Por Sebastián Zavala Cordero/Columna “Aplanadora en Movimiento”
- Lo que Mal Inicia…
El contrato de concesión, define a uno de sus principales apartados, el denominado “censo”: es el recuento que el CONCESIONARIO en conjunto con personal del Municipio y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) llevarán a cabo, dentro de los dos primeros meses de vigencia del Contrato de Concesión, para establecer la cantidad de puntos de luz base del objeto del presente contrato, previo a la sustitución de cualquier parte de la infraestructura en el sistema de Alumbrado Público, determinando el programa calendarizado de sustitución, para el oportuno reconocimiento de la paraestatal y la consecuente modificación de los contratos de suministro de energía eléctrica…”.
Si se apega estrictamente a dicho contenido, el arranque de los trabajos debe partir al concluir el censo. Si es legal o no, ya queda a juicio de las partes. Si se trata de una treta mediática de representantes del gobierno municipal, ya será trabajo de la concesionaria desenmascarar a quien intenta enmascarar el “negocio”.
Sobre el tema del censo oscilan las diferencias que a últimas fechas sostiene el gobierno municipal con la empresa concesionaria del servicio del alumbrado público. El primero sostiene que las luminarias de parques y otras zonas de la franja turística. Dicha exclusión “es ilegal,” acusa por aparte la empresa. Sin embargo, más allá de los dichos, no queda claro fechas fatales y sigue siendo una montaña de especulaciones respeto a la terminación o no del famoso censo. Pero quienes lo dan por concluido tampoco dan cifras serias lo que permite la danza de los números.
Primero, nos resulta de mucho asombro que nuestra autoridad municipal entre al campo de las disputas con la empresa a la cual ellos mismos seleccionaron como la mejor opción para otorgar el servicio del alumbrado público de la ciudad. No es el mejor augurio que mucho antes de entregar la responsabilidad a una empresa privada, ésta entre en conflictos con su “cliente”. En los círculos externos solo puede indicar que algo no camina bien.
Es aquella concesión que tantas suspicacias provocaron cuando se le aprobó al primer edil Ramón Guerrero su propuesta de otorgar en concesión el servicio del alumbrado público. La empresa ganadora de la licitación, Citelum de México S.A. de C.V., también arrastró por semanas y meses sospechas de haberse quedado con el negocio por la vía de acuerdos pactados en lo oscurito. Si consideramos el enfriamiento de las relaciones, es decir, los conflictos de los últimos días, pareciera indicar que nada de las sospechas resultaron ciertas y que la empresa ganó la licitación a ley.
Cualquier persona medianamente enterada del manejo de los temas de una licitación publica, sabe que el proceso se lleva a cabo descansando en las bases, ya conocidas por el público y por los interesados. Ya después viene la firma del contrato y en este constan las reglas sobre las que unos y otros van a trabajar. Aquí se vuelven a replantear aspectos torales que ya constan en la licitación, ya sea para reforzarse o para redefinir el compromiso que las partes asumen.
Lo que a ojos de todos, de quienes supieron de la intención y del acuerdo de otorgar la concesión a una empresa privada, también de quienes conocieron las bases de la licitación, que el objeto de la concesión es otorgar en concesión el suministro, instalación, reparación, sustitución, mantenimiento, operatividad, gestión y administración del servicio del alumbrado público y obras asociadas con dicho servicio. Así se indica en el contrato de concesión donde se añade que todo es para el mejoramiento urbano del municipio.
Sin embargo, subsisten dudas razonables. No queda claro si al guardarse información, como por ejemplo la exhibición de las fianzas de garantía, obedece a intenciones oscuras que beneficien a la empresa e inclusive al propio ayuntamiento. En una de esas estamos ante una simulación de las dos partes.
En la clausula 4.1 de dicho contrato se establece que “dentro de los 60 días naturales siguientes a la firma del presente Contrato de Concesión, se llevará a cabo el Censo de Luminarias, con el propósito de determinar las cantidades exactas de luminarias, que serán objeto del presente a efecto de que se ratifique o ajuste la cantidad, que será objeto de los servicios…”.
Enseguida se lee: “el Concesionario iniciará los trabajos de la etapa de renovación, después de haber concluido el Censo señalado en este Contrato. En caso de que sobreviniere Fuerza Mayor o Caso Fortuito que imposibilite la continuación de los trabajos o prestación de los servicios, será motivo de penalización el retrazo que pudiere generarse como consecuencia de lo inconcluso de los trabajos a la no prestación de los servicios atribuibles a los supuestos antes detallados”.
Una repasada al contrato permite destacar de las observaciones que el documento fue cuidadosamente revisado antes de la cascada de firmas. Con eso se pretende reafirmar que nada, o en su defecto muy poco, se ha dejado en el aire y ninguna de las dos partes, ni ayuntamiento ni concesionario, se puede decir sorprendido.
Entonces, son las partes ajenas a dicho documento de obligaciones, la sociedad en su conjunto, quienes pueden expresar el asombro de atestiguar las diferencias exhibidas por las partes.
En otras palabras, las bases de la licitación y el contrato de concesión, contienen lo normal en la serie de acuerdos de compromisos pactados de tal naturaleza. Ahí se incluyen todo lo referido al servicio del alumbrado de Puerto Vallarta. Contienen el llamado Terminación de Meta, a emitirse sin excepción durante la vigencia del contrato. También la obligación de emitirse los certificados de terminación de meta, con su debida acta de recepción, que de ninguna manera modificará las obligaciones del concesionario.
Por otro lado existe la Ley federa sobre Metrología y Normalización. Las partes la refieren pero en circunstancias normales ni siquiera seria necesaria apelar a la misma. Es de conveniencia a la concesionaria, toda vez que de la aplicación de la misma se establece las condiciones para generar utilidades, el ahorro pues, y cumplir las obligaciones contraídas de la empresa concesionaria. La obligación madre tiene que ver con la garantía de un ahorro, toda vez que ya existe la obligación contractual a favor del ayuntamiento, de recibir de Citelum el pago del equivalente al 30 por diento de los ahorro energéticos.
