Por Jorge Olmos Contreras
El presunto abogado de la Comisión Federal de Electricidad que trabaja en la subestación Puerto Vallarta, Ulises Xavier Zaragoza Plasencia, no sólo continúa burlándose de los usuarios que caen en sus garras y a quienes les aplica multas exorbitantes por supuestas irregularidades en los medidores o en la instalación eléctrica de casas y negocios, sino que ahora también pide “moches” de hasta 300 mil pesos para disminuir las sanciones que impone a los ciudadanos de Vallarta y Bahía de Banderas.
Un caso especial le sucedió al doctor Sinuhe S. Chávez Hernández en julio de este año, a quien le aplicaron una multa de 106 mil pesos por haberle encontrado supuestamente un “puente” y un medidor con altos consumos de energía eléctrica de una casa que compró apenas en el año 2013 en Bahía de Banderas. Como él no estaba presente, le dejaron el “acta” a un empleado del médico, pero no señalaron testigos ni explicaciones técnicas de que el aparato estuviera alterado.
El doctor Sinuhe sospecha que le implantaron los “diablitos” y el medidor con altas lecturas, ya que después se enteró que el aparato de medición que estaba en la casa que había adquirido fue robado desde octubre del año 2011 y que el de él lo hicieron perdidizo, además de que la finca la compró en 2013.
Con estas “pruebas”, Ulises Zaragoza levantó un acta de sanción por más de 100 mil pesos al contabilizar en dicho medidor un consumo de nueve mil 500 kilowatts horas.
Todo esto ocurrió mientras el galeno estaba fuera del país, ya que el día jueves 17 de julio en que acudieron a “revisión” encontraron las dos anomalías y levantaron el acta, pero sin testigos. Al día siguiente acudieron a la verificación y sin destapar el medidor ni enseñarle nada de lo acontecido al empleado, dejaron las actas, pero otra vez, sin mostrar a los dos testigos que exige la ley.
Desesperado, el 20 de julio acudió al centro de Atención en Bucerías con el licenciado Miguel Gómez Rodríguez para exponerle su caso y éste lo mandó con Ulises Zaragoza para que le hicieran un reajuste a la multa, pero grande fue su sorpresa al escuchar de voz del propio Ulises que le entregara documentos falsificados para poderlo ayudar y que en unos días le resolvería el problema. Para ello, le dio su número de teléfono y su correo personal y de la CFE; pero pasaron los días y no obtenía respuesta alguna. No fue sino hasta el 24 de julio en que Ulises Zaragoza le llamó sólo para decirle que la multa ya había subido a 300 mil pesos; el doctor le pidió una explicación, pero Ulises se negó a dársela, solo le advirtió que eso es lo que tenía que pagar y punto.
Antes, Ulises Zaragoza le envió mensajes por WhatsApp al doctor Sinuhe donde le pedía 300 mil pesos para arreglar todo el problema, ya que si no iba a incluir más dinero a la multa por salarios mínimos y que esta ascendería a medio millón de pesos, de una sanción original de 106 mil pesos, por lo que procedió a orientarse con un abogado y al final de cuentas decidió pagar los 106 mil pesos para quitarse el hostigamiento de Ulises Zaragoza.
“Como no me gustan los problemas, decidí pagar todo y preferí deberle al Banco, pues al final de cuentas pagué y me reconectaron en cuatro horas mi servicio de energía”, señaló el médico afectado.
“Mi licenciado me asesoró de que esa multa se podría echar abajo por actas mal hechas, sin testigos. Sin embargo, por evitarme problemas de estar requiriéndome en los juzgados y de acudir hasta Guadalajara decidí pagar, además de ser desgastantes los procesos laicos”, manifestó.
En su denuncia ante la Unidad de Responsabilidades de la CFE y la Función Pública, el doctor Sinuhe señala que Ulises Zaragoza se ostenta como abogado sin serlo, pues no se encontró registro de su cédula profesional, que se sigue mofando de los usuarios en las redes sociales como lo hizo recientemente con el restaurante “Sonora” de Nuevo Vallarta, además de que ofreció como prueba la edición de octubre 2014 del periódico VALLARTA UNO.
Lo más delicado, es que el doctor Sinuhe S. Chávez Hernández reiteró que Ulises Zaragoza le pidió 300 mil pesos para arreglar las cosas, como consta en el punto número seis de su denuncia, y además, afirma contar con una conversación grabada y los mensajes de texto, “en donde él me pedía después 300 mil pesos por el reajuste, a lo que decidí hacer el pago sin comentar ni hablar nada ya con él”. (Este es un extracto del artículo publicado en la edición impresa número 114 de VALLARTA UNO, en circulación desde el 30 de noviembre 2015)