giweather joomla module
Lunes, 18 Mayo 2015 11:24

Fernando Beltrán y Puga, está sentado en un polvorín llamado Mismaloya; un monumental fraude que está a punto de estallar

Escrito por
Valora este artículo
(1 Voto)

El empresario Fernando Beltrán y Puga parece no tener memoria, ya que hoy se erige como dueño de algo que no le pertenece, de tierras que son propiedad de los ejidatarios de Mismaloya y sus familias, pero cuyo patrimonio amenaza con arrebatárselos con el uso de la fuerza pública. Su memoria anda tan mal, que también ya olvidó cómo se maquinó este monumental fraude para quedarse –al menos en papel—con varias hectáreas de terrenos, mediante artilugios jurídicos y, sobre todo, con la modificación ilegal del plano original del ejido Boca de Tomatlán y Mismaloya. El ejidatario Salvador García González, mejor conocido como “Chavira”, recuerda cómo es que su comunidad ha sido amenazada una y otra vez por personajes que, como Beltrán y Puga, están llenos de ambición y poder desmedido.

 

Por Jorge Olmos Contreras

En el poblado de Mismaloya se respira tensión y se observa el rostro de zozobra y preocupación entre sus habitantes, algunos de los cuales han colocado mantas en sus casas para advertir que no permitirán que ninguna autoridad los desaloje por una sentencia amañada que consiguió el voraz empresario Fernando Beltrán y Puga, el villano favorito que pretende echar de sus casas a 140 familias que forman parte, en forma directa o indirecta, de los primeros ejidatarios de esta zona de playa y montaña.

Para entender la problemática de Mismaloya y la constante amenaza que ha prevalecido a lo largo de dos décadas sobre sus habitantes de ser desalojados, hay que remontarnos años atrás, cuando malos ejidatarios como Eleno Guzmán García, cuyo hijo es ahora un exitoso empresario de las redes sociales en Vallarta, presuntamente negoció la venta de tierras a Fernando Beltrán, en transacciones completamente ilegales, que dieron pie para que el empresario ideara la forma de quedarse con más de 10 hectáreas ejidales.

Siempre con la presunta complicidad de autoridades agrarias y de políticos ligados al PRI, Fernando Beltrán pudo conseguir un plano modificado, el de 1964, para alegar que las 10 hectáreas donde ahora están posesionados las 140 familias, son de su propiedad, aunque en realidad las pusieron a nombre de su pariente, Luz Beatriz Beltrán y Puga.

Otros siete ejidatarios, que fueron comprados con dinero fácil y con fiestas y borracheras, también “cedieron” sus tierras, pero nunca con la aprobación de la Asamblea General. Sin embargo, por la ambición de unos cuantos y la voracidad del empresario Puga, el problema se agudizó y así ha seguido hasta nuestros días, con la diferencia de que ahora un Magistrado –que se ha caracterizado por su descarada corrupción, Sergio Luna Obregón—dictó una sentencia donde reconoce a Fernando Beltrán como dueño de las tierras y ordena el inminente desalojo.

DISPUESTOS A TODO

En entrevista, uno de los ejidatarios que más conoce el tema porque le ha tocado vivirlo, Salvador García González afirma que nadie en Mismaloya se va a dejar, ni va a permitir el llamado “desalojo”. De hecho, subraya, nos han garantizado que ni la policía estatal, ni la municipal, se van a prestar a esto.

Independiente, esperan la respuesta de un amparo donde se señala que el desalojo no procede por los vicios de la sentencia y por la cuestión social.

Sentado en su restaurante, Chavira sostiene que es obligación del gobierno federal sacar a flote a todas las personas que se prestaron a este gigantesco fraude y el tráfico de influencias que se dio para que Beltrán consiguiera modificar planos y extraer documentos agrarios.

“Sí es cierto que hay ejidatarios que son culpables, que éramos alrededor 88 cuando se hizo el fraude agrario, pero bajo mi consideración y mi criterio los únicos responsables del fraude vienen siendo las mismas autoridades agrarias”, indica.

 

LAS PERMUTAS

 

Y agrega: “El fraude agrario lo cometieron dándole permutas a los ejidatarios para que se las vendieran a ellos mismos y las negociaran.