De lo anterior se deprende la obligación de conveniencia de asumir el servicio con equipo de luminarias debidamente certificadas, que cumplan los estándares de las normas oficiales mexicanas. En tanto más se sujeten a dicha normatividad, mas se garantiza el ahorro y cumplir la obligación con ayuntamiento.
No sabemos si las partes se disputan el depósito de la fianza al primer año, monto que se mantiene en secreto, pero que se sabe es un importe equivalente al 10 por ciento del importe total de la propuesta económica (sin desglose del IVA). El ayuntamiento tendrá libertad de quedarse con la garantía si la concesionaria no cumple sus obligaciones del contrato el primer año.
En resumen, hay números hechos públicos, inclusive sobre el censo donde esos números no cuadran y si es cierto, simplemente se abre más el zanjón de las sospechas de estar ante un negocio gordo.
REVOLCADERO
Cuando en su momento se conoció el interés del gobierno municipal de concesionar el servicio del alumbrado público se advirtió en este espacio que muy pocos experimentos de este tipo han dado resultado en Puerto Vallarta. Muy pocos pronosticaron resultados satisfactorios. Apenas pasaron unos meses y surgieron las primeras desavenencias. Y conste, los problemas vienen contra pronósticos porque al principio quienes se opusieron daban por descontado que atrás del proceso de asignación de la concesión existió “negocio”. Que se sepa, nunca se ha podido comprobar que hubo dinero de por medio al asignar la concesión a la empresa Citelum. No se dispone de mayores datos pero los primeros indicios permiten presumir que la licitación se adjudicó en pleno derecho.***** Se han elevado cuestionamientos al equipo de alumbrado, de luminarias, que propone instalar la empresa en las calles de la ciudad. El balastro electrónico Magnus HID, es un producto expedido por ANCE y tiene el certificado de conformidad. Es decir, cumple la NOM-058. Las luminarias LED también tienen el certificado de producto ANCE; es decir se cumple con la NOM-031-ENER-2012, que apenas entro en vigor en mayo de este año. Es decir, conforme a las obligaciones con el ayuntamiento y al cumplir con las normatividad vigente, nada impide instalar dicho equipo. Se cumple con las certificaciones y se cumple con las especificaciones de las bases de licitación y se apega todo a las disposiciones de la Ley de Metrología y Normalización.****** Por cierto, el secretario general del ayuntamiento, Antonio Pinto Rodríguez es uno de los actores de primer reparto que han entrado en el sainete por el negocio del alumbrado. Los opositores de adentro, sobre todo el síndico Roberto Ascencio y los regidores de oposición, presumen que Pinto esconde algo al fijar una posición de abierto rechazo a la empresa Citelum.
El negociazo del alumbrado público
Escrito por Jorge OlmosPor Jorge Olmos Contreras
Un auténtico robo en perjuicio de los intereses de la comuna es el que está cometiendo la empresa Citelum S.A de C.V. –concesionaria del servicio de alumbrado público en Puerto Vallarta—con la complacencia y permisividad del alcalde Ramón Guerrero Martínez, mejor conocido como El Mochilas y con la pasividad e indolencia de los regidores del Movimiento Ciudadano y los de oposición.
De entrada, la empresa concesionaria está violando campantemente el contrato sin que el síndico, el contralor o el presidente municipal intervengan para sancionarla o exigirle que cumpla lo estipulado en el documento, ya que no ha exhibido fianzas, ni invertido lo acordado, ni cambiado las luminarias en tiempo y forma.
Por el contrario, a partir de este mes de agosto, el Ayuntamiento le comenzará a pagar por adelantado la cantidad de 2.6 millones de pesos por un servicio inexistente y, de paso, le va a entregar dinero público por el cambio de sólo 14 mil 300 luminarios y no por los 18 mil 100 que se anunciaban en las bases de la licitación, ya que el censo realizado por la CFE arrojó sólo 14 mil 300 lámparas a sustituir.
Cualquiera pensaría que el gobierno municipal reconsideraría el pago global que le hará a Citelum de México por esta disminución de luminarias que arrojó el censo, pero no, Ramón Guerrero y sus regidores cómplices van a pagarle sobre las 18 mil 100 luminarias, es decir, van a pagar también por la “sustitución” de tres mil 800 lámparas fantasma, que no existen en la red de alumbrado de la ciudad; claro, todo con dinero del pueblo.
INFLARON EL CENSO
Está claro que el censo de luminarias que marcaban las bases de la licitación estaba inflado a propósito –de hecho nunca dijeron en qué se basaron para hacer la medición del número de lámparas instaladas en Puerto Vallarta— para realizar un negocio redondo entre funcionarios públicos y particulares.
Los errores y el favoritismo comienzan a surgir y a develar el negocio producto de este contrato de prestación de servicios entre el Ayuntamiento y la filial mexicana de la firma francesa Citelum.
Por ejemplo, recientemente el Director de Infraestructura y Servicios, Oscar Delgado Chávez, habló de que no se ha concluido el censo de CFE de los luminarios de Puerto Vallarta, pero por otra parte, el contrato establece que Citelum de México, S.A. de C.V., no puede comenzar la renovación del alumbrado público, sino hasta que esté terminado el mismo.
No obstante, Citelum ya renovó con luminarios de LED del libramiento Luis Donaldo Colosio. Esto quizá lo estén haciendo para causar confusión en el censo final, entre los luminarios que ya estaban instalados en el alumbrado, con los nuevos que se están instalando. Y es muy probable que esto se esté haciendo para que no se sepa dónde quedó la bolita, entre si son realmente 14 mil 300 o son 18 mil 100.
En este contexto, el mismo Oscar Delgado Chávez, en declaraciones periodísticas, habló de un avance del 90 por ciento en el censo de CFE y dijo que se han contabilizado 13 mil, por lo que el 10 por ciento faltante serían mil 300, siendo la suma total de 14 mil 300 luminarios, es decir, están perdidos 3 mil 770 lámparas.
