiempo su vida ha sido un tormento, una pesadilla, al recordar constantemente lo que le sucedió en Puerto Vallarta a manos de una persona que, por ser familiar, se suponía que era de confianza.
Por ejemplo, declaró que, en diciembre del 2015, viajó de vacaciones desde Houston, Texas a Puerto Vallarta para visitar a sus abuelos y tíos que viven en Ixtapa, por lo que el 28 del mismo mes, por la noche, decidió salir a pasear con su prima Diony N, y después se unió al grupo otro primo de nombre Ernesto Gabino N, pues quería festejar que había cumplido 15 años. Que se fueron a la plaza de la delegación y ahí se les pegó Asdruval Rafael, quien es su tío por parte de la familia de su papá, y quien ya era mayor en ese entonces.
Que se subieron a una camioneta Honda CRV, que ella se sentó en la parte trasera, pero que después su primo Ernesto Gabino le dijo que él ya se tenía que ir, y ella se quedó sola con su tío Asdruval. La adolescente quería ir al malecón, pero Asdruval no quiso, sino que la llevó a una fiesta donde ella no se bajó y posteriormente le dijo que iba a ir a una casa que compartían él y un amigo suyo, que dizque a recoger unas cosas.
Una vez en esa casa, Asdruval le dio bebidas alcohólicas a la adolescente hasta ponerla ebria, y después habría abusado de ella, esto, aprovechando que la ingesta de alcohol le impedía coordinar sus movimientos a la pobre mujer, no tenía fuerza ni tampoco podía consentir nada. Que en ese momento, el tío se le acercó para acariciarla y jalarla a una de las recámaras, donde habría cometido la violación.
Pero no solo fue la violación, sino que, además –cuenta la joven mujer—el sujeto la amenazó con hacerle daño si no se dejaba hacer lo que él quería y que si contaba lo sucedido la iba a golpear y a decirle a todos sus primos que ella era la que se había ido a meter a su casa y a su cama.
También le advirtió que ni se le ocurriera decirle a nadie de la familia ni a ninguna otra persona lo que había pasado, ya que se podría arrepentir, pues él mismo se encargaría de atentar en contra de ella y de sus padres.
Por estos hechos, la mujer regresó a Houston, pero el martirio mental y psicológico de recordar lo que le pasó no la deja vivir en paz, fue con terapeutas de Estados Unidos y allá le aconsejaron que debería contar todo a su mamá primero y después a las autoridades mexicanas.
Así las cosas, y pese al cúmulo de pruebas, testimonios, peritajes psicológicos y razonamientos jurídicos que el MP aportó a la juez Samantha Fierros, ésta no vinculó por el delito ya expuesto a Asdruval Rafael N, por lo que en los días subsiguientes se sabrá la continuación de este caso, si se presentan recursos o si el hijo de la ex regidora Yolanda N y Lino N, queda absuelto de estos lamentables hechos.