 

Antes de que la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinara el plano que dice Puga que le determinaron en 1980, lo que entonces era el Cuerpo Consultivo Agrario determinó totalmente con claridad en pleno, inclusive informándoles a cada uno de ellos con edictos, que la propiedad que yo reclamaba era del ejido, que nunca jamás podía ser propiedad privada, porque en aquél entonces no se podía hacer pequeños propietarios a los ejidatarios.

 

Lo que si te puedo decir con mucha claridad es que el fraude agrario es con todo el dolo y daño que quisieron hacer a los ejidatarios. ¿Por qué? porque tenemos la duda de que a muchos ejidatarios los hicieron pequeños propietarios cuando esto no se permitía, como por decirte ahorita tenemos a un representante ejidatario de siete hectáreas que representa a 42 ejidatarios, cosa que es irregular también, porque no éramos 42, éramos 88.

 

El señor es José López Villaseñor, ejidatario de Mismaloya; y como él te puedo contar a varios ejidatarios que los pusieron como pequeños propietarios para ellos mismos comprar la tierra barata, a 15 centavos el metro cuadrado y así quitarnos la tierra con el cambio de localización que hicieron con el pequeño propietario que era el doctor Abel Jiménez Sedano y la viuda Villarreal. En aquél entonces estaba como comisariado ejidal, Eleno Guzmán García, autor intelectual de muchas cosas que aquí se dieron y que no quieren darse a conocer, pero que tenemos que investigarlas y ponerlas en conocimiento del pueblo.

 

TAMBIEN EL HOTEL BARCELÓ

 

Este hotel –señala al hotel Barceló, antes la Jolla de Mismaloya-- está en terreno completamente ejidal, ya que se cometieron muchas argucias. Mucha gente ni siquiera conoce que a los primeros dueños de aquí (del hotel) yo los llevé a la casa ejidal. Yo personalmente, porque yo era presidente del Consejo de Vigilancia en ese entonces, con claridad y con mucho respeto ellos nos pidieron que les vendiéramos la tierra y uno de los ejidatarios me preguntó que yo qué pensaba, que si estaba de acuerdo en que vendiéramos y mi contestación fue obvia: la tierra nosotros no podemos venderla porque la ley no nos lo permite, nosotros iríamos a la cárcel.

 

De hecho en pleno de mayoría todos opinamos como yo, nos negamos a vender esa tierra que son casi 13 hectáreas que es donde está el hotel, tierra que el mismo Fernando Beltrán y Puga les vendió a ellos en cantidades desorbitantes de dólares (al Grupo Escorpión de Enrique Molina Sobrino), y con ello querían hasta comprarnos a nosotros.

 

Una de las cosas que quiero desmentirle a Fernando que nosotros nunca le hemos vendido una pedazo de tierra, que quede muy claro y que a mí, Salvador García López, me compruebe cuándo le vendí un pedazo de tierra. De lo que sí le puedo decirle es que ni su padre le pudo comprar a la autoridad ejidal cuando yo fui representante del ejido.

 

Cuándo Fernando Beltrán y Puga compra de alguna manera el terreno donde está el hotel Barceló se dice que había políticos metidos en la negociación, como el ex gobernador priista Enrique Álvarez del Castillo y también ex procurador general de la República, ¿qué de cierto hay en estas versiones?

 

Yo no quiero entrar en ese detalle, yo prefiero que las autoridades investiguen, quiénes son realmente los importantes que realizaron el tráfico de influencias. Hay gente muy importante metida.

 

AMENAZAS VELADAS

 

En ese entonces, cuando hicieron el hotel, fui amenazado por gente de Fernando Beltrán y Puga, que mi familia iba a desaparecer, que yo no contara con mi vida, es más, aquí en el lugar que yo he trabajado toda mi vida, tuve testigos para llevarlos a la Agencia del Ministerio Público, cosa que nunca me respondieron la denuncia. Me demandaron, que yo había dañado los postes del área que ellos habían colocado, y en el momento en que me presenté ante la Agencia del MP, cuando era agencia número uno ahí en la presidencia del centro, yo me llevé mis testigos porque sí me amenazaron públicamente: Que o agarraba dinero o me iban a matar a mí y a toda mi familia. Yo les contesté que no les tenía miedo, que si a mí en lo personal me podían dañar personalmente, que se lo dijeran a la gente.