La pregunta es: ¿Citelum de México, S.A. de C.V va a cobrar por los 18 mil 100 luminarios la cantidad de 128 millones de pesos, cuando en la realidad sólo va a instalar 14 mil 300?
EXCLUYEN PLAZAS PÚBLICAS
Los regidores de oposición y aquellos del Movimiento Ciudadano que se presumen honestos deberían cuestionarle esto al Mochilas, puesto huele muy mal, es un robo descarado en perjuicio de Puerto Vallarta.
Tienen que obligar al presidente a cambiar el pago a Citelum o ellos mismos serán cómplices del atraco.
Por si esto fuera poco –y ante la mirada complaciente de los regidores— los funcionarios del Mochilas están modificando el contrato cada que pueden para allanarle el camino a Citelum y favorecerla para hacer menos inversión y ganar más dinero de las arcas municipales.
De otra manera no se entiende cómo es que están excluyendo las plazas públicas, el malecón y las calles de acceso a las playas para no renovar las lámparas, si el contrato de concesión comprende todo el alumbrado público de Puerto Vallarta como se puede apreciar en las Bases y en el Anexo 1 de la Licitación Pública LP 001/2013 y en el mismo contrato.
Desde luego, Oscar Delgado Chávez, por instrucciones de su jefe, le está haciendo el caldo gordo a Citelum para que robe más al Municipio, ya que el Malecón, las plazas públicas y el acceso a las playas están en Puerto Vallarta y no en otro municipio, estado o país.
MODIFICAN EL PRESUPUESTO
Pero como lo hemos señalado en otros espacios, al Presidente municipal ya le urge empezar a pagarle a Citelum, por eso se aventó el trompo –que le traerá muchas consecuencias legales en el futuro— para modificar el Presupuesto de Egresos 2013 y contemplar, con un préstamo virtual de 100 millones de pesos, los pagos a Citelum.
Lo anterior (los pagos por adelantado a Citelum) no obstante a que el Director de Infraestructura y Servicios ni siquiera ha hecho el primer Informe o “Certificado de Terminación de Meta” mensual de ejecución de obra de alumbrado que exige el Contrato de Concesión.
Así las cosas, el único regidor de oposición que se ha atrevido a cuestionar al Mochilas, es el panista Humberto Muñoz Vargas, quien en la pasada sesión de Cabildo lo calificó de “tirano”, "dictador" “perfecto bandido”, "ratero", y “vaquetón”, por modificar el presupuesto de egresos con el objetivo, entre otros, de usar el dinero de otras partidas para pagarle a Citelum.
Lo del asunto de modificación al presupuesto, un tema que es muy delicado, lo analizaremos en otro espacio por todo lo que ello implica.
NO EXHIBEN FIANZAS
Y como ya lo habíamos señalado en otros espacios, el Ayuntamiento está permitiendo toda clase de bondades a Citelum, como el no exigirle que exhiba las fianzas correspondientes por haber ganado el contrato.
Hay que recordar que en las Bases de la Licitación 001/2013 se hablaba de una fianza o cheque cruzado a favor del Municipio, pero en el “Dictamen del Fallo” no consta que Citelum lo haya entregado para garantizar la seriedad de su propuesta.
Por otra parte, en el Contrato de concesión se establece que Citelum tiene que entregar dos fianzas a favor del Municipio, una que garantice el ahorro de energía eléctrica del 30% y otra fianza por el 10% de la propuesta económica, que sería de 31 millones de pesos, por lo que es importante que “El Mochilas” aclare públicamente si Citelum ya entregó o no las tres fianzas.
Y es que de inmediato surge otra duda: ¿El Municipio de Puerto Vallarta va a pagar a Citelum, sin que ésta haya otorgado ninguna fianza o garantía?
NEGOCIAZO REDONDO
Para Citelum México, S.A. de C.V., haber ganado la concesión de alumbrado es un negocio redondo, ya que antes el Municipio gastaba anualmente en el mantenimiento y operación del alumbrado la cantidad de cuatro millones de pesos anuales, y ahora tendrá que pagarle a Citelum la cantidad de 31 millones de pesos por anualidad, así que al Ayuntamiento le saldrá más caro el caldo que las albóndigas; y sin haber obtenido el 30 % de ahorro de energía.
Además, por el contrato de concesión por diez años, Citelum está obligada a hacer una inversión de riesgo de 128 millones de pesos, pero a partir de este mes de agosto el Ayuntamiento le empezará a pagar por adelantado 2.6 millones de pesos mensuales, así que con los mismos pagos del Municipio es que Citelum estará haciendo la obra pública de alumbrado, y al final del contrato, Citelum habrá obtenido 310 millones de pesos a costa de los vallartenses vía recursos públicos, habiendo hecho sólo una inversión de saliva.
Otra cosa, Citelum tiene de plazo 24 meses para renovar el alumbrado, pero ni siquiera ha podido cumplir con el plazo de dos meses para realizar el censo; entonces… ¿usted cree que va a cumplir con en tiempo y forma?
Citelum de México, S.A de C.V. con los cobros exorbitantes por sus servicios y con la diferencia de miles de luminarios a instalarse a final de cuentas, entre lo que cotizó y lo que va instalar realmente, está atracando al Municipio; esto, con la complacencia de Ramón Guerrero Martínez, el “Mochilas”, y desde luego, con la insultante actitud pasiva e indolente de los regidores.
Todo, para pagarle un favor político y quizá económico al jefe de jefes, Abraham González Uyeda.
