Uno de los factores que llamaron la atención de Pablo Lemus Navarro en Yésica Zatarain, fue la campaña política que realizó como candidata a diputada federal del 05 Distrito, cuya sede es Puerto Vallarta, toda vez que, gracias a un trabajo en equipo y a que comenzó de cero –hay que recordar que fue la candidata sustituta, al fallecer Susana Rodríguez--, logró una importante votación.
Desde luego, Pablo Lemus no la olvidó, y hoy prácticamente tiene amarrada la representación del gobierno del Estado en Vallarta, por lo que ella será quien despache en la Unidad Regional de Servicios del Estado (UNIRSE) y controle todas las oficinas del gobierno estatal que atienden en el edificio de la avenida Grandes Lagos 236 en Fluvial Vallarta.
El nombramiento de Yésica Zatarain tiene un mensaje especial de parte de Pablo Lemus, quien tiene toda la intención de abrir las puertas a las nuevas generaciones y dejar atrás la vieja política que, al menos en este centro turístico, manejaron varios actores políticos durante al menos dos décadas.
Es claro que el liderazgo de Yésica Zatarain viene a desplazar a los grupos que controlaban el MC hasta hace poco tiempo. De entrada, la lectura del movimiento que está haciendo Pablo Lemus es quitar de un tirón a aquellos que habían tomado el partido y sus derivaciones político-administrativas como si fueran su propiedad.
Al nombrar a Yésica Zatarain como su representante en Puerto Vallarta, Pablo Lemus está enviando una clara señal de que los otrora líderes del MC tendrán que hacerse a un lado, pues ya no tienen cabida en el proyecto que el mandatario estatal –como líder natural del movimiento naranja en Jalisco—tiene en puerta para los procesos electorales que se avecinan.
No hay que ser expertos en las lides políticas para intuir que los grandes perdedores del empoderamiento de Yésica Zatarain son el ex alcalde Arturo Dávalos Peña y el fallido candidato a diputado local, Diego Franco Jiménez.
En este escenario tampoco escapa el nombre de Ramón Guerrero Martínez –que solo se queda a la sombra de su amigo Alberto Esquer, jefe del Gabinete de Lemus--, quien ya no tendrá más qué hacer en Puerto Vallarta.
Así las cosas, todo el control lo están dejando a Yésica Zatarain, quien a su vez ya puede afirmar que le hizo justicia la revolución, ya que la habían dejado sola, olvidada, a veces ninguneada en partidos como Morena, donde la trataron y maltrataron hasta que quisieron.
En los próximos días vamos a ver hasta dónde estos probables cambios les pegan a los grupos enquistados en el MC y que han perdido en los dos últimos comicios, pues no hay que olvidar que detrás de Arturo Dávalos y Diego Franco viene una recua de personajes que se acostumbraron a vivir del presupuesto y que colocaron a amigos y a intimas amigas en puestos administrativos en las oficinas de la UNIRSE.
Yésica Zatarain es un perfil joven, ahora hay que seguirla de cerca para ver si cumple con las expectativas de sacar adelante no solo el encargo administrativo, sino también el reto político que significa sacar al buey de la barranca, es decir, a un Partido naranja que hoy solo tiene a dos representantes en el pleno del Ayuntamiento.