 

Incluso, después de amenazarnos y ofrecernos dinero y nosotros negarnos, nos dijeron que ellos ya traían permisos de México y que iban a hacer el hotel lo quisiéramos o no, porque ellos dizque ya habían comprobado que eran los dueños.

 

LA QUEMAZON DE PUGA

 

Quiero recalcar también que el señor Fernando Beltrán y Puga con una vejiga de gasolina empezó a incendiar todas las palapas donde 13 ejidatarios estábamos, yo no tenía todavía servicio donde estoy ahorita, pero me tocó, porque al primero que quemaron fue conmigo, empezando del hotel lado sur, de ahí se llevaron los 13 restaurancitos que estaban en la playa, que dábamos servicio públicamente. Fue el 10 de agosto de 1983 a las 3:30 de la mañana, entraron mercenarios, porque no se puede decir que eran soldados, eran mercenarios vestidos de soldados. Inclusive quisimos buscar una orden y no la encontramos en ninguna parte, fuimos a la Naval de Vallarta, a la Naval de Manzanillo, a la Naval de Mazatlán, de ninguna salieron órdenes para que se hiciera esa ejecución del desalojo de la playa de Mismaloya, cosa que se nos hizo muy raro y pensamos siempre que el tráfico de influencias se dejó notar a la vista de todos.

 

Tenemos videos de lo que pasó, inclusive en aquél entonces había un periodista muy honrado que era un señor Piña (José Luis Cervantes) que le quitaron lo honrado, aquí lo enterraron en el río con todo y sus cámaras y lo amenazaron que si seguía tomando fotos lo iban a ejecutar.

 

Yo ya lo dije en el canal Ocho, nosotros tenemos documentación para mostrarles a las autoridades que fuimos objeto de un fraude y que nos impusieron un plano del que jamás conocimos los linderos y los puntos que marcan, pero unos siete ejidatarios quizá sí porque fueron los que se prestaron para el fraude.

 

--¿Quiénes son?--

 

No podría decírtelo, porque te repito, quiero que sea la autoridad federal la que investigue y que me investiguen a mí también, que si realmente estoy diciendo mentiras que me castiguen a mí también, pero lo que sí puedo reiterar es que lo de Mismaloya es un fraude 100 por ciento hecho, no obstante a que presumen tener un plano del 64, nosotros no recibimos la tierra en el 64, nosotros, nuestros antepasados, la recibieron en 1937, las fechas están en un documento que puedo exhibirlo cuando quieran. Tengo una carpeta básica de esos documentos con todo y planos, carpetas de campo y topografía, donde siempre en el plano del 64 nos alegaban que ese plano no contaba con esos documentos; no contaban porque eran documentos que el mismo Fernando los sustrajo de los archivos de México y de las carpetas básicas, nos sacó el 28, el 38 y varias hojas de nuestro Registro Agrario Nacional, para poder alegar que él era el dueño, por eso siempre hemos dicho que Fernando no es la persona que aparenta ser, ni la señora que reclama las 10 hectáreas, se llama Luz Beltrán y Puga de Álvarez, Fernando nada más es el representante.

 

Esas hectáreas están en el área de la dotación, no están afuera, y se crearon a manera de que ellos removieron planos del 64 en contra del 37, pero yo siempre he dicho que lo que es en tiempo es en derecho, no vamos a decir que vas a actualizar algo que me estorba a mí, porque no puedo comprar esa propiedad y ahora renuevo un plano, meto dinero, hago un tráfico de influencias, me manejo de manera de parcial en algunas cosas y lo obtengo… Aquí está como la novela, hay una novela que se llama “Lo que el tiempo se llevó”…

 

Él esperó mucho tiempo para poder atacarnos, ahora sí con fuerza y decir que la Segunda Sala es su argumento número uno y que él compró legalmente y que aquí no es tierra ejidal como lo quiere mostrar el Magistrado Luna Obregón.