VIOLENCIA SIN FRENO Destacado
Escrito por La RedacciónPor Gabriel Ibarra Bourjac
DE SALINAS A CALDERÓN, PASANDO POR ZEDILLO Y FOX, LA POBREZA SE AMPLÍA ENTRE LA MAYORÍA DE LOS MEXICANOS. LEJOS ESTAMOS DE HABER DERROTADO A LA POBREZA Y CONVERTIRSE MÉXICO EN UN PAÍS DE CLASE MEDIA, A JUZGAR POR LAS CIFRAS QUE NOS PROPORCIONA EL MISMO GOBIERNO. A LA PAR LA VIOLENCIA EN LOS ÚLTIMOS SEIS AÑOS SE TRIPLICÓ CONVIRTIÉNDOSE MÉXICO EN UN APOCALIPSIS.
Los niveles de pobreza y violencia son la expresión más cruda del grado de desarrollo o subdesarrollo de un país o una nación. Lamentablemente en estos dos campos los gobiernos de México no tienen buena calificación.
Las estadísticas frías allí están. Felipe Calderón fue un manifiesto fracaso. Los pobres le crecieron y la violencia se triplicó. El gobierno de Enrique Peña Nieto, ¿podrá bajar el número de pobres y de crímenes dolosos? Ya lo veremos dentro de cinco años.
Coneval nos ilustra que entre 2006 y 2008, antes de la crisis mundial la pobreza en México aumentó en seis millones de compatriotas. Para el 2010 habría crecido en tres millones más, y el número de pobres se ubicó en 52.8 millones, en el 2012 en 53.3 millones y 11.5 millones en pobreza extrema. Esto significa que cuatro de cada diez mexicanos viven en condiciones de pobreza y uno de cada diez en pobreza extrema, conforme al estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
La pobreza es la violencia de cada día que estamos viviendo. La justicia social que han pregonado los gobiernos emanados de la Revolución Mexicana resultó una quimera que no tiene vigencia. ¿Cómo lograr la igualdad ante la ley cuando la justicia social está ausente?
México carece de instituciones fuertes. El narcotráfico reta al Estado en regiones como en Michoacán, Tamaulipas, Chihuahua, aprovechándose de sus debilidades, de zonas pobres y marginadas. El gobierno del presidente Felipe Calderón utilizó toda la fuerza del gobierno para acabar con el narcotráfico y los resultados de su lucha la vemos hoy en Michoacán seis años después, convertido en un polvorín, lo que genera desaliento y temor en la mayor parte de la república.
La violencia desatada por los carteles y sus crueles sicarios tienen atemorizados a la población, y en no pocas ciudades y estados generan o han generado psicosis. Al desaliento y desesperanza crecen.
¿QUÉ TAN VIOLENTOS SOMOS?
La violencia se mide internacionalmente en razón de los homicidios dolosos que se registran por cada 100 mil habitantes. México en el 2012 registró 22 muertes de este tipo por cada 100 mil habitantes. La cifra que nos proporciona INEGI establece que en el 2012 se registraron en nuestro país 26 mil 037 asesinatos, dos menos que en el 2011 cuando la cifra fue de 24 asesinatos dolosos por cada 100 mil habitantes y que en número fue de 27 mil 213, lejos de los 8 mil 876 que se registraron antes de que el gobierno del presidente Calderón le declarara la guerra al narcotráfico.
Por años los asesinatos durante gobierno de Calderón: 2007, 8,867; 2008, 14,006; 2009, 19,803; 2010, 25,757; 2011, 27,213 y 2012, 26,037 como ya lo señalamos. Cabe destacar que no todas estas muertes corresponden a crimen organizado, ya que INEGI no lo aclara en sus estudios.
En el concierto de América Latina, contra los que algunos piensan, México lejos está de ser el país más violento, si comparamos las cifras. Por ejemplo, Honduras en el 2011 registró 92 muertes dolosas por cada 100 mil habitantes; El Salvador 69 muertes dolosas por cada 100 mil habitantes en el 2012; Colombia en tercer lugar con 31 muertes dolosas y Brasil muy parecido a México con 21 muertes dolosas por cada 100 mil habitantes.
LOS ESTADOS MAS VIOLENTOS
¿Y cuáles son los estados mas violentos de acuerdo a las muertes dolosas por cada cien mil habitantes? Guerrero y Chihuahua en el 2012 aparecen a la cabeza: con 77 asesinatos por cada 100 mil habitantes (cabe aclarar que Chihuahua en el 2011 tuvo 126 muertes por cada 100 mil habitantes por lo que de un año a otro la reducción es considerable; el Estado de México tendría 18 muertes por cada 100 mil habitantes; el Distrito Federal con 12 del 2009 al 2012. Asimismo, la otra cara de la moneda son Aguascalientes y Yucatán con 4 y 2 por cada 100 mil habitantes, lo que bien podrían ser llamados el santuario de México.
Al gobierno del presidente priísta Enrique Peña Nieto le toca enfrentar un escenario muy complicado feroz del crimen organizado. Su gobierno se habrá de calificar en razón de los resultados que obtenga en los renglones de reducción de pobreza y violencia. ¿Logrará reducir estas cifras o pasará a la historia como Felipe Calderón que en el discurso son muy buenos, pero quedan reprobados en la prueba de los hechos?
Finalmente a un gobierno se la califica por los resultados, por lo que hizo y no por lo que quiso hacer o por sus buenas intenciones. Felipe Calderón pudo haber tenido los mejores deseos para México, pero los números duros allí están. Y así también estará Peña Nieto cuando se haga la ecuación de sumas y restas.
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Por Gerardo Sandoval Ortiz
El profesor Pedro Mendoza Verdín solía decir a quienes entablaban charla con él que su vida había cambiado a partir de aquel accidente carretero antes de llegar a Tepic. No mentía, el terrible encontronazo casi le cuesta la vida; su salud quedó menguada; su ascendente carrera en el servicio público literalmente concluyó y lo mismo ocurrió en el magisterio.
El final de la vida del profesor Mendoza Verdín no podía ser más triste. El sábado pasado, un malviviente de la colonia Idipe de Ixtapa irrumpió en su incipiente negocio de la avenida Grandes Lagos y la arrancó la vida. En vida, Pedro Mendoza nunca se distinguió por ceder lo que con tanto esfuerzo había logrado y con su dulcería no fue la excepción. Había invertido con mucho sacrificio parte de sus ahorros en su pequeño negocio y no estaba dispuesto a permitir que un ladronzuelo lo despojara. Con su salud en predicamento opuso férrea resistencia a tal grado que el mozalbete fue obligado a salir corriendo. Pero antes de huir, el ladrón había asestado una herida de mortales consecuencias al docente. Fue auxiliado y llevado a al hospital central del Instituto del Seguro Social pero en el breve camino murió.
Pedro Mendoza Verdín es uno de los muchos profesores que de Nayarit emigraron a esta región costera de Nayarit. No se amilanaba ante el estricto control político que sobre el magisterio ejercía un grupo de viejos maestros. Sería precisamente su diaria crítica a los grupos controladores del magisterio la principal razón que al cabo de los años lo colocó en la línea de batalla del Partido Acción Nacional.
En el sistema docente Mendoza Verdín fue un maestro cumplidor. Siempre presumió, sobre todo en las fiestas, sociales y escolares, su gusto por la música. Se disgustó cuando una vez lo invitaron a cantar en un evento en un restaurante de Ixtapa que después supo era un mitin priista.
Desde la primera campaña electoral exitosa del PAN, el malogrado profesor ofreció sus conocimientos en el ramo de la educación para aportar su granito a un gobierno al que mucho apostó. Lo invitaron y aceptó gustoso a reorganizar la educación desde la perspectiva del gobierno municipal. Como responsable de dicha área emprendió programas tan exitosos como el “adopta una escuela”. Recibió apoyos de generosos empresarios que construyeron nuevas escuelas y dieron mantenimiento. Siempre administro los recursos con transparencia.
Sin embargo, le ocurrió lo que a muchos nuevos en la política. Se enteró que en el entorno de su partido, el PAN, le nacían enemigos y adversarios, capaz de competirle de una manera no tan decencia. A menos eso decía.
Hasta sus últimos días, Mendoza Verdín llevó sus diferencias con el también profesor, Carlos Murguía Fregoso y la esposa de éste, la maestra Carina Cibrián. Nunca quedaron en claro cuáles fueron las razones de esta disputa que trascendió más allá de la política del PAN y del ser vicio docente. Lo que se sabe, es que los últimos heredaban os cargos que Mendoza Verdín había ocupado y era constante escuchar la misma razón de Pedro: fui despedido, corrido, cesado por que me echaron grilla Carlos y Carina Cibrián.
Pedro Mendoza fue antes que Carlos Munguía y que Carina Cibrián jefe de educación municipal, regidor y jefa de la DRSE. Carlos Murguía y Carina iban siempre detrás de él. Repuesto del accidente de carretera, suceso ocurrido poco antes de llegar a Tepic, Mendoza fue reinstalado en la DRSE. Resurgieron sus suelos de cantante y una mañana nos confesó sus alegrías de tener en su agenda fechas para la grabación de otro disco. Sin embargo su salud ya no era la misma y fue removido. Lo nombraron director del nuevo plantel Ixtapa del Conalep. Reclamó por dos años las condiciones que recibían clases un uñado de estudiantes, la mayor parte oriundos de Ixtapa. Sus superiores de enfadaron y decidieron desprenderse de él. Nadie le ha sabido reconocer su entrega a la tarea de mejorar las infames condiciones que por tres años recibieron clases la primera generación del plantel II del Conalep. Hoy, casi una década después, esa escuela tiene su edificio en Ixtapa, a unos metros de la carretera Mojoneras-Ixtapa. Pedro fue su primer director en forma.
Los constantes choques con Carlos Murguía y Carina Cibrián se ampliaron a otros actores del PAN y acusando a su partido de haber abandonado sus principios decidió una discreta partida. Se refugió en cuestiones personales y gozaba de las prestaciones del magisterio al que puede tener derecho uno de los suyos en condiciones como las suyas.
En la campaña electoral de Salvador González Reséndiz ofreció al PRI su experiencia. Inclusive comentó con un periodista tener la invitación de afiliarse al tricolor. Hay registro de breves participaciones en las mesas de educación en la serie de consultas organizadas en la campaña.
Hasta el sábado creía tener mucho que compartir con los vallartenses. No desechaba siquiera regresar al PAN o incorporarse al PRI. Nos presumió alguna vez tener ofertas de otros partidos políticos.
El sábado pasado, Pedro Mendoza Verdín estaba por cerrar su negocio en Fluvial Vallarta cuando entró un individuo de la peor facha. El mozalbete iba a robar. Se suscitó una fuerte lucha pero, debido a sus condiciones de salud, el profesor llevo la peor parte. Recibió los primeros auxilios pero en el trayecto de diez minutos al hospital del IMSS expiró. En su desesperada huida, su verdugo tiró una credencial del IFE y recogida por los sabuesos de la fiscalía regional fueron al domicilio. Resultó que el chamaco de la fotocredencial negó todo aunque dijo que posiblemente uno de sus dos hermanos la puso en su cangurera. “Los cris”, Cristian, Cristofher y su hermano menor, viven en el fraccionamiento Idipe, casi a espaldas del mercado o de la cancha de futbol rápido. Uno de ellos se desvela todas las noches cascareando en la cancha de pasto sintético. De corte a rape, tienen una fama en Ixtapa compatible al criminal asalto que terminó acabando con la vida de profesor Mendoza Verdín.
REVOLCADERO
Aunque al otro lado del río Ameca se reportó intensa movilización de elementos de la Armada de México, no hubo noticias posteriores. Sin embargo, en esa zona del valle, por un lapso de casi una hora se escucharon fuertes ráfagas de armas de alto calibre. Más o menos a la altura del trazo que tendrá la nueva la nueva va que unirá a los dos municipios. Las detonaciones se escucharon hasta las inmediaciones del paraje conocido como Paso del Guayabo. Eso el sábado a eso de las dos o tres de la tarde. Quienes escucharon, se quedaron con la idea de que algo grave ocurría pero como ya es normal, nadie tomó el riesgo de indagar por cuenta propia.***** Nos dicen, y con varias llamadas hemos podido constatar que algo hay de cierto, que el síndico, Roberto Ascencio Castillo ya le aprendió al alcalde, Ramón Guerrero Martínez su estrategia del avestruz australiano. Que el síndico, emula al alcalde y justamente hace lo que tanto decía enojarle del alcalde. ****** El sábado se registró un conato de incendio en el centro nocturno Histeria. Pero ocurrió en horario de descanso. Justo a eso del medio día empezó a salir humo del interior pero más de los ductos. Llamaron a los bomberos. Una patrulla de la policía llegó primero y se estaciona justo en la esquina donde dan vueltas los camiones del Seapal. Le dijeron que moviera la unidad pero no quiso hacer caso. Llegó una ambulancia y atrás el camión de bomberos. La patrulla estorbó las maniobras y ahí se perdieron por lo menos diez minutos. Los testigos criticaron la evidente la torpeza de quien maniobró. No fue todo. Un bombero se tardó casi diez minutos en vestirse y colocarse su vestimenta anticalor. Ya listo, se les trabó la escalera. Y ya lista la escalera, el imberbe tragahumos debió lanzar unas tres veces la manguera de agua hasta que otro elemento situado en la parte de arriba la tomara. Ya estaban listos para combatir el fuego pero justo en eso, se dieron cuenta que el fuego se había extinguido. Para suerte, el conato de incendio consumió el sistema de aires y debido a su aislamiento, se apagó.
Corta alas el alcalde a su secretario particular, Oscar Pérez, y frena aspiraciones políticas al equipo de los Chuckies
Escrito por Jorge OlmosPor Jorge Olmos Contreras
Cuando pensaban que tenían el control político del municipio y que de ellos saldría forzosamente el próximo candidato del Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal –incluso, que uno de ellos sería el dirigente de ese partido--, de pronto todo se les vino abajo por deslealtades y aceleres prematuros que causaron la irritación del alcalde Ramón Demetrio Guerrero Martínez, quien de plano decidió cortarle las alas a su secretario particular, Oscar Pérez y enviarlo forzosamente de vacaciones antes de despedirlo vergonzosamente del Ayuntamiento.
La gota que derramó el vaso fue el escenario del homenaje a las maestras Josefina Chávez San Juan y María Asunción Avalos Haro por sus 50 años al servicio de la educación que se realizó en el hotel Rosita el pasado jueves primero de agosto, donde Oscar Pérez protagonizó un intercambio de elogios con el representante del gobernador Jorge Aristóteles, Andrés González Palomera.
Andrés encumbró a Oscar Pérez y lo calificó como “mi hermano” y otras linduras. También dijo que el secretario particular del alcalde era “un gran estadista” y otros conceptos que, cualquiera pensaría que se trataba de una estrategia bien orquestada para catapultar al joven Pérez a las grandes ligas de la política y considerarlo como uno de los más serios aspirantes a ocupar la silla presidencial en el año 2015.
Desde luego, el equipo cercano al presidente municipal y, sobre todo los que figuran en el llamado grupo Vallarta, no daban crédito a lo que escuchaban y lo que veían, pues la escena, casi histriónica entre el priista Andrés González Palomera y el Mochilista Oscar Pérez, parecía un claro mensaje para el alcalde y éste podría descifrarse como el considerar en todo momento a su secretario para un puesto de elección popular futuro; pero el tiro les salió por la culata.
EL NUMERITO
Y es que el numerito de Andrés González-Oscar Pérez irritó sobre manera a Ramón Guerrero, quien salió del evento haciendo de tripas corazón y maldiciendo para sus adentros la osadía o la soberbia de su secretario particular por permitir que lo elogiaran en un homenaje donde las laureadas tendrían que haber sido las maestras vallartenses que cumplieron 50 años como educadoras, y no él.
En todo caso, el intercambio de flores debió haber sido entre el presidente y el representante del gobernador (que al cabo ni le hayan), pero no sucedió así; por el contrario, el laureado de la tarde fue Oscar Pérez, mejor conocido como “El Chuckie” al interior de la presidencia municipal.
Ramón Guerrero, por su parte, estaba que echaba chispas y en cuanto arribó a sus oficinas del Palacio Municipal, mandó llamar a su secretario particular para leerle la cartilla y de paso meterle una regañada tan fuerte, que quienes presenciaron la escena mejor bajaron la cabeza por la pena ajena.
De plano, Ramón Guerrero no despidió en ese momento a Oscar Pérez porque el mismo alcalde reconoció que estaba muy caliente (muy enojado) y que como amigo que era de Oscar, mejor lo obligaba a que tomara vacaciones; pero eso sí, le advirtió que regresando tendrá cabida en el gobierno municipal, siempre y cuando entienda que no es momento de calenturas políticas, que él (Oscar) no está contemplado en ningún proyecto político y que si quiere volver a un puesto público, tendrá que dejar de lado toda aspiración, porque entonces sí, lo pondrá de patitas en la calle.
Entre otras cosas, le recordó que si había quedado mal de la cabeza cuando se cayó en el edificio de la UMA o que qué diablos le pasaba para andar haciendo semejantes desfiguros.
LAS GOLONDRINAS
Dicen que Oscar Pérez se puso triste, pálido y hasta asustado, que tomó sus cosas y que salió de la oficina presidencial cabizbajo, sin mirar a nadie y con la vergüenza de haber sido regañado de fea manera.
Para quienes lo quieran entender, esta es la tumba política de un muchacho que, junto con otros, creyeron tener el control político del municipio por el margen que les había dado El Mochilas para operar a sus anchas, pero que en sus ambiciones personales, descuidaron su trabajo, al grado de cometer tonterías como el intercambio de elogios con el priista Andrés González Palomera, dejando al presidente como invitado de palo.
Tan es así, que Ramón Guerrero ya nombró como nuevo secretario particular al periodista Jaime Castillo Copado, quien sin duda será una pieza importante en ese puesto y cuyo perfil embona muy bien en ese sitio, pues tenerlo como Director de Comunicación Social primero y luego de “Director de Proyectos Especiales” había sido un error.
CON ACUSE DE RECIBO
Bajo este escenario, el golpe político que recibió en el rostro Oscar Pérez también tiene otros destinatarios, y estos son los que conforman el grupo de “Los Chuckies”, encabezados por Magaly Fregoso y conformado por Héctor Briseño y el regidor Luis Ernesto Munguía.
Incluso, nos cuentan que ese mismo jueves en que Oscar Pérez despertó la ira del alcalde, Ramón Guerrero también mandó llamar a Magaly Fregoso para aclararle que ella tampoco entra a ningún proyecto político, que no se equivoque, que no descuide su trabajo en el DIF y que se deje de calenturas a destiempo.
En resumen, las alas no sólo se las cortaron a Oscar Pérez, sino que las tijeras también pasaron por las de Magaly Fregoso y un estate quieto a Héctor Briseño, quien ya se soñaba como dirigente del Movimiento Ciudadano.
El que podría salvarse un poco es Luis Munguía, pero al resquebrajarse el grupo, al final lo van a dejar sólo para que busque la candidatura a la diputación local, donde el dominio es casi total en favor de los priistas Gustavo González Villaseñor y Rafael González Reséndiz, es decir, lo van a mandar al matadero.
EL PROYECTO
El golpe político también tiene otra interpretación que ya se la están dando los principales operadores y asesores del alcalde, y ésta es en el sentido de que el proyecto político del Movimiento Ciudadano a seguir, se llama Arturo Dávalos Peña, quien sin duda, podría ser el próximo candidato a la alcaldía.
Los jovencitos que se la creyeron y pensaron que porque Magaly Fregoso es pareja sentimental del Mochilas podrían llegar a buen puerto y controlar todo y hacer lo que quisieran con sus encargos --hasta incurrir en graves irresponsabilidades--, ahora se deben estar dando de topes y relamiéndose las heridas políticas, ya que al caerse Oscar Pérez, ellos podrían venirse abajo, como un castillo de naipes ante el menor soplido.
Y para acabarla de amolar para “Los Chuckies”, un asesor del Mochilas que también asesora al gobernador de Baja California, mostró el comportamiento estadístico de las preferencias electorales de los posibles aspirantes a la presidencia municipal por el Movimiento Ciudadano, y Magaly Fregoso sale muy, pero muy rezagada, pese a que todos los días aparece en los medios de comunicación y a que utiliza el DIF como tarjeta de presentación electorera.
Así las cosas, todo parece indicar que Ramón Guerrero ya entendió, que no va a proyectar a ningún muchachito inexperto y mucho menos al grupo de atracadores que trajo de Guadalajara –léase Antonio Pinto y Juan Hernández—y que antes de entregarle Vallarta al PRI –porque el PAN estará en la lona muchos años--, le dará todo su respaldo a Arturo Dávalos Peña, mejor conocido como El Cepillo y quien actualmente es Director de Desarrollo Social del Ayuntamiento, aunque nada está definido.
El que ha coqueteado para que lo consideren para una futura regiduría es Juan Hernández, pero él junto con Pinto y otros saldrán prácticamente huyendo de Vallarta cuando se acerque la hora.
Además, tienen sus esperanzas en que Abraham González Uyeda sea candidato y presidente municipal de Zapopan en el 2015 para integrarse a otro gobierno local.
La pregunta obligada es: ¿Tendrán la capacidad y la inteligencia suficiente los jóvenes agrupados alrededor de Magaly Fregoso para superar este duro golpe y salir abantes ante la adversidad política?
¿O dejarán arrastrase por las aguas del delfín caído llamado Oscar Ernesto Pérez Flores?
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El 24 de febrero del 2011, justo a la mitad de la administración del entonces alcalde Salvador González Reséndiz, su amigo y compañero de partido, Francisco Javier Bravo Carbajal cerraba una transacción que le permitía agregar a su lista de propiedades un inmueble más, un condominio en el edificio “Chapultepec Cuatro 60” en la colonia Americana de Guadalajara, departamento que compró a dos empresarios que fueron ampliamente beneficiados con contratos millonarios de obra pública en Puerto Vallarta durante su administración, Rodrigo Ramos Garibi y Mauricio Navarro Garate.
Más...
En ningún gobierno municipal emanado del Partido del Movimiento Ciudadano tiene la mano tan metida el ex diputado panista, Abraham González Uyeda, como en el de Puerto Vallarta, donde el primer equipo del alcalde Ramón Guerrero Martínez, mejor conocido como El Mochilas, está conformado por ex colaboradores del también ex subsecretario de gobernación y actual dueño de la lechera “Sello Rojo” de Jalisco, al grado tal que se dice en este centro turístico que quien realmente gobierna la ciudad es González Uyeda.
De la más alta comandancia de la 41 Zona Militar se escuchó la categórica afirmación de que en Puerto Vallarta no se ha reforzado la seguridad.
Hay razones sin duda para afirmar lo anterior. Las fuerzas armadas lo saben. De facto y en la práctica, son ellos quienes han tomado las riendas de la seguridad pública en todo el municipio. Son militares y marinos quienes realizan los cotidianos rondines por las colonias y hasta el centro de la ciudad.
Ahora, sin que nadie lo diga y aunque se note poco, hay un detalle mas grave. La seguridad en la ciudad no solamente no se ha reforzado sino que disminuyó al permitirse sospechosamente el relajamiento de los elementos de la policía municipal.
En la última semana, en dos charlas dos comandantes nos confirman lo que en distintos sectores del municipio se sabe: deliberado o no, poco a poco la ciudad se entrega a la delincuencia. Delincuentes comunes y delincuentes organizados, todos pueden operar a sus anchas sabedores de que los guardianes del orden ni siquiera tienen patrullas en que moverse a un servicio de urgencia. Y si de casualidad llegan a tiempo y los sorprenden, los delincuentes saben que los uniformados no disponen de armas y si el uniformado trae su pistolita, no se anima a disparar por correr el riesgo de que al llegar a su cuartel a Las Juntas le cobren los tiros.
Un comandante decía en una plática informal a un amigo: Mira, si tienes un problema con un vecino, si te peleas en la cantina, si te pegaron pandilleros, si te robaron una gallina, háblame. Pero si hay armas de por medio, no me hables porque si me hablas, nos vamos a ir al cerro.
El mismo comandante hizo una llamada en aquel momento para pedir un auto para moverse de lugar. Estaba en servicio. Tiene grado de comandante, pero semanas atrás le quitaron la patrulla. A un conocido le pidió prestada una cuatrimoto.
En Ixtapa conocemos de otro comandante en idénticas situación. A veces, cuando está de servicio en el turno nocturno, piden permiso en algún vehículo estacionado en la calle y ahí dejan transcurrir la noche. Al amanecer, despiertan, abren la puerta de la camioneta, salen y vuelven a cerrar la puerta. A esa hora cumplieron su turno y se reportan a donde les indiquen. Esa noche no hubo vigilancia.
Es bochornoso, por no decir vergonzoso, las condiciones en que desarrollan su servicio los policías municipales. Esas son razones de mayor rigor para quedarnos con sus identidades.
La tarde de este lunes, varios policías daban la impresión de realizar su rondín por la colonia Los Maestros. Se estancaron en un taller por la carretera a Las Palmas. Habían ido a realizar la oferta para la compra de un vehículo. Eran dos y uno era el comandante. Al cabo de unas dos horas pasó por el sitio una patrulla y los subió. Iban de emergencia; “hay un ahorcado”, gritó un patrullero mientras aceleraba.
Ignoramos que tipo de información posee la 41 Zona Militar. Tampoco sabemos si los jefes de la Zona Naval tienen la misma percepción y comparten la opinión de que en Puerto Vallarta la seguridad no se ha reforzado. Tampoco sabemos cuáles son las expectativas de las fuerzas armadas, si las corporaciones civiles se comprometieron a reforzar la seguridad o si a partir de un suceso determinado fue necesario redoblar los esfuerzos en esta materia.
Más los marinos que los militares, es cierto que desde hace ya varios años, las fuerzas armadas han ido desplazando poco a poco a la policía municipal de la responsabilidad de brindar seguridad a nativos y turistas. En la zona rural, son las fuerzas armadas quienes llevan las riendas de la seguridad. Patrullas de marinos realizan rondines todos los días en rancherías y colonias del municipio.
En honor a la verdad lo que hay son meras sospechas. A los uniformados de pie les resulta sospechoso que sus superiores les ordenen salir a las calles sin las herramientas necesarias para cumplir su trabajo. Portan pistola como mínimo y algunos traen colgado al hombro un rifle. Estas armas de algo les sirven, de menos para imponer algo de respeto. Sin embargo, eso es engañoso. No tienen permiso para disparar en cualquier situación apremiante. Tiene que ser en un momento donde tengan como garantía la presencia de un superior. La piensan dos veces antes de dispararle a algún ladronzuelo porque en una de esas los obligan sus superiores a pagar el parque gastado.
Sospechan de los superiores porque nadie recuerda una época pasada haber visto a comandantes realizando sus recorridos a pie. Por lo general el comandante tiene asignada una unidad y chofer al volante. En tono de broma, dicen que hasta es preferible andar a pie pues a la patrulla se le tiene medido la gasolina y si no ahorran el combustible pueden quedar varados en alguna calle.
Ningún policía acepta hablar, sobre las razones que descansan sus sospechas. Insinúan, eso sí, que desde los mandos altos cierran oídos y ojos hasta caer en la indolencia. Consideran que todo es intencional a tal grado de configurarse una imagen donde se dibuja el vínculo comprometedor con los malosos. En otras palabras, si a un evento llegan tarde o simplemente no acuden los policías, se debe al pésimo estado de sus patrullas o en su defecto, no disponer de las mismas, y todo lo anterior es por una causa deliberada y simulada.
REVOLCADERO
En realidad poco creemos en lo siguiente pero nos aseguran que por ahí va la jugada política del alcalde Ramón Guerrero Martínez. Que sacó de la oscura oficina, la número dos de la Oficialía Mayor de Administración, a Diego Franco, sin importar el sacrificio de Héctor Gallegos, para ayudarle a rozarse con las grandes masas de los vallartenses. Es decir, que este señor Franco es uno de los caballitos que prepara el alcalde para promoverlos. Tiene otra carta y es mujer. Es la presidenta del DIF, Magaly Fregoso Ortiz. ****** Luis Munguía, uno de los cuadros del Movimiento Ciudadano que más prometía pero que la suma de sus escándalos privados lo ubicó en una línea decadente, ha dado pasos tratándose de adelantar a los dueños del MC. Desde hace ya algunos meses saltó el charco del río Ameca y ya conformó un comité de su partido en Bahía de Banderas. Supo a tiempo que Enrique Alfaro Ramírez hacía trabajos para ampliar sus redes en todo el occidente del país y se les adelantó. Por ahí aprovechó algunas relaciones familiares y de amigos hasta presumir tener su partidito en Bahía de Banderas. ****** Por cierto, se repiten voces que nos confirman que el director del Seapal, Cesar Abarca Gutiérrez se le está adelantando a Andrés González Palomera. Es prematuro hacer pronóstico pero está demostrado que mucho ayuda en la política estar en un lugar donde se tiene a la mano presupuesto. Mientras Andrés González se les ve negras, con regularidad se declara impotente, si alguien le pide chamba, en el Seapal cada día, se suman verdaderos promotores y activistas del PRI. Son esos cuadros de base quienes al momento de la selección de candidatos resultan decisivos.
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Los desfiguros de El Mochilas
Escrito por Jorge OlmosPor Jorge Olmos Contreras
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