 

Pero yo le pregunto al Magistrado Sergio Luna Obregón, señor Magistrado, usted en los juicios me pidió pruebas, yo se las presenté, usted las hizo a un lado, inclusive hasta me quiso desconocer, que yo no era ejidatario, que yo no era Salvador García López, que yo era Salvador López García, no es mi culpa, en el certificado dice claro, Salvador García López; él lo mal interpretó… Por qué: porque yo le demando las escrituras, que son ficticias, y en un mismo juicio él mismo me contesta que sí son ficticias, el mismo Magistrado.

 

Entonces cuál es la autoridad que nos representa, yo me pregunto, dónde están los conocimientos de un señor magistrado, con todo respeto lo digo: porque primero dice que es propiedad privada y luego dice, no, son ficticias sus propiedades, lo dice en documentos. Tengo documentos para presentarlos en el momento que me los pidan y poder decir que yo estoy muy inconforme en cuanto a lo que el señor Magistrado ha declarado en su sentencia, no estoy de acuerdo en su sentencia, inclusive siete años duró, demandamos al magistrado por la mala sentencia que había dado, pero parece que nosotros siempre somos los perdedores, los pobres somos los perdedores, nosotros no tenemos dinero para comprar ni un juez, ni a un magistrado y no tenemos dinero para nada.

 

Fernando Beltrán y Puga con sus argucias, quiere hasta la parte donde está escuela primaria. Pero se lo volvemos a decir, hay gente que vamos a luchar por nuestra escuela y por nuestro patrimonio.

 

¿La gente de Mismaloya está decidida a que no le arrebaten su patrimonio?

 

Sí, la gente está muy decidida, yo no soy de los que me puedo dar el lujo de ser agresivo, porque yo he sido agresivo en los juicios, yo he querido aportar todo lo más necesario porque las cosas se aclaren, pero ya lo dije, esto es en todos sus términos un tráfico de influencias y no lo voy a dejar de decir hasta que el gobierno federal no compruebe lo contrario, que hay gente influyente que se metió en esto y que hoy es difícil de resolverlo.

 

Hay muchos inversionistas que tienen mucho poder, que han sido senadores, diputados, han tenido todo el poder en su mano; y no están conformes con eso, todavía quieren mucho más, quieren quitarle el patrimonio a 140 familias, familias que aquí nacieron, que están preocupadas, asustadas, pero algunos a la vez decididos a dar su vida por lo que es de ellos.

 

LA MANO DEL MOCHILAS

 

Quiero aclarar algo que acaba de hacer el señor Ramón Guerrero (alcalde con licencia y candidato del MC a diputado local), nos dio un apoyo grandísimo al traer una legislación del estado de Colima, donde el desalojo no es procedente en casos como el nuestro, en casos sociales.

 

Por ello es indignante que después de 78 años, un personaje diga que nosotros le estamos invadiendo, eso es mentira. Fernando es el mentiroso más grande que pueda encontrarse en toda la República Mexicana, no obstante de no ser mexicano sólido, es mitad cubano y mitad mexicano, eso lo digo con causa, porque yo conocí a su padre cubano y lo conocí siendo más decente que Fernando, porque él sí sabía que aquí había un fraude, porque él personalmente me lo dijo, inclusive él tuvo discusiones con sus propios hijos, porque él creía que aquí había un fraude.

 

¿Algunas personas de aquí dice que hay empresarios voraces que tienen puestos sus ojos en Mismaloya, como el ex alcalde Fernando González Corona, qué hay de cierto en esto?

 

Bueno, los comentarios son muchos, aquí se habla no nada más de Fernando González Corona, sino de otros grandes inversionistas, pero con esto no quiero decir que esto sea cierto, a mí no me consta, son chismes y yo quisiera que sí fueran chismes, porque al señor González Corona lo respetamos desde que fue presidente, fue diputado, su esposa fue senadora y no podemos decir nada en contra de él porque sabemos que él siempre dio la cara y siempre fue honesto con algunas personas.

 

Visto 5159 veces
Inicia sesión para enviar comentarios

Vínculos importantes

Publicidad

Para anuncios en la versión impresa y en línea comunicarse a la Redacción al teléfono 322 294